Kant y los Fundamentos del Conocimiento: Juicios Sintéticos a Priori

La toma de posición de Kant y las preguntas asociadas a ella

Kant reconoce la existencia de los juicios analíticos, tales como: “todos los cuerpos son extensos”. Pues no es preciso salir del concepto del sujeto para saber que todos los cuerpos son extensos. Por lo tanto, en los juicios analíticos solo explicamos algún matiz intrínseco al concepto ya conocido (sujeto). La necesidad de los juicios analíticos es la necesidad lógica; es decir, si negamos su verdad, caeremos en el principio de contradicción.

Kant también reconoce la existencia de los juicios sintéticos, tales como: “este árbol está seco”. En estos juicios, el predicado no está contenido en el sujeto; son juicios que aportan información nueva acerca del sujeto. Los juicios de la experiencia son todos sintéticos (a posteriori). El desarrollo de la ciencia consiste en la ampliación del conocimiento mediante juicios sintéticos.

Kant dirige su atención hacia los juicios sintéticos, ya que la innovación y el descubrimiento requieren de estos juicios. Kant consideraba, como Newton, que la ley de gravitación universal es necesaria y universal. Así pues, en la medida en que los juicios de las ciencias son considerados necesarios y universales, no pueden ser juicios sintéticos a posteriori. Pero tampoco se pueden considerar juicios analíticos, ya que estos amplían el conocimiento, al contrario que los analíticos.

Kant se plantea: ¿Cómo es posible que los juicios sintéticos que encontramos en las ciencias sean sintéticos (porque amplían el conocimiento sobre el sujeto) y estén dotados de necesidad y universalidad (a priori)? Sobre la inducción no cabe establecer esa certeza que Newton entendió propia de la nueva mecánica. Kant plantea la posibilidad de que existan esos juicios: los juicios sintéticos a priori (amplían conocimiento (sintéticos) y son universales y necesarios (como los analíticos, a priori)).

Quedan planteadas tres preguntas claras:

  1. ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la matemática? (sin utilizar la experiencia).
  2. ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la física? (tratando con fenómenos). Deberemos indagar las condiciones en las que tiene lugar el conocimiento para hacer posibles estos juicios, ya que su existencia es un hecho.
  3. ¿Son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica? Hay razones para sospechar que la metafísica no es ciencia. Por lo tanto, en primer lugar, se ha de establecer si esos juicios son legítimos y, en segundo lugar, discutir cómo son posibles.

La crítica de la concepción del conocimiento entendido como reflejo de la realidad

La lucha de los filósofos ilustrados contra los prejuicios forma parte del programa de la modernidad (siglo XVIII) que se concreta en:

  1. Obtener una razón metódicamente asistida, como ocurre en las nuevas ciencias.
  2. Hacer de la libertad el valor humano fundamental.

Los empiristas (como Hume) habían pensado que ese hacerse con la realidad de las cosas, evitando la especulación y la metafísica, lleva consigo una nueva concepción del conocimiento y de la verdad (opuesta a la racionalista).

La concepción empirista se caracteriza por:

  1. Entender el conocimiento como un reflejo o copia del objeto.
  2. Mantener que el sujeto es algo pasivo, receptivo, que se limita a registrar los estímulos.
  3. Defender que “nada hay en el entendimiento que previamente no haya alcanzado los sentidos”.

Conclusión: el entendimiento no posee nada al nacer; posteriormente, en él se van registrando las impresiones recibidas, en forma de ideas. Estas ideas se conectan con otras mediante juicios (sujeto y predicado). Un juicio será verdadero cuando lo que enuncia existe en la realidad tal y como se enuncia.

La nueva metáfora o la nueva concepción del sujeto

Frente a esta visión empirista del conocimiento, Kant propone una nueva concepción de la experiencia y del sujeto. Kant afirma que, aunque todo nuestro conocimiento empiece con la experiencia, no por eso todo el conocimiento procede de la experiencia. Otorga una gran importancia a la actividad configuradora del sujeto de acuerdo con su propia estructura. Concibe el conocimiento como la facultad de juzgar y el juicio como síntesis y no como reflejo. Kant niega que el sujeto cognoscente sea algo que registre pasivamente las sensaciones que le genera el medio ambiente (empirismo).

La radicalización de una línea de reflexión: Crítica de la Razón Pura

Descartes y Hume habían destacado lo que debería tratarse de modo preferente: la teoría del conocimiento y la determinación de los límites del conocimiento, que debían ser establecidos antes de desarrollar cualquier teoría metafísica. Kant sigue esta línea en la Crítica de la Razón Pura.

Kant propone: ¿por qué no hacer la crítica de la razón? En una cultura que somete a crítica tanto “la ley como la religión”, ¿por qué no sentar a la razón ante “un tribunal que sea capaz de establecer tanto sus pretensiones legítimas como sus arrogancias ilícitas”? Ese tribunal no es otro que “la misma Crítica de la Razón Pura”.

No se trata de una crítica de libros o sistemas, sino que la crítica consiste en una revisión de las posibilidades y límites de la facultad de conocer cuando esta prescinde de toda experiencia posible (asuntos metafísicos).

Conclusión: hay que establecer de modo definitivo los límites de la razón, dentro de los cuales nuestro conocimiento pueda desarrollarse con seguridad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *