Noción 1: La alegoría de la caverna
Platón utiliza la alegoría de la caverna para ilustrar dos perspectivas: la antropológica y la epistemológica. En la primera, los prisioneros encadenados en una caverna representan a los seres humanos inmersos en el mundo sensible y sus valores, identificándose con las sombras proyectadas en las paredes como la realidad. Desde el punto de vista epistemológico, la caverna simboliza el cuerpo y se divide en dos niveles: las sombras en el fondo, que representan el conocimiento superficial y las apariencias; y las sombras iluminadas por un fuego, que generan un tipo de saber llamado pistis (creencia), que se mantiene en el ámbito de la opinión y el conocimiento sensible, donde las cosas parecen ser pero no son. En resumen, la alegoría destaca la diferencia entre la realidad verdadera y las percepciones engañosas que surgen del conocimiento superficial y las creencias.
Noción 2: El ascenso desde el mundo subterráneo
Platón desarrolla la idea del ascenso desde el mundo subterráneo hacia el mundo exterior, asociándolo con el proceso de liberación del alma de las limitaciones del cuerpo y del conocimiento sensible. Si un prisionero es liberado, inicialmente no puede reconocer las sombras que antes percibía como reales, ya que la luz del sol le causa dolor y le resulta difícil mirar. Sin embargo, con el tiempo, se acostumbra y comienza a percibir primero las sombras y luego el sol, que simboliza la causa de las cosas visibles. En el plano antropológico, el ascenso y la contemplación de las cosas superiores representan el camino del alma hacia el ámbito inteligible. Platón sugiere que el filósofo libera moral e intelectualmente su alma de las ataduras del cuerpo y del mundo sensible, ascendiendo al mundo de las Ideas. Este ascenso puede lograrse a través de la dialéctica y el amor. Platón introduce la noción de dianoia para referirse al saber de los geómetras, que utiliza los cuerpos como imágenes para remontarse más allá de la experiencia sensible. Este tipo de saber se encuentra entre la creencia y el conocimiento auténtico. El conocimiento, representado como el ascenso al mundo exterior, se define como la ascensión al ser, determinada por la dialéctica, donde el alma avanza de intuición en intuición hasta alcanzar un principio no-hipotético. En resumen, Platón explora el proceso de liberación del alma y su ascenso hacia un conocimiento más profundo y verdadero.
Noción 3: El retorno del liberado al mundo subterráneo
En este fragmento, Platón describe el retorno del liberado al mundo subterráneo y destaca la necesidad de brindar ayuda moral a sus compañeros. Al regresar, el prisionero experimenta confusión debido a la oscuridad de la caverna. Si volviera a sentarse, sus ojos estarían ofuscados por las tinieblas, y los demás lo criticarían, sugiriendo que no vale la pena el esfuerzo del ascenso hacia la verdad. La metáfora se profundiza al mostrar que el prisionero liberado, perseguido y asesinado por sus compañeros, simboliza alegóricamente el proceso y la muerte de Sócrates, quien representa a los espíritus valientes condenados políticamente por revelar la verdad a la humanidad. En última instancia, Platón destaca la auténtica dimensión de la Idea de Bien como el principio que otorga inteligibilidad a la realidad y ilumina la vida moral y política. La primacía de la Idea de Bien determina la orientación teleológica del pensamiento dialéctico de Platón, donde el alma se mueve de las cosas a las ideas y de las ideas a la Idea de Bien. Esta Idea de Bien es el objeto más difícil y último dentro del mundo cognoscible, siendo la causa de todas las cosas rectas y bellas. En el mundo visible, engendra la luz y el sol, mientras que en el ámbito inteligible es la generadora de la verdad y la inteligencia. Se presenta como la realidad necesaria para obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público. En resumen, Platón destaca la importancia de la Idea de Bien como guía fundamental para la comprensión y la acción sabia en todos los aspectos de la vida.
Contextualización
La vida y obra de Platón están vinculadas a eventos políticos. Conoce a Sócrates a los 20 años y es el primer filósofo del que tenemos su obra completa, escrita durante 50 años. Sócrates influyó notablemente en Platón, evidente en la presencia constante de Sócrates en sus diálogos. La clasificación de sus diálogos muestra una evolución doctrinal: los socráticos se centran en la virtud, sin llegar a conclusiones claras. