Kant: Revolución epistemológica, imperativo categórico y contrato social

Giro copernicano

Copérnico, durante el Renacimiento, cambió la perspectiva de la astronomía situando al Sol en el centro del Sistema Solar. Su descubrimiento fue tan significativo que la expresión «giro copernicano» se usa para referirse a grandes cambios o descubrimientos. Kant comparó sus teorías epistemológicas con los descubrimientos de Copérnico, considerándolas un cambio radical. Quiso legitimar la universalidad de la ciencia (influenciado por la física newtoniana), negada por racionalistas y empiristas. Para ello, propuso un cambio de perspectiva en la adquisición del conocimiento: no es el sujeto el que se adapta al objeto, sino que el objeto se adapta al sujeto, quien influye y conforma el conocimiento. Solo así se pueden incluir las estructuras e ideas a priori del sujeto en el conocimiento del objeto, universalizándolo. La ciencia deja de ser solo probabilidad, pudiendo extender sus juicios a cualquier ser humano. El conocimiento se da gracias a la sensibilidad (percepción) y al entendimiento (pensamiento y clasificación de fenómenos sensibles en categorías).

Ilusión trascendental

Kant denomina así a la tendencia humana a buscar lo incondicionado, la esencia de las cosas. Distingue entre lo que se da en espacio y tiempo (fenómeno), captado por los sentidos, y la cosa en sí, su naturaleza real (noúmeno). Los fenómenos se conocen mediante la intuición sensible, mientras que los noúmenos requieren una intuición intelectual o suprasensible, inaccesible para el ser humano (contrario a lo que sostenían los racionalistas). Esto conforma un fenomenismo gnoseológico (no conocemos la realidad que origina los fenómenos). Kant niega la Metafísica como ciencia, aunque admite su naturalidad en el ser humano. Su doctrina se llama idealismo trascendental: el espacio, el tiempo y los objetos están sujetos a la experiencia y son probables.

Imperativo categórico

Un imperativo moral es un mandato que indica qué debemos hacer. Kant concluyó que las éticas previas eran prácticas y materiales, basadas en imperativos hipotéticos (nos dicen qué hacer para conseguir algo). Él defiende una ética formal, extrapolable a cualquier situación y basada en imperativos categóricos. La voluntad, en esta ética del deber, es autónoma, creando la ley moral. Los imperativos hipotéticos (ej.: si quieres aprobar, estudia) son contextuales y condicionan la voluntad, mientras que los categóricos (ej.: debes hacer lo correcto) son universales.

Libertad jurídica

Es, junto a la igualdad e independencia, esencial para el ciudadano. Establece que no debemos obedecer leyes sin nuestro consentimiento. Se define como el poder de autolegislarse colectivamente: la libertad es autonomía (autodeterminación colectiva). El ciudadano debe ser colegislador; el Estado debería legislar como si la voluntad unida del pueblo diera su consentimiento. Esto no implica desobediencia civil, concepto que Kant rechazaba.

Contrato social

Expresión que alude al pacto mediante el cual las personas crean un estado civil, para salir del estado de naturaleza. El estado contrarresta las pasiones violentas, protege legalmente y reconoce la propiedad. En el estado de naturaleza falta la ley y la autoridad para hacerla cumplir. Solo el estado civil asegura el derecho público mediante el poder que garantiza el cumplimiento de las leyes. El estado de paz no es natural.

Racionalismo vs. Empirismo

Racionalismo: La razón es el origen del conocimiento; existen ideas innatas. Se puede acceder a un conocimiento objetivo y universal; el conocimiento es ilimitado (la metafísica es ciencia).

Empirismo: El conocimiento proviene de la experiencia sensible; no existen ideas innatas. Solo se obtiene conocimiento probable; el conocimiento es limitado (la metafísica no es ciencia).

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