Kant, Marx y Nietzsche: Conceptos Clave de su Filosofía

1. La Relación de Kant con la Materia

Para el racionalismo, solo la razón puede conducirnos a un saber seguro. Los empiristas, por el contrario, piensan que no hay más conocimiento que el que parte de los sentidos y que nuestra mente nunca podrá llegar más allá de estos datos de la experiencia. Kant llevará a cabo un gran esfuerzo para establecer una síntesis entre ambos, entendiendo —como buen ilustrado— que nuestra razón es el instrumento necesario para comprender tanto la realidad (uso teórico de la razón) como nuestra vida (uso práctico de la razón).

Esto se resume en tres preguntas: ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer? y ¿qué me cabe esperar? Las tres remiten a una cuarta más global e importante: ¿qué es el hombre?

2. La Crítica de Kant a las Éticas Materiales

Las éticas materiales se basan en la experiencia y son criticables para Kant por tres razones:

  1. Son empíricas o a posteriori: se basan en la experiencia.
  2. Son hipotéticas: están condicionadas por la consecución del fin que se proponen.
  3. Por último, son heterónomas: el sujeto obra por el deseo o la inclinación.

La ética formal que Kant defiende, por el contrario:

  1. Es a priori: no puede depender de la experiencia.
  2. Es categórica: debe ser incondicional.
  3. Es autónoma: el sujeto se determina a sí mismo solo por la voluntad.

3. Las Fuentes del Pensamiento de Marx

Marx desarrollará su reflexión, gran parte en conjunto con Engels, en diálogo con tres fuentes fundamentales: la filosofía hegeliana y su método dialéctico; la economía política clásica y su análisis del capitalismo (Adam Smith y David Ricardo); así como el socialismo ‘utópico’ y su defensa de la igualdad social (Owen, Fourier y Babeuf).

Hay dos referentes más en su pensamiento: la tradición de las rebeliones populares y campesinas, y la literatura utópica (muy especialmente Shakespeare y su crítica del dinero).

4. El Origen de las Clases Sociales según Marx

Las clases sociales son los conjuntos de personas en los que se dividen las sociedades no igualitaristas. Se definen por la posesión o no de la tierra y los instrumentos de trabajo, por sus intereses, sus experiencias de lucha y su conciencia de pertenecer a dicha clase.

Para Marx, las clases explotadoras de todas las épocas (esclavistas, burocracias estatales, señores feudales, burguesía…) viven a costa de las clases explotadas, dominándolas y oprimiéndolas. Por eso viven en constante lucha: unas buscan liberarse, otras quieren mantener o aumentar la explotación. Esta contradicción, esta lucha de clases, es el motor de la historia.

5. La Naturaleza del Hombre según Marx

Para Marx, el concepto de “trabajo” es esencial: es el proceso de intercambio entre los seres humanos y la naturaleza. Implica la creación de productos o bienes, mediante una fuerza o actividad humana, usando los medios de producción (materias primas e instrumentos).

Como “homo faber” es un animal que hace herramientas y transforma el mundo. Esa es justamente la diferencia con los animales. Desde la perspectiva de la historia, lo que marca el inicio del ser humano empieza cuando el ser humano fabrica herramientas.

6. Lo Apolíneo en Nietzsche

Lo apolíneo, relativo al Dios Apolo, representa la armonía, la luz, la razón, la serenidad, la medida. Lo dionisíaco, relativo a Dionisos, representa la embriaguez, la vitalidad, lo excesivo, lo impulsivo, lo desbordante.

Nietzsche defiende que nuestra vida transcurre en esa lucha permanente entre lo apolíneo y lo dionisíaco, entre la razón y el impulso creativo. Critica duramente el triunfo de lo apolíneo en nuestra cultura, triunfo que fomentaron Sócrates, Platón y el cristianismo, y defiende la desmesura de lo dionisiaco.

7. El Nihilismo según Nietzsche

El nihilismo es el sentimiento que experimentamos en la existencia ante la falta de valores. El mundo idealizado, suprasensible y absoluto ya no nos sirve de orientación, de brújula. Por eso, experimentamos la nada (“nihil” en latín, de ahí viene el término). Esta sensación de “nada” puede llevar a dos tipos de nihilismo: PASIVO (no creer en nada, para Nietzsche es decadente) y ACTIVO (el inicio necesario para cambiar los valores e iniciar un nuevo modo de vivir).

8. La Muerte de Dios en Nietzsche

Cuando Nietzsche se refiere a Dios en su famosa metáfora sobre ‘la muerte de Dios’ se refiere al dios de la religión, del cristianismo especialmente, pero también a todo aquello que puede sustituirle, que represente lo “Absoluto”: a la Naturaleza, el Progreso o la Ciencia.

Con ello, quiere indicar que las personas ya no pueden creer en esos absolutos, que no existe una guía a la que agarrarnos, sino que sentimos la desorientación y ya no sirven los valores que se asentaban sobre “Dios”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *