Ideas y Creencias
Ortega y Gasset distingue dos tipos de ideas en el ser humano: ideas y creencias. Las ideas son pensamientos, ocurrencias, interpretaciones de la realidad y herramientas para solucionar problemas. Las creencias, en cambio, son más profundas e importantes. Son ideas en las que estamos inmersos, que vivimos y que configuran nuestra comprensión del mundo. No pensamos en ellas de forma consciente; están ahí, preexistentes, compartidas por un mismo modelo social. Cuando las creencias fallan, surgen nuevas ideas, impulsadas por la duda, para sustituirlas. Estas nuevas ideas, al asentarse, se convierten en creencias.
El Tema de Nuestro Tiempo: La Superación del Racionalismo
Ortega y Gasset critica el racionalismo, argumentando que las filosofías de Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza o Leibniz, y sus doctrinas derivadas, son falsas. Según el racionalismo, la verdad es absoluta e invariable. Para Ortega, sin embargo, la verdad depende de la historia de cada ser humano. El racionalismo, al ser contrario a la vida y a la historia, no puede comprenderla. Esta razón abstracta y atemporal no percibe la realidad concreta, inestable, temporal e histórica. Ortega reivindica una razón vital en lugar de la razón abstracta.
Bases del Pensamiento del Siglo XX: Marx, Darwin, Nietzsche y Freud
- Darwin: Su teoría de la evolución marcó el inicio del pensamiento contemporáneo. Somos resultado de la evolución y seguiremos evolucionando. Rechazó las religiones creacionistas y la invariabilidad de las especies, dando un giro al pensamiento de la época.
- Marx: Para Marx, la realidad es la historia, formada por las relaciones de fuerzas en las estructuras económicas. Criticó la filosofía y las ideologías por ocultar la alienación. Su materialismo histórico entiende la historia como derivada de la economía, creando clases sociales y formas de vida.
- Nietzsche: Criticó los modelos de racionalidad y la cultura occidental, argumentando que esta ha creado una sociedad frágil basada en el cristianismo. Criticó la metafísica por impedir la realización del ser humano y estableció las bases de una nueva cultura.
- Freud: Con su teoría psicoanalista, Freud planteó al ser humano como alguien condicionado por estructuras como la libido (el Ello) y el Superyó (la socialización).
Objetivismo, Masas y Élite
Ortega y Gasset identificó dos motivos que alejan a España de Europa: la preferencia por la «literatura» sobre el pensamiento riguroso y la discusión superficial de temas. Propuso el objetivismo para superar el atraso, especialmente el científico. La ciencia, resultado de la disciplina intelectual, es la base del objetivismo. El método, según Ortega, requiere rigor, actitud crítica y racionalismo. Para hacer ciencia es necesario un método claro. Para Ortega, el mensaje de los neokantianos era «ir a las cosas mismas». Reconstruimos las cosas en nuestro pensamiento de manera objetiva gracias a nuestras aptitudes. El distanciamiento de la excelencia inicia un proceso de decadencia social. Las sociedades crean Estados para vivir mejor, y una minoría (élite) debe dirigir a la masa. La élite debe poseer excelencia, y la masa debe ser dócil. La verdadera revolución es consecuencia de la educación. La democracia, según Ortega, consiste en la aceptación del pueblo de sus gobernantes.
Perspectivismo y Raciovitalismo
El perspectivismo de Ortega y Gasset señala el punto de vista individual: «Yo soy yo y mis circunstancias». Esta teoría requiere la variedad de perspectivas para interpretar la realidad. La combinación de todas ellas ofrece una comprensión más completa. Ortega reivindica la fidelidad al propio punto de vista, ya que las opiniones de cada persona son valiosas. Hay que abandonar la pretensión de afirmar la verdad absoluta y compartir las perspectivas de otros. Ortega introduce el raciovitalismo, criticando los excesos de la razón y la visión del vitalismo. Pretendió superar las tendencias irracionalistas del vitalismo y la visión limitada del racionalismo. El raciovitalismo defiende que el conocimiento es racional y su objetivo es investigar la vida. Para enfrentar el irracionalismo, es preciso determinar qué es la vida.
Razón Vital y Razón Histórica. La Vida y la Historia
Para Ortega, la razón vital es histórica. La vida consiste en un razonamiento frente a las circunstancias. Para comprender a un individuo, hay que observar su devenir histórico. En un tiempo histórico concreto hay jóvenes, adultos y ancianos. Las personas que comparten el mismo tiempo histórico son contemporáneas, pero no coetáneas. Los coetáneos forman una generación. La historia cambia por el desequilibrio entre generaciones. El concepto abstracto de «ser humano» es vacío; debe llenarse de contenido para convertirse en razón vital.
Aproximación a las Corrientes Filosóficas del Siglo XX
En la segunda mitad del siglo XIX, se reivindicó una filosofía que escapara del método hegeliano. Este nuevo enfoque radical puso en duda el sentido mismo de la filosofía. Distintas ciencias se emanciparon, generando la pérdida de disciplinas en la filosofía. Las matemáticas y la física experimentaron transformaciones, desafiando teorías clásicas. Surgieron nuevas ramas de la filosofía, como la filosofía analítica y la filosofía continental. De esta última nacieron escuelas como la fenomenología y el existencialismo. El siglo XX estuvo marcado por revoluciones científicas y las dos guerras mundiales, que cuestionaron el valor de la filosofía científico-técnica.
Wittgenstein
Tractus: Wittgenstein considera que la filosofía debe clarificar las proposiciones y establecer los límites del lenguaje. Los problemas filosóficos desaparecen cuando no pueden expresarse. El Tractus cuestiona los límites del mundo y del lenguaje.
Investigaciones filosóficas: En esta etapa, Wittgenstein afirma que la filosofía debe descubrir el uso del lenguaje, no construir uno nuevo. Los problemas filosóficos surgen de una mala interpretación lingüística. Wittgenstein atribuye al lenguaje dos funciones: descriptiva (comprender el lenguaje) y terapéutica (identificar su uso erróneo). El método analítico busca los usos de los términos lingüísticos para resolver problemas filosóficos.