Karl Marx y el Materialismo Histórico
Contexto Histórico
Karl Marx vivió en un período en el que, como consecuencia del desarrollo científico y técnico, se consolidó en Inglaterra la Primera Revolución Industrial. La revolución agraria y las mejoras en higiene y medicina produjeron un crecimiento demográfico que dio lugar a las emigraciones a los centros industriales, donde nació la ciudad moderna, surgiendo problemas de hacinamiento, falta de infraestructura y saneamiento. Las emigraciones internacionales potenciaron la colonización.
La industrialización enriqueció a la burguesía, que se convirtió en la clase dominante, pero los trabajadores sufrieron la explotación y la marginalidad, produciéndose problemas sociales que explican la aparición del movimiento obrero.
El Realismo (Stendhal o Dickens en literatura y Courbet, Millet o Daumier en pintura), el Naturalismo (Émile Zola), reflejaron esa situación social. Sin la industrialización y sus consecuencias no se entiende la crítica a la sociedad burguesa moderna de Marx.
Su nueva posición económica permitió a la burguesía conquistar nuevos derechos mediante las revoluciones liberales de 1830, del 48 y los nacionalismos. Liberalismo y nacionalismo se nutrieron de la exaltación de la libertad individual y los pueblos encarnados por el Romanticismo. Sin embargo, Marx entendió que los nuevos Estados generados por los nacionalismos beneficiaban a la burguesía. Frente a ellos propuso la AIT, que buscaba la unidad entre ciudadanos no del mismo Estado, sino de la misma clase.
Contexto Filosófico
1. Influencia de la Ilustración
Marx se educó en un ambiente opuesto al régimen prusiano. Su padre admiraba a los ilustrados franceses y alemanes. De ellos asume su ideal: lograr un ser humano digno, libre y feliz. Pero no compartirá los medios que proponen para conseguirlo.
2. Idealismo de Hegel
En la Universidad de Berlín conoce el idealismo de Hegel. De él asume que la realidad y el conocimiento tienen estructura dialéctica. Pero se distanciará de su idealismo.
3. Materialismo de Feuerbach
De Feuerbach, asume que el hombre no se define por su espíritu (Hegel), sino que su naturaleza es su cuerpo. Aunque niega que esa naturaleza sea fija: es histórica, el hombre sobrevive trabajando, y esa lucha por la supervivencia le lleva a transformarse (contacto con el evolucionismo de Darwin). También asume de Feuerbach su crítica, según la cual Dios no es más que una proyección del hombre.
4. Socialismo y Comunismo Francés
En París entra en contacto con el socialismo y comunismo francés (Saint-Simon, Fourier, etc.), que ya habían denunciado las injusticias de la industrialización. Pero propusieron soluciones ideales. De ahí su calificativo de»utópico».
5. Anarquismo
En París también conoce el anarquismo de Proudhon y Bakunin. Pero este movimiento chocó con Marx en la Primera Internacional ya que defendía la supresión del Estado.
6. Economía Política
También en París se dedica al estudio de la economía política (Adam Smith, David Ricardo, Stuart Mill). De ellos asume que la economía (condiciones materiales de existencia) es el mejor instrumento para conocer al ser humano. Pero criticará el análisis (favorable) que del sistema capitalista proponen estos autores.
Materialismo Histórico
La»Contribución a la crítica de la economía polític» recogerá esta crítica. A su vez, el Prefacio desarrolla los elementos clave de su materialismo histórico.
Su doctrina se conoce como»materialismo históric» porque es una interpretación de la historia desde lo material, desde las condiciones materiales de existencia (economía), no desde las ideas.
Crítica al Idealismo de Platón
Platón sigue una línea de pensamiento radicalmente opuesta a la de Marx. Para Platón, lo real es el mundo inteligible. Nada sensible y material es verdadero.
Marx se opone a la tradición idealista-racionalista. Lo único real es lo material. La existencia es posible porque existen condiciones materiales que lo permiten.
Para Platón, la verdad es universal, solo el conocimiento (superestructura) depende de las condiciones materiales (económicas) en las que se produce «la realidad social determina la concienci»).
Las realidades inteligibles (Ideas) de la filosofía idealista y racionalista no son conocimiento: son elementos ideológicos que proponen una realidad ilusoria.
Platón mantiene un dualismo antropológico. La verdadera identidad del hombre es su alma. El alma es inmortal y fuente de verdadero conocimiento. Tiene que luchar contra el cuerpo y sus sentidos.
Según Marx, el ser humano está condicionado por su biología, por su condición material, necesita trabajar para satisfacer sus necesidades. Desde esta realidad social hay que interpretar al hombre.
Platón propone un Estado donde los conflictos no existen. Justicia es que cada cual cumpla su función.
Para Marx, el Estado culmina la superestructura jurídico-política de toda sociedad dominada por las relaciones sociales de explotador-explotado. Su función es mantener la explotación de la clase dominante, defender su propiedad. Por eso el Estado monopoliza la»violencia legítim». Mediante el Estado, la clase económicamente dominante se convierte también en dominante políticamente (alienación política).
Influencia de las Doctrinas Marxistas
Es de todos conocida la enorme influencia de las doctrinas marxistas en la historia contemporánea. Esta vieja dialéctica no se resuelve con Marx, pero no hay duda de que su contribución ha hecho avanzar a la historia y sirvió de contrapeso a la injusticia del liberalismo salvaje del siglo XIX.
En el siglo XX, la Escuela de Frankfurt nace con un marcado carácter marxista, surge como un intento de búsqueda de un modelo político y económico alternativo para Europa y, en concreto, para la Alemania de entreguerras. Aun con sus diferencias, lo que les unía era una actitud crítica ante la sociedad y un talante emancipador, de clara influencia marxista. Sin embargo, sus miembros mantuvieron una actitud bastante crítica con los partidos de izquierdas y con el modelo político-económico que se estaba imponiendo en la Unión Soviética.
En definitiva, las doctrinas de Marx son una forma más de plantar batalla y dar respuesta a la injusticia estructural asentada desde antaño, que hace que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres sean cada vez más pobres.