Introducción a la Filosofía: Conceptos Clave, Épocas y Pensadores

1. Resumen de la Filosofía Antigua

Los primeros filósofos se preguntaron sobre el origen de la naturaleza (physis) y si la multiplicidad de cosas que vemos podía, en realidad, obedecer a las distintas maneras de manifestarse un único principio (arché).

Entre los siglos V y IV antes de Cristo, surge el llamado movimiento sofístico, que se centra, entre otras cosas, en el concepto de “verdad” y en la exploración de las posibilidades lógicas del lenguaje, así como su aplicación a la política.

El más importante discípulo de Sócrates, llamado Platón, afirmó que, además de este mundo que vemos (físico, material y cambiante), existía otro plano del ser, otro mundo, fuera del espacio y el tiempo, de carácter inmutable y perfecto, en el que se encuentran las Ideas. El conocimiento se produce cuando, según Platón, llegamos a recordar esas Ideas pues, al nacer e introducirse el alma en el cuerpo, se produce una especie de amnesia (conocer es recordar).

El más conocido discípulo de Platón fue Aristóteles, quien, aunque influenciado por las ideas de Sócrates y Platón, desarrolló su propio sistema filosófico. Fue discípulo de Platón durante 20 años en la Academia platónica, siendo después tutor de Alejandro Magno. Tras la muerte de Aristóteles en el 322 a.C. (y la de Alejandro Magno en 323 a.C.), empezó la etapa helenística. Esto dio lugar a nuevas escuelas filosóficas como el estoicismo, el epicureísmo y el escepticismo. Estas escuelas se caracterizaban por centrarse en la ética y en cómo debemos vivir.

Vocabulario Filosófico Clave

  • Filosofía: Amor o amistad (philo) por la sabiduría (sophia). Consiste en el deseo de saber y conocer.
  • Pitágoras: Se dice que fue el primero en llamarse filósofo, al afirmar que “ninguno de los hombres es sabio, sino solo Dios”, y que el hombre debe ser llamado filósofo (amante de la sabiduría).
  • Mitos: Uno de los primeros intentos del ser humano por explicar y comprender la naturaleza y a nosotros mismos, a menudo recurriendo a narraciones simbólicas.
  • Estoicismo: Concepción ética según la cual el bien no reside en los objetos externos, sino en la sabiduría y el dominio del alma, que permite liberarse de las pasiones y aceptar el destino.
  • Logos: Razón o pensamiento racional que asume que todos los fenómenos tienen una naturaleza inteligible que permite su conocimiento.
  • Epicureísmo: Escuela filosófica cuya idea principal es que el placer (entendido como ausencia de dolor y tranquilidad del alma) constituye el bien supremo y la meta más importante de la vida.
  • Antropomorfismo: Atribución de características y cualidades humanas a seres no humanos (dioses, animales, fuerzas de la naturaleza). Común en los mitos al recurrir a personajes legendarios y personificar o divinizar las fuerzas naturales.
  • Metafísica: Literalmente «más allá de la física». Designa la parte de la filosofía que se ocupa del ser en cuanto ser, de las propiedades de todo lo que existe y de las causas últimas de la realidad.
  • Epistemología: Rama de la filosofía que se ocupa de las cuestiones relativas al origen, la naturaleza, los límites y la validez del conocimiento.
  • Fe: Creencia que se admite sin necesidad de pruebas racionales o empíricas, a menudo basada en la revelación o la autoridad.
  • Empirismo: Corriente filosófica que considera la experiencia sensible como la única o principal fuente de conocimiento, tomando como punto de partida los datos de los sentidos.
  • Fenomenología: Corriente filosófica que, como reacción frente al exagerado cientificismo del siglo XIX, pretende describir las estructuras esenciales de la experiencia y situar al sujeto (conciencia) en el centro del conocimiento.

