Immanuel Kant y su influencia en la filosofía moderna
Immanuel Kant es uno de los pensadores más importantes de la filosofía moderna. Hizo suyos los ideales de libertad e igualdad de la Ilustración, y llevó a la filosofía a un nivel desconocido hasta entonces.
El sistema filosófico que desarrolló es una superación del enfrentamiento de las teorías racionalista y empirista, pues recoge rasgos de ambas corrientes: por un lado, el idealismo trascendental justifica la experiencia y el mundo exterior, y, por otro, reconoce la labor fundamental que realiza la razón en la elaboración del conocimiento.
En la filosofía de Kant distinguimos tres períodos: En primer lugar el precrítico; en segundo lugar el crítico, donde el autor va a reformular todos los temas de la filosofía para darles una orientación nueva y superar los sistemas racionalistas y empiristas, por un lado los racionalistas establecieron los sistemas metafísicos sin tener en cuenta la experiencia y yendo más allá de esta en modo dogmático, por otro, son los empiristas los que despiertan a Kant de ese sueño dogmático, haciéndole ver que una metafísica situada en lo suprasensible resulta vacía y carece de fundamento; Kant estudia en esta etapa los problemas del conocimiento, de la acción moral y de los fines de la naturaleza; por último, el periodo poscrítico, que trata la religión, la moral, la historia y la educación.
En la Crítica de la razón pura, Kant se propone descubrir cuáles son los límites de la razón. Parte del reconocimiento del hecho de que las matemáticas y la física son ciencias, y se pregunta si la metafísica podría llegar a serlo.
Para que haya conocimiento se requieren dos facultades: la sensibilidad y el entendimiento; aunque existe también una tercera facultad, la razón.
Para responder a la pregunta de si la metafísica puede llegar a ser ciencia, hay que establecer previamente cómo es posible la ciencia, es decir, cómo son posibles los juicios científicos; que estos son, juicios sintéticos a priori.
Dentro de la crítica de la razón pura, el autor distinguió tres partes, a estética trascendental, la analítica trascendental y la dialéctica transcendental, que se corresponden con 3 facultades y 3 tipos de conocimiento:
Estética trascendental
- En la estética trascendental estudia la facultad de la sensibilidad y cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en las matemáticas y como los objetos se dan.
Analítica trascendental
- En la analítica trascendental estudia la facultad del entendimiento y cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la física y como los objetos se piensan.
Dialéctica trascendental
- En la dialéctica trascendental estudia la facultad de la razón y si es posible la metafísica como ciencia, analizando la imposibilidad de esta para formular los juicios sintéticos a priori.
En primer lugar, en cuanto a la estética trascendental, Kant emplea el término “estética” en su sentido etimológico, se trata, por tanto, del estudio de las sensaciones y no de la belleza.
Tal como dice la Crítica de la razón pura, la sensibilidad es “la capacidad de recibir representaciones cuando somos afectados por los objetos”. El sujeto recibe entonces acciones de objetos pasivamente, que lo modifican. Además, el sujeto conoce representaciones, lo que llama Kant “fenómeno”; debemos contraponer esta palabra con el término “nóumeno”, que le va a servir a Kant para expresar que hay cosas en sí mismas que se encuentran más allá de nuestra experiencia.
Por lo que se refiere al conocimiento sensible, la presencia de un objeto alerta nuestra capacidad receptiva, que lo contacta inmediatamente a través de la intuición sensible. Estas afecciones a la sensibilidad que proceden de la experiencia y son a posteriori constituyen la materia de conocimiento, que inmediatamente son ordenadas a priori mediante las formas de la sensibilidad.
Todo objeto se da en un espacio y en un tiempo, estas son las formas a priori de la sensibilidad, además son formas subjetivas de la sensibilidad humana, es decir, pertenecen al sujeto y no a las cosas. Son intuiciones puras, porque carecen de contenido empírico.
En segundo lugar, respecto a la analítica trascendental, es necesario decir que para pensar o entender los objetos previamente se tienen que dar, por eso, intuiciones y pensamientos tienen que estar en relación. Se piensa mediante conceptos, pero solo pensar no es conocer; se necesita entonces la intuición y el concepto, que sin contenidos están vacíos.
Analítica trascendental
- El entendimiento produce conceptos empíricos, para comprender las impresiones, deben estar previamente ordenadas espacio-temporalmente (fenómenos); estos fenómenos eran para Kant manifestaciones sensibles de los objetos al sujeto.
Kant denomina “categorías” a los conceptos puros del entendimiento; mediante estas, el entendimiento ordena y valora los datos, sometiéndolos a priori; es decir, los conceptos resultan de aplicar las categorías a las intuiciones sensibles espacio-temporalmente ordenadas. Para Kant las categorías son tantas como juicios, ya que considera que las categorías pertenecen al entendimiento, además estas no proporcionan conocimientos sin sus correspondientes intuiciones sensibles.
La conclusión de la analítica trascendental es que son posibles los juicios sintéticos a priori en la física: los conceptos puros de la física no se basan en la experiencia, aunque han de verificarse en la experiencia.
En tercer lugar, en lo que respecta a la dialéctica trascendental, Kant expresa que la dialéctica es la lógica de la ilusión. Fenómeno e ilusión son distintos, pero aquí se trata de la ilusión transcendental, que ocurre cuando la razón supera la experiencia, como una tendencia natural.
El campo de la ciencia está limitado a la experiencia. De esta manera actúan la sensibilidad y el entendimiento como fuentes de conocimiento. La razón está acosada por preguntas que la superan, pero que no puede evitar. Por esto, se siente impulsada a ir más allá en una tendencia unificadora, que aspira al incondicionado. En su tendencia produce ideas (los ideales de la razón).
La razón tiende a trascender los juicios del entendimiento en el afán de alcanzar a su unificación, buscar juicios generales para alcanzar los objetos de la metafísica que son ideas de la razón, es decir, formas a priori sin correlatos sensibles. Según Kant, es necesario someter a crítica todo esto. Así, Kant examina las tres ideas de la razón que son los objetos de la metafísica.
El sujeto pensante da lugar a los cuatro paralogismos (razonamiento falso o incorrecto) de la psicología: la idea de inmortalidad excede el campo de la experiencia.
Metafísica
- El mundo como conjunto de todos los fenómenos o el contenido de la cosmología: la idea de mundo produce cuatro antinomias (contradicción entre dos tesis).
- Dios o el contenido de la teología. La idea de ser supremo, se expresa en las pruebas tradicionales para demostrar la existencia de dios: ontología, cosmología y psicología.
Así, la metafísica es imposible como ciencia; además no siguió el camino seguro de esta, permaneciendo en un puro tanteo.
Por último, podemos concluir diciendo que la llamada revolución copernicana o giro copernicano en filosofía, consiste en rechazar la concepción tradicional del conocimiento, rechazar que el sujeto se deba someter a las cosas para conocerlas, y considerar que el sujeto es activo. Por tanto, sólo podemos conocer a priori de las cosas aquello que antes hemos puesto en ellas; admitiendo entonces que solo conocemos los fenómenos y no las cosas en sí mismas o nóúmenos.