Justicia: Pilares Filosóficos y su Realización Social

Justicia y Utilidad Política

Para el utilitarismo, las decisiones sociales y políticas deben orientarse a lo útil, lo cual se identifica con lo que nos proporciona bienestar o felicidad. Los problemas de la justicia son problemas de cálculo de utilidades, los criterios básicos son maximizar el bien y minimizar el mal. En este sentido, una decisión justa tiene que ser una decisión calculada mediante ese doble proceso de maximizar y minimizar. La norma justa no es la ideal, sino la norma óptima; aplicar la justicia es optimizar.

Legalidad y Legitimidad

La filosofía no está preocupada por una teoría de la justicia, sino por las formas en las que esta puede realizarse en la sociedad. Uno de los problemas más importantes de esta realización y prácticas es la relación que tiene esta virtud con los distintos códigos y leyes que articulan la convivencia. Aunque esta realización de la justicia suponga la aplicación y el desarrollo de un conjunto de normas jurídicas o preceptos legales, dicha realización tiene que llevarse a cabo de una forma argumentada, racional y ajustada a principios éticos universales. Esta forma de realizarse la justicia plantea el problema de la legitimidad de las normas.

Kohlberg: Persona y Norma Moral

Kohlberg, a partir de sus estudios, afirma que la relación que el ser humano tiene con las convenciones y normas sociales varía con la fase de su desarrollo personal en la que se encuentre. Esta variación es el resultado de la interacción entre la vida personal del individuo y las normas de su sociedad. Una persona autónoma y madura no es solo aquella que acepta las normas de su sociedad, sino aquella que sabe tomar distancia respecto a ellas.

Realización de la Justicia

La legitimidad de las normas jurídicas se ha planteado como la relación entre el derecho escrito que se ha positivado en leyes y el derecho natural como un conjunto de principios éticos y valores morales. El derecho natural siempre se ha remitido a normas no escritas, bien sea a principios inmemoriales o bien como el derecho de gentes. En el centro de esta tensión entre la ética y el derecho se materializa históricamente la justicia. La ética de la justicia tiene como finalidad hacer el bien y actuar para evitar el mal, finalidad negativa de la que se alimentará el derecho natural como realización de la recta razón.

La Injusticia Despierta el Pensamiento

Ante lo injusto, el pensamiento no se resigna a exclamar «esto es injusto» o «qué injusticia», sino que procura reparar esa situación. Tampoco se conforma con una reparación práctica de dicha situación, sino que quiere una explicación de las causas. Estas explicaciones perduran cuando nuestra sensibilidad humana reacciona contundentemente porque percibimos que algo es injusto.

Virtud del Hombre y Virtud del Ciudadano

La justicia es una virtud que afecta a todos los ámbitos de la persona y de la sociedad.

Características:

  • La justicia entre las virtudes: Desempeña una función mediadora entre los intereses del individuo y los de la sociedad.
  • La justicia, una virtud personal: Los seres humanos se justifican ante el medio social en el que se encuentran.
  • La justicia, virtud primera de las instituciones: Un argumento justo no es solo un argumento interesado o conveniente porque se justifica mediante intereses particulares sin añadir razones de interés común, de bien común o de imparcialidad.
  • La justicia, virtud de la ciudad: La justicia es un criterio ético para distinguir formas de organización social, política y jurídica.
  • La justicia, una virtud universal: La justicia se ha convertido en una referencia ética para regular los intereses de los distintos estados, de las distintas generaciones entre sí y de los seres humanos con respecto a las demás especies.

Reparación de Orden e Igualdad Proporcional

Para los griegos, la justicia es el ajustamiento al orden natural. Pero en los asuntos humanos no se trata de un orden estático, sino de un orden dinámico cuyo ideal es el equilibrio y la armonía entre las partes. El equilibrio y la armonía pueden desaparecer tanto por exceso como por defecto, por ello la justicia está relacionada con el justo medio. Aristóteles hace frente a este concepto: el orden exige una justicia imparcial y, por ello, para Aristóteles no es justo dar igual trato a quienes no son iguales. La justicia como igualdad no es la identidad natural, sino la justicia proporcional o a la justa medida.

Justicia y Bien Común

Una sociedad justa es aquella en la que se busca el bien común. Este bien común depende del lugar que cada uno ocupe por naturaleza en el conjunto de la sociedad. Cuando el orden es justo, refluye sobre los individuos de forma proporcional; es justo que a cada uno se le dé proporcionalmente a su posición.

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