El concepto de razón vital de José Ortega y Gasset
La doctrina del punto de vista
El capítulo décimo de El tema de nuestro tiempo (1923), obra de José Ortega y Gasset, presenta la doctrina del punto de vista. En esta obra, Ortega y Gasset plantea el concepto de generación como clave para comprender la historia. Una generación se define como el conjunto de seres humanos que comparten una sensibilidad en un momento histórico determinado. Cada generación, por lo tanto, comienza y termina con un cambio de sensibilidad.
La sensibilidad, según Ortega y Gasset, es la forma en que el ser humano percibe y comprende su vida. Para el filósofo, definir la sensibilidad es esencial para entender una época. Cada generación se compone de una vanguardia (una minoría selecta que impulsa los cambios en la sensibilidad) y una masa que se resiste a estos cambios.
En su obra, Ortega y Gasset aborda el tema central de su generación: “sustituir la razón pura por una razón vital”. Para lograr este objetivo, se enfrenta al racionalismo y al relativismo, proponiendo la doctrina del punto de vista como su postura filosófica sobre el conocimiento y la realidad. Según esta doctrina, cada individuo es “yo y circunstancia”, y solo desde esa perspectiva única puede captar la realidad de una forma particular, obteniendo una verdad parcial.
La vida como realidad radical
Para Ortega y Gasset, la filosofía es la reflexión sobre la realidad y la búsqueda de clarificación de nuestra vida, entendida como proyecto. El filósofo considera que, a lo largo de la historia, la filosofía no ha resuelto el problema de la realidad. Por ello, propone la creación de una ontología y una antropología donde la vida ocupe un lugar central.
Ortega y Gasset critica tanto al realismo, que asume la realidad de las cosas independientemente del sujeto que las conoce, como al idealismo, que considera al yo como la auténtica realidad, independiente de las cosas. Para él, ni las cosas ni el yo existen de forma independiente, sino que la realidad radical es la coexistencia de ambos: “yo vivo, luego pienso”.
La vida y sus atributos
La famosa frase “yo soy yo y mi circunstancia” describe la vida como realidad radical. La vida no es la suma del yo y las cosas, sino su unidad inseparable. La circunstancia, para Ortega y Gasset, tiene un sentido amplio (el marco histórico y cultural) y uno más concreto (las circunstancias particulares que dan sentido a nuestro entorno).
La vida, según Ortega y Gasset, es dinámica, un quehacer constante en el que actuamos sobre el mundo y el mundo actúa sobre nosotros. No es algo dado, sino algo que hay que construir. Para comprender la vida, Ortega y Gasset propone los siguientes atributos:
- Vivir es sentirse vivir: La vida implica ser conscientes de lo que hacemos y lo que nos sucede.
- Vivir es acción y proyecto: La vida consiste en relacionarnos con las cosas, interpretarlas y definir nuestros proyectos.
- La vida es problemática y está cargada de posibilidades: La vida es imprevisible, incierta y llena de posibilidades.
- La vida es libertad: La circunstancia nos obliga a elegir entre múltiples posibilidades, a decidir lo que queremos ser.
- La vida es lucha y esfuerzo: La vida implica superar obstáculos y luchar por nuestras aspiraciones.
- La vida es “futurición”: La vida se dirige al futuro; es anticipación y preocupación por lo que está por venir.
El conocimiento como perspectiva
En El tema de nuestro tiempo, Ortega y Gasset afirma que cada vida es un punto de vista del Universo. El perspectivismo propone que conocemos las cosas desde una perspectiva vital única y que la verdad total se alcanza mediante la integración de múltiples perspectivas. Con esta postura, Ortega y Gasset busca superar tanto el racionalismo como el relativismo, tomando del primero la idea de verdad universal y del segundo la multiplicidad de la vida.
El raciovitalismo: Razón y vida
El raciovitalismo, la doctrina central del pensamiento maduro de Ortega y Gasset, propone la unión de razón y vida. La razón vital es una función vital, imprescindible para comprender la vida, tomar decisiones y justificar nuestras elecciones.
El raciovitalismo: Razón vital y razón histórica
La razón vital es también razón histórica, capaz de comprender la vida humana en su temporalidad. La interpretación de la historia es siempre problemática y requiere una revisión continua, lo que nos permite descubrir nuevas perspectivas para nuestra vida.
El pensamiento y la filosofía
La razón vital se expresa en el pensamiento, una función vital para el ser humano. Ortega y Gasset distingue entre el conocimiento como método para comprender la vida y el sistema de creencias que aceptamos inconscientemente. El pensamiento, en su sentido pleno, produce ideas que nos orientan en el mundo. La filosofía, por su parte, busca esclarecer la vida y alcanzar una explicación de la realidad sin prejuicios.
El pasado histórico y las generaciones
La vida humana está conectada con la historia. Debemos conocer el pasado para organizar nuestro presente y futuro, sin quedar anclados en la tradición. Ortega y Gasset utiliza el concepto de generaciones para comprender la historia, distinguiendo entre etapas cumulativas (prioridad a la herencia recibida) y épocas eliminatorias y polémicas (ruptura con el pasado).
El hombre y la gente
La vida humana es primariamente individual, pero también existe la vida colectiva. Ortega y Gasset distingue entre relaciones individuales (personales y responsables) y relaciones sociales (impersonales y basadas en los usos sociales).
El hombre masa y el hombre selecto
Ortega y Gasset distingue entre el hombre masa (sin proyecto vital ni exigencias) y el hombre selecto (exigente, responsable y con un proyecto vital). Esta distinción no se basa en la clase social. El problema de nuestro tiempo, según Ortega y Gasset, es la rebelión de las masas, que impide el liderazgo de los hombres selectos. Su propuesta de futuro es la construcción de una gran nación europea que supere este problema.