John Locke: Empirismo, Ciencia y Política en el Siglo XVII

Inicios en Oxford y la Influencia de la Ciencia

Cuando John Locke estudió en Oxford, apenas tenía acceso a las corrientes filosóficas de su tiempo; tan sólo podía aprender la filosofía escolástica de orientación tomista. La filosofía tomista abordaba la teoría del conocimiento desde la teoría clásica aristotélica. El objeto del conocimiento era la esencia de las cosas, entendida como lo que éstas tienen en común y a la vez las identifica como tales. Así, la esencia del hombre es ser animal racional, y esta esencia racional es justo lo que todos los hombres tienen en común y, a la vez, los distingue de los brutos. Pero este conocimiento, fundado en la mera deducción de universales, no aportaba nada nuevo al conocimiento exigido por la emergente y novedosa experiencia científica. Kepler, Copérnico, Tycho Brahe y Galileo habían emprendido un camino de observación que difícilmente podía conformarse con abstracciones y universales lógicos. Locke, dada además su formación médica, tampoco podía conformarse con el ejercicio de silogismos que nada aportaban al conocimiento de la realidad.

Colaboración con Robert Boyle y el Método Científico

El joven Locke trabajó con el científico Robert Boyle, fundador de la química moderna, quien le mostró las ventajas reales del método científico. En 1665, en su viaje a Francia, profundiza en la filosofía racionalista de Gassendi y Descartes. Para la crítica de la escolástica es válida, pero hay algo que no le convence: la afirmación de Descartes de que las ideas fundamentadoras de la ciencia no procedan de la experiencia sino de la razón. Pronto reaccionó contra el racionalismo, negando la posibilidad de dichas ideas innatas. La teoría de un conocimiento apriorístico le parecía inverosímil. Mucho más creíble era suponer la experiencia como única fuente del conocimiento, de modo que la razón resultaría ser tan sólo una forma de componer las ideas procedentes de nuestra experiencia sensible. Se colocaba así del lado del empirismo ya existente.

Influencias de Francis Bacon y la Teoría de los Corpúsculos

Naturalmente, conocía la teoría de Francis Bacon. Su método observacionista se había extendido gracias, entre otros, a John Wilkins, fundador del Wadham College (institución que posteriormente se denominará English Royal Society) y a otros interesados en la medicina. Pero Boyle, sucesor de Wilkins en la dirección de la Sociedad, le hizo ver al joven Locke que la mayor parte de los procesos naturales no se dan a la observación. La naturaleza, como dirá el propio Locke, es como un gran reloj del que vemos su caja, la esfera, las agujas, pero del que jamás podemos observar sus complejos mecanismos. En efecto, Boyle había estudiado la materia y se había dado cuenta de que gran parte de los procesos acontecen a una escala no visible para el observador. Por tanto, había que suponer la existencia y actividad de pequeños corpúsculos que, al combinarse, formaban las cualidades de la materia. Estos corpúsculos no se veían, pero había que suponer su actividad a la manera mecánica, tal como podía ser observada en la realidad a escala visible. Y si la experiencia apoyaba dichas suposiciones o hipótesis, habría que darlas por buenas, por más que no existiera forma de observar tan minúsculas partículas. También conoció a Newton y no fue ajeno a los desarrollos de la física mecánica; de hecho, su concepción de la naturaleza posee un carácter mecanicista.

Entrada en la Política y la Influencia de Lord Ashley

En 1666, de manera fortuita, conoció a uno de los hombres más ricos de Inglaterra, Lord Ashley. Éste acabó pidiéndole que se trasladara a Londres para ser su médico personal y el preceptor de su hijo. Locke aceptó y, de este modo, surgió una amistad entre médico y enfermo que duraría toda la vida. Amistad que le llevaría a un compromiso con la vida política e influiría decisivamente en los planteamientos teórico-políticos del filósofo. Con anterioridad, había leído a Hobbes y sus planteamientos eran bastante cercanos al teórico de la legitimación absolutista, pero bajo la influencia de su amigo adoptó las ideas liberales de los whigs, un movimiento recién fundado por Ashley. Con el tiempo, cuando triunfe la Revolución Gloriosa en 1689, Locke se convertirá en el ideólogo de los whigs, y sus teorías sobre el poder parlamentario, sobre la libertad, la propiedad y la tolerancia recorrerán toda Europa y llegarán a América para influir en la revolución norteamericana. Sin embargo, todavía habría de pasar un siglo para que los regímenes políticos se flexibilizaran y liberalizaran. En 1679, Shaftesbury es nombrado Presidente del Consejo Real, pero en 1682 tuvo que huir por estar implicado en una conspiración que perseguía la insurrección contra el rey Carlos II.

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