John Locke: Filosofía Política y la Defensa del Liberalismo

1. Introducción: Caracteres Generales del Empirismo

Con el empirismo podemos referirnos a dos cosas:

  1. A la concepción que sostiene que nuestro conocimiento se origina de la experiencia.
  2. Al movimiento filosófico inglés de la Modernidad.

Las tesis principales que compartieron los empiristas fueron:

  1. Nuestro conocimiento procede de la experiencia sensible: Única fuente de nuestras ideas, es el conocimiento sensible, única fuente de conocimientos e ideas; sin ellos, nuestra mente no alcanzaría ningún tipo de conocimiento y estaría vacía.
  2. No hay contenidos mentales innatos.
  3. El límite de nuestro conocimiento lo pone la experiencia sensible.
  4. Para los racionalistas, el criterio de verdad lo constituye la evidencia intelectual; para los empiristas, lo constituye la evidencia sensible.
  5. El modelo de saber ideal son las ciencias empíricas o de la naturaleza, como la física.
  6. Nuestro conocimiento nos lleva a conocer solo un determinado número de hechos.

2. Estado de Naturaleza y Contrato Social en Locke

Antes de Locke, Hobbes ya había distinguido entre estado de naturaleza y de sociedad política surgido del pacto o contrato social. Hobbes defendió la teoría del contrato o pacto social: el Estado y el poder político no proceden ni directa ni indirectamente de Dios, sino que el Estado y el poder se asientan en un pacto o acuerdo libre entre los hombres. Para Hobbes, el Estado ideal es el de la monarquía absoluta; los hombres en el estado de naturaleza pactan renunciar a todo poder político y se lo dan completamente al Estado. El Estado pasa a tener un poder absoluto e indivisible, en donde ya no queda espacio en la sociedad para la tolerancia ni para la desobediencia civil. La libertad de los ciudadanos solo puede ejercerse dentro del espacio que dejan las leyes.

Con Locke se propone y legitima todo lo contrario:

  1. La limitación del poder absoluto del Estado.
  2. La división del poder del Estado en diversos poderes que serán detentados por diferentes instituciones de la sociedad.
  3. Defensa de la tolerancia, desobediencia civil y de libertades y derechos de todos los miembros de la sociedad.

2.1 El Estado de Naturaleza según Locke

Locke define el estado de naturaleza como aquel en el que los hombres viven juntos, siguiendo los dictados de la razón y sin tener un superior común que dirima los conflictos entre ellos, pudiendo permanecer los hombres en este estado de naturaleza hasta que por propia voluntad decidan convertirse en miembros de una sociedad política.

Para Hobbes, en el estado de naturaleza impera la ley del más fuerte y hay una situación de guerra de todos contra todos. Para Locke, en el estado de naturaleza no se da nada de esto. Ni se da la guerra permanente, ni la violación del estado de naturaleza, ni tampoco es un estado de libertinaje y de reinado de la ley del más fuerte, sino, por el contrario, un estado de libertad y ley natural: una ley moral natural que obliga en conciencia a todos y por la que todos deben regirse. Esta ley natural comporta tanto unos deberes como una serie de derechos naturales inalienables y comunes, que Dios mismo garantiza al ser todos los hombres criaturas suyas; ha puesto en todos ellos tales derechos y deberes, haciéndolos a todos iguales y libres, por lo que todos están obligados a gobernarse por la ley natural.

2.2 El Pacto Social y el Estado Surgido de Él

Dios puso en los hombres fuertes necesidades e inclinaciones para impulsarlos a la sociedad, algo natural al hombre. Conforme a la naturaleza humana, la sociedad civil o política satisface necesidades humanas; surgió como consecuencia de un pacto o contrato que los hombres han realizado. Como en el estado de naturaleza:

  1. Cada individuo tiene que ocuparse de que la ley natural se cumpla, castigando a quien la incumpla.
  2. Es muy difícil ser imparcial cuando uno tiene que ser juez de su propia causa, poniéndose en peligro.
  3. El individuo puede no tener fuerza suficiente para imponer su razón.
  4. En la práctica, es difícil reservar los derechos y libertades de todos.