2. Recorrido por los Periodos de la Filosofía Occidental

Filosofía Medieval

  • La Patrística fue la primera gran escuela filosófica cristiana. Su figura más destacada es San Agustín de Hipona. Trata fundamentalmente la relación entre razón y fe.
  • En el siglo XII se reintroduce en Occidente la filosofía de Aristóteles. Las ideas aristotélicas, integradas con el pensamiento cristiano, dieron lugar al movimiento conocido como Escolástica.
  • Santo Tomás de Aquino presentará cinco vías para argumentar racionalmente a favor de la existencia de Dios. Estas son:
    1. La vía del movimiento
    2. La vía de la causa eficiente
    3. La vía de la contingencia y el ser necesario
    4. La vía de los grados de perfección
    5. La vía de la finalidad (o del gobierno del mundo)
  • Guillermo de Ockham, en el siglo XIV, es el máximo exponente del nominalismo. Para él, los conceptos genéricos (universales) son creaciones humanas que nos permiten ordenar y comprender el mundo, pero no tienen existencia real fuera de la mente o del lenguaje.

Renacimiento y Filosofía Moderna

  • El Renacimiento se generaliza en Europa a partir del siglo XV. Aunque persiste una visión cristiana del mundo, este período se caracteriza por el humanismo: el ser humano es situado en el centro de la reflexión filosófica en tanto que ser natural e histórico.
  • La Modernidad (siglos XVII-XVIII) se centra en gran medida en la teoría del conocimiento (epistemología). Surgen dos grandes corrientes:
    • Racionalismo (Descartes, Malebranche, Spinoza, Leibniz): Sostiene la primacía de la razón como fuente y criterio del conocimiento verdadero.
    • Empirismo (Hobbes, Locke, Berkeley, Hume): Defiende que la experiencia sensible es el origen y límite del conocimiento; la razón ha de tomar como punto de partida los datos de los sentidos.
  • La Ilustración (siglo XVIII) ofrece una nueva visión de la vida que rompe con muchas de las creencias tradicionales. La intención es fomentar el espíritu crítico, la autonomía de la razón y la libertad de pensamiento, lo que se refleja en el lema de Kant: «Sapere aude!» (¡Atrévete a saber!). Los ilustrados reclaman la emancipación del ser humano de tutelas externas (políticas, religiosas).
  • El Romanticismo (finales del siglo XVIII y primera mitad del XIX) reacciona contra el racionalismo ilustrado y conlleva una exaltación de la libertad, los sentimientos, la individualidad y la intuición.

Filosofía Contemporánea

  • Lo que define a gran parte de la filosofía contemporánea (desde mediados del siglo XIX hasta hoy) es su talante crítico y su actitud de denuncia y sospecha hacia las estructuras sociales, culturales y económicas. Esto se aprecia sobre todo en las corrientes iniciadas por los llamados «maestros de la sospecha»:
    • Marxismo (Marx): Crítica de la ideología y la alienación económica.
    • Psicoanálisis (Freud): Descubrimiento del inconsciente y crítica de la represión cultural.
    • Vitalismo/Irracionalismo (Nietzsche): Crítica de la moral tradicional y la cultura occidental.
  • Otras corrientes importantes incluyen:
    • Fenomenología (Husserl, Merleau-Ponty): Pretende volver «a las cosas mismas», describiendo la experiencia tal como se presenta a la conciencia, situando al sujeto (al yo) en el centro del conocimiento.
    • Neopositivismo y Filosofía Analítica (Russell, Wittgenstein, Círculo de Viena): Interés en el análisis lógico del lenguaje, la ciencia y el conocimiento.
    • Existencialismo (Kierkegaard, Sartre, Camus, Simone de Beauvoir): Énfasis en la libertad radical, la responsabilidad individual, la angustia y la condición humana en un mundo sin sentido predefinido.
    • Personalismo (Mounier, Maritain): Reconoce el valor y la dignidad intrínseca de la persona como principio fundamental.
    • Estructuralismo (Lévi-Strauss, Foucault -en su primera etapa-, Lacan): Método de estudio de las ciencias humanas que busca las estructuras subyacentes (a menudo inconscientes) que determinan los fenómenos culturales y sociales.
    • Hermenéutica (Gadamer, Ricoeur): Teoría de la interpretación. Sostiene que los acontecimientos y ámbitos de lo humano no pueden conocerse mediante una explicación puramente objetiva, sino que requieren una comprensión e interpretación subjetiva situada históricamente.
    • Escuela de Frankfurt (Teoría Crítica) (Horkheimer, Adorno, Marcuse, Habermas): Se propone una crítica radical de la razón instrumental y de todo aquello que contribuye a la dominación y deshumanización en la sociedad contemporánea.

