La Teoría de los Valores según Max Scheler
Para Max Scheler, los valores son cualidades independientes de los bienes y de nuestras percepciones subjetivas. No cambian en sí mismos; lo que varía es nuestra percepción de ellos. Cada época y cultura descubre ciertos valores e ignora otros.
Según Scheler, los valores se organizan jerárquicamente:
- Valores religiosos (sagrado/profano): Ocupan la posición más alta.
- Valores espirituales: (bello/feo, justo/injusto, verdadero/falso)
- Valores vitales: (noble/vulgar)
- Valores sensoriales o hedonísticos (agradable/desagradable, útil/dañino): Se encuentran en el nivel más bajo.
Scheler no propone renunciar a los valores inferiores, sino vivirlos de manera que estén ordenados hacia los superiores. Así, cada acción correcta en lo cotidiano se convierte en una forma de alabar a Dios, ya que los valores religiosos están en la cima.
La Tabla de Valores Personal y Social
La «tabla de valores» es el orden jerárquico de los valores que rigen en una sociedad o comunidad. Cada persona tiene su propia tabla de valores, formada a partir de tres fuentes principales:
- Normas sociales: Lo que se considera normal y aceptable en la sociedad en la que vivimos.
- Educación y aprendizaje: Lo que se nos enseña en instituciones educativas y en la familia.
- Experiencia personal: Lo que descubrimos a través de nuestras propias vivencias.
En esta tabla, no todos los valores tienen la misma importancia. Algunos son más fundamentales y arraigados, mientras que otros son más superficiales y nos afectan menos.
Nuestra tabla de valores influye en cómo percibimos la realidad y en cómo actuamos. Los valores son criterios que guían nuestras acciones y nos ayudan a elegir fines y medios.
Utilidad de los Valores
Los valores cumplen varias funciones:
- Guía para la acción: Nos indican cómo debemos comportarnos.
- Guía para la evaluación: Nos permiten juzgar si nuestra conducta es adecuada.
- Base para la racionalización: Justifican por qué un hecho puede ser aceptable en ciertas situaciones y no en otras.
Crisis de Valores
La crisis de valores se produce cuando una tabla de valores tradicional pierde vigencia en una sociedad debido a la aparición de nuevos valores.
Diferencia entre Valores e Ideologías
- Ideología: Es un sistema de creencias valorativas que une a las personas en grupos con ideas compartidas, que buscan defender y promover. Son un factor clave de cohesión social.
- Valores: No solo están integrados en las ideologías, sino que gobiernan las creencias sociales de manera más amplia. Pueden ser utilizados de forma positiva o negativa, según los intereses de grupos particulares.
El Acto Valorativo
El acto valorativo es el proceso mediante el cual captamos o atribuimos valor a un objeto. Las cosas adquieren valor para nosotros porque adoptamos una posición positiva o negativa hacia ellas.
Existen dos tipos de juicios:
- Juicios de existencia: Describen las características objetivas de las cosas. Nuestra conciencia es neutral al enunciarlos.
- Juicios de valor: Expresan nuestra apreciación subjetiva de las cosas. No modifican las características reales, sino cómo las percibimos.
Elementos del Acto Valorativo
- Sujeto: La persona que valora.
- Objeto: La persona, cosa, acto, hecho o idea que se valora.
- Cualidad: La característica que da valor al objeto.
- Actitud: La aceptación o rechazo del sujeto hacia el objeto.
- Selección: La elección del objeto específico.
- Relación: La conexión intencional entre el sujeto y el objeto.
Juicios de Valor y Juicios de Ser
- Juicios de ser: Afirman lo que los objetos *son*, independientemente de nuestra apreciación. Ejemplos: «Luis mide 1.80 metros», «Las rosas son rojas».
- Juicios de valor: Expresan nuestra apreciación de los objetos, lo que significan para nosotros. Ejemplos: «Luis es honesto», «Las rosas son hermosas».
Un juicio valorativo es un enunciado que no describe hechos, sino actitudes de un sujeto ante personas, cosas o situaciones. Expresa la preferencia o la importancia que alguien atribuye a ciertas propiedades.
Fundamentación de los Juicios de Valor
El problema de la fundamentación de los juicios de valor se plantea si cualidades como «vistoso», «malo» u «horrible» existen en las cosas mismas o solo en el sujeto que las percibe.