Los hombres pactaron la renuncia a su derecho natural de defenderse, de ejecutar la ley natural y de ser juez de su propia causa, trasladando ese derecho a la comunidad o sociedad política. Le corresponde ahora garantizar los derechos naturales y juzgar con imparcialidad a los agresores, imponiendo normas y ejerciendo la autoridad necesaria para la defensa de los derechos naturales y castigo de los agresores.

El pacto entre individuos dio lugar a la sociedad civil o comunidad política y a la autoridad del Estado, pues a los individuos les interesó reservar sus libertades y derechos naturales (propiedad privada). El Estado tendrá que velar por la paz y la convivencia, puesto que se dan diversidad de opiniones entre los hombres, fruto de distintas vías individuales de búsqueda de felicidad; esta función de decidir ha de hacerla el Estado aceptando la tolerancia. El Estado surgido del pacto social se atiene a dos condiciones irrenunciables:

  1. La sociedad política no puede ir contra el estado de naturaleza: Sería dar lugar a una sociedad política antinatural. El Estado deberá constituirse ejerciendo su autoridad para dictar leyes que los protejan y para juzgar y sancionar a los individuos que no los respeten.
  2. El fundamento racional de la sociedad política reside en el consenso: El Estado y la sociedad política que va unida a él surgieron por un pacto o contrato; es decir, que los individuos del estado de naturaleza consintieron en entregar el poder necesario al Estado para que él persiga y vele que los fines propios de la sociedad se alcancen sin detrimento alguno de lo que la ley moral natural manda y los derechos naturales conceden a todos los individuos. John Locke se opone al poder absoluto y proclama el consenso y el pacto social como fundamento racional de la sociedad política.

3. La División de Poderes

Locke consideró que era necesaria la división del poder, otorgado al Estado, en diversas instituciones que lo compondrían. El poder debe estar constituido por el Rey con ministros y un Parlamento. En este es donde se expresa la soberanía popular y donde se hacen las leyes que debe cumplir el Rey y el pueblo; la soberanía reside en el pueblo y en la ley. Así nace uno de los pilares básicos de la democracia moderna: según Locke, en tres clases:

  • Poder Legislativo: Es el que se le concede al Parlamento, elegido por el pueblo para elaborar leyes que apacigüen la ciudad y todo esté en calma. Para él, este poder era el más supremo; los demás poderes que radiquen en otros miembros deben derivarse de él. El Parlamento es el poder supremo de la sociedad, pero dado que es elegido por el pueblo, es indirectamente el mismo pueblo el que, por medio de sus representantes, ejerce el poder supremo del Estado. La ley emana de la voluntad de los ciudadanos. El poder legislativo no puede ir contra la libertad y el derecho de los individuos de la sociedad. Las leyes que emanen del Parlamento tienen que estar hechas para el bien común y ser iguales para todos. El poder legislativo tiene que tener presente:
    1. Promulgar leyes iguales para todos.
    2. Las leyes han de mirar al bien del pueblo.
    3. No pueden establecerse impuestos sin el consentimiento del pueblo.
    4. El Parlamento no puede transferir el poder de promulgar leyes a personas o asambleas distintas de él que no hayan sido aprobadas por el pueblo.
  • El Poder Ejecutivo: Lo tiene el monarca y su gobierno. Tiene la misión de aplicar las leyes dictadas por el Parlamento.
  • El Poder Federativo: Recae en el monarca y su gobierno; se ocupa de la seguridad e intereses públicos en el exterior, es decir, de la política internacional y de las relaciones del Estado con los demás Estados.

Esta división de poderes nos hace ver que la autoridad del Estado se sostiene en los principios de la soberanía popular y la legalidad que emana del Parlamento.

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