Kant: Razón Pura, Moral y la Dignidad Humana

Immanuel Kant: Un Análisis de su Pensamiento Filosófico

(I. KANT, Crítica de la razón pura. Trad. de P. Ribas, Madrid, Alfaguara, 1978, p. 24).

Contexto del Autor

Immanuel Kant (1724-1804) es un filósofo ilustrado alemán, figura clave en la historia de la filosofía. Su idealismo trascendental, una síntesis original de racionalismo y empirismo, se centra en una filosofía crítica. En ella, la razón humana establece sus límites y posibilidades, tanto en el ámbito teórico como en el práctico.

Tema Principal

La Crítica de la razón pura concluye positivamente: al negar las pretensiones metafísicas de la razón teórica, se abre paso a la razón práctica (moral) para trascender la experiencia.

Ideas Clave

  1. La Crítica de la razón pura tiene una utilidad inicial negativa, al demostrar la incapacidad de la razón teórica para superar la experiencia sensible.
  2. Esta limitación de la razón teórica permite el uso práctico de la razón, al restringir el conocimiento al ámbito de la experiencia y descartar la metafísica como ciencia.
  3. La razón, a través de su uso práctico o moral, puede trascender la experiencia y acceder a los objetos de la metafísica.

Relación entre las Ideas

Kant deduce una conclusión positiva de la aparente limitación de la razón especulativa: la imposibilidad de la metafísica como ciencia abre la puerta a la razón práctica.

Explicación Detallada

Las preocupaciones de Kant al escribir la Crítica de la razón pura eran metafísicas. Reconocía la necesidad de su obra para la historia del pensamiento, dada la situación de la metafísica tras el dogmatismo y el escepticismo. Kant insiste en la importancia de los problemas metafísicos (Alma, Mundo y Dios), que son inevitables para el ser humano. La solución es establecer un tribunal de la razón que defina sus límites.

La primera conclusión de la Crítica de la razón pura es aparentemente negativa: la metafísica no es posible como ciencia. Sin embargo, esto no significa que sea imposible en absoluto. Existe otro camino para ir “más allá de los límites de la sensibilidad”: la experiencia moral. La CRP beneficia a la metafísica al demostrar que la razón teórica no puede alcanzar ni destruir las conclusiones metafísicas obtenidas por otra vía.

Además de la facultad de conocer, el ser humano posee una conciencia moral con principios o imperativos de la voluntad. Esta conciencia moral es un hecho tan real como la ciencia. Kant encuentra en estos principios el acceso a los objetos de la metafísica, utilizando el concepto aristotélico de nous practikós, o “razón práctica”. La razón tiene dos usos: teórico (conocimiento) y práctico (acción, moral). A través de la experiencia moral, la razón puede trascender la experiencia sensible y postular la libertad humana, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios.


(I. KANT, Fundamentación de la metafísica de las costumbres)

Contexto del Autor

Immanuel Kant (1724-1804) es un filósofo ilustrado alemán, figura clave en la historia de la filosofía. Su idealismo trascendental, una síntesis original de racionalismo y empirismo, se centra en una filosofía crítica. En ella, la razón humana establece sus límites y posibilidades, tanto en el ámbito teórico como en el práctico.

Tema Principal

El ser humano, como ser racional, es un fin en sí mismo, una persona que no puede ser tratada como un simple medio.

Ideas Clave

  1. El ser humano existe como fin absoluto y debe ser considerado como tal en todas sus acciones.
  2. Los objetos de nuestras inclinaciones tienen un valor relativo.
  3. Los objetos o seres irracionales son medios, mientras que los seres racionales son fines absolutos, llamados personas.

Relación entre las Ideas

El texto destaca que el ser humano es un fin en sí mismo y no debe ser tratado como un medio. Se diferencia entre objetos con valor relativo y seres racionales con valor absoluto. La irracionalidad se asocia a los objetos como “cosas”, mientras que la racionalidad define a los seres humanos como “personas”.

Explicación Detallada

Este texto se enmarca en la ética kantiana, que busca un fundamento racional para la moral, universal y necesaria. La razón práctica se rige por el imperativo categórico, un principio inscrito en la conciencia moral. Una formulación de este imperativo es: “Obra de tal modo que te relaciones con la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio”.

La autonomía moral del ser humano se basa en esta idea de ser un fin en sí mismo. La libertad reside en la capacidad de imponerse la ley a sí mismo. No somos libres de nuestros deseos, pero sí de nuestras acciones. La autonomía de la voluntad implica actuar según máximas que puedan convertirse en leyes universales. Por ejemplo, respetar la libertad sexual de una persona es una máxima que puede ser universalizada. Cuando actuamos por agentes externos (heterónomos), nuestras acciones tienen un valor relativo a nuestras inclinaciones.

El ser humano, como ser racional, tiene un valor absoluto, existiendo como fin en sí mismo. Los objetos tienen un valor relativo, condicionado a su utilidad. Los seres irracionales son medios, llamados cosas. Los seres racionales, como fines en sí mismos, son personas, dignas de respeto, únicas e insustituibles.

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