3. Diferencia entre Conocimiento, Opinión y Creencia

Distinguir entre conocimiento, opinión y creencia es fundamental en epistemología. Estos términos se refieren a diferentes estados mentales y grados de certeza respecto a la verdad de una proposición.

  • Opinión: Es una apreciación subjetiva sobre la realidad de la que no estamos completamente seguros y que no podemos probar de manera concluyente ante los demás. Desde el punto de vista subjetivo, no nos atrevemos a afirmar que estamos totalmente convencidos de ella. Solemos expresarla con frases como «opino que…» o «me parece que…». Ejemplo: «Opino que van a expulsar a Álex, porque su madre está muy enfadada». Es una apreciación personal basada en indicios, pero sin certeza absoluta.
  • Creencia: Se da cuando alguien está subjetivamente convencido de que lo que piensa es verdad, pero no puede aducir una justificación objetiva que pueda ser aceptada universalmente o probada rigurosamente. La convicción es fuerte a nivel personal, pero carece de pruebas intersubjetivas. Ejemplo: «Creo en el karma».
  • Conocimiento: Se considera tradicionalmente como una creencia verdadera y justificada. Es decir, es una opinión fundamentada tanto subjetiva como objetivamente. Para que algo sea conocimiento, no basta con creer que es verdad y que, efectivamente, lo sea; además, debemos poder justificarlo racionalmente o empíricamente, aduciendo razones o pruebas que otros puedan comprobar y aceptar. Es una creencia de la que estamos seguros y que, además, podemos probar o justificar adecuadamente.

En resumen, el conocimiento implica una relación entre un sujeto y un objeto, donde el sujeto «aprehende» o capta las características del objeto. Es una combinación del plano subjetivo (la certeza o convicción) y el plano objetivo (la justificación o prueba).

4. Herramientas para Adquirir Conocimiento

Son los instrumentos o facultades de que disponemos para conocer la realidad que nos rodea.

  • Percepción

    Nos pone en contacto directo con la realidad a través de los sentidos. No percibimos sensaciones aisladas (un color, un olor), sino que nuestro cerebro organiza e interpreta esos datos sensoriales, construyendo una imagen total y significativa del objeto o situación percibida. Agrupa y combina datos simples como olores, colores, tactos, sonidos, etc., en una unidad coherente.

  • Memoria

    Nos permite retener la información adquirida a través de la percepción (y otras vías) y recordarla en el futuro. La memoria posibilita el aprendizaje, ya que podemos almacenar y recuperar experiencias pasadas, y es fundamental para construir nuestra identidad personal y nuestra continuidad como sujetos a lo largo del tiempo.

  • Imaginación

    Es la capacidad de representar mentalmente objetos, situaciones, personas o cosas que no están presentes ante nuestros sentidos en ese momento. Con la imaginación podemos modificar y crear imágenes nuevas con mayor libertad y espontaneidad que con la simple percepción o memoria. Se distinguen dos funciones o tipos:

    • Imaginación reproductora: Intenta representar la realidad de la forma más fiel posible, basándose en datos de la memoria.
    • Imaginación creadora (o fantasía): Recrea, inventa o anticipa nuevas imágenes, ideas o posibilidades, combinando elementos de formas novedosas.
  • Inteligencia

    Es la capacidad general de procesar información: pensar, entender, asimilar, elaborar conceptos, razonar y utilizar la información para resolver problemas y adaptarse al entorno. Etimológicamente, «inteligencia» (intus legere) significa «leer dentro» o «saber elegir». Esta capacidad nos permite procesar la información captada por los sentidos y comprendida por el pensamiento, para escoger la mejor opción o respuesta ante una situación. En el caso de los seres humanos, la inteligencia adquiere una cualidad distintiva gracias a la capacidad simbólica, que posibilita el uso de un lenguaje articulado complejo y la abstracción mental (formar conceptos, razonar sobre lo universal y lo posible).

Es evidente que estas cuatro herramientas (percepción, memoria, imaginación e inteligencia) no están desligadas entre sí, sino que suelen trabajar conjuntamente, retroalimentándose, en todo proceso de conocimiento.

5. ¿Qué es la Abstracción?

La abstracción es una operación mental fundamental que consiste en aislar conceptualmente una propiedad o característica específica de un objeto o conjunto de objetos, considerándola por separado de otras propiedades con las que en la realidad está unida, prescindiendo del resto de características particulares.

Mediante procesos de abstracción construimos los conceptos. Por ejemplo, a partir de la observación de múltiples objetos blancos (una pared blanca, nieve blanca, una hoja blanca), abstraemos la cualidad «blanco» y formamos el concepto universal de ‘blancura’. De manera similar, a partir de la experiencia de objetos blancos, rojos, amarillos, etc., abstraemos la propiedad común de ‘color’.

El pensamiento humano se caracteriza por la utilización de conceptos abstractos. Un ser humano adulto posee una amplia red de conceptos interrelacionados, y constantemente estamos formando conceptos nuevos, como demuestran los progresos científicos y culturales.

6. Las Tres Facultades del Conocimiento según Kant

En el siglo XVIII, el filósofo Immanuel Kant intentó superar la disputa entre racionalistas y empiristas formulando una explicación del proceso de conocimiento que integrara aspectos de ambas corrientes. Según Kant, el conocimiento humano es posible gracias a la intervención conjunta de tres facultades principales:

  • Sensibilidad

    Es la facultad pasiva de recibir datos o impresiones del exterior a través de los sentidos. Sin estos datos empíricos, no podríamos descubrir nada nuevo sobre el mundo y, por tanto, no podríamos lograr conocimiento alguno (crítica al racionalismo extremo). Sin embargo, la sensibilidad no recibe los datos en bruto, sino que los organiza necesariamente en el espacio y el tiempo, que Kant considera «formas a priori de la sensibilidad». El espacio y el tiempo no son propiedades de las cosas en sí mismas, sino las estructuras innatas (los «recipientes») en las cuales nuestra sensibilidad ordena los datos que provienen del exterior. Sin una ubicación espacial y temporal, nada puede ser procesado por nuestra mente.

  • Entendimiento

    Los datos percibidos y ordenados espacio-temporalmente por la sensibilidad son todavía una multiplicidad inconexa de intuiciones. Es necesaria otra facultad, el entendimiento, que es activa y se encarga de unificar y estructurar estos datos mediante conceptos. El entendimiento aplica espontáneamente ciertas estructuras innatas llamadas categorías (o «conceptos puros a priori») para sintetizar los datos de la experiencia y formar juicios. Las categorías (como sustancia, causalidad, unidad, pluralidad, etc.) no se derivan de la experiencia (crítica al empirismo extremo), sino que son condiciones necesarias que el sujeto impone para poder pensar y comprender la realidad fenoménica. Por ejemplo, la categoría de sustancia nos permite percibir la realidad como constituida por objetos permanentes con propiedades, y la categoría de causalidad nos permite conectar unos fenómenos con otros estableciendo relaciones de causa-efecto necesarias. Sin las categorías, la experiencia sería un caos ininteligible.

  • Razón

    Es la facultad superior del pensamiento, que nos impulsa a buscar la máxima unidad y explicación de nuestro conocimiento, yendo más allá de la experiencia posible. La razón nos induce a preguntarnos el porqué último de las cosas. A cada respuesta que obtenemos, la razón nos invita a buscar una explicación más fundamental, aspirando a lo incondicionado. En esta búsqueda, la razón forma las llamadas «Ideas metafísicas» (Dios, Alma, Mundo como totalidad), que no tienen un origen directo en la experiencia sensible ni pueden ser aplicadas legítimamente a ella por el entendimiento para producir conocimiento científico. Según Kant, aunque la razón construye inevitablemente estas Ideas metafísicas en su afán de totalidad, no puede haber conocimiento objetivo sobre las entidades metafísicas (noúmenos o cosas en sí), pues estas trascienden los límites de la experiencia posible. La razón no puede ni afirmar ni negar dogmáticamente su existencia basándose en la experiencia. En el ámbito de lo metafísico, lo que cabe no es el conocimiento, sino la fe racional o la creencia, especialmente en el contexto de la moralidad.

Kant concluye que tanto racionalistas como empiristas tenían parte de razón, pero se equivocaban al absolutizar una única fuente de conocimiento. El conocimiento requiere tanto de la experiencia (sensibilidad) como de las estructuras a priori del sujeto (entendimiento).

7. Cuatro Criterios de Verdad

Para distinguir lo verdadero de lo falso, necesitamos criterios que nos permitan reconocer la verdad de nuestras proposiciones o creencias. Algunos de los criterios más importantes son:

  1. La Evidencia

    Un conocimiento es evidente cuando se presenta a la mente con tal claridad y distinción que produce una certeza inmediata que nos impide dudar de su verdad. Aunque no siempre podamos probarlo externamente de forma rigurosa, su verdad se nos impone de forma directa e indudable a nivel intuitivo o racional. Ejemplo clásico: «Pienso, luego existo» de Descartes.

  2. La Coherencia

    Según el criterio de coherencia, una proposición es verdadera si es lógicamente compatible con el conjunto de proposiciones que ya aceptamos como verdaderas dentro de un sistema determinado (científico, lógico, etc.). Es decir, una proposición es verdadera si no entra en contradicción con el resto de nuestro saber aceptado. Ejemplo: la proposición “Si sigues caminando hacia el horizonte en línea recta, llegarás al fin del mundo (borde)” es falsa porque contradice numerosas proposiciones científicas bien establecidas sobre la forma esférica de la Tierra.

  3. Las Consecuencias Prácticas (Utilidad o Éxito)

    Este criterio, asociado al pragmatismo, sostiene que una proposición es verdadera si su aplicación práctica resulta útil, beneficiosa o conduce al éxito en la resolución de problemas o en la adaptación al medio. Una idea es verdadera si funciona. Una proposición es verdadera si su puesta en práctica tiene resultados positivos; en cambio, una proposición es falsa si las consecuencias de su aplicación son negativas o ineficaces.

  4. El Consenso

    Este criterio defiende que la verdad no es un asunto puramente individual, sino que debe poder ser comunicada y compartida por una comunidad. Una proposición es considerada verdadera si hay un acuerdo o consenso sobre ella entre los miembros de una comunidad relevante (por ejemplo, la comunidad científica, o una comunidad de diálogo ideal). Este criterio se basa en la idea de que el conocimiento aspira a la objetividad y, por tanto, debe ser compartible y aceptable por todos (o al menos por aquellos que usan la razón y tienen acceso a la información pertinente), no exclusivo de una persona en particular. La verdad se construye a menudo a través del diálogo y el debate intersubjetivo.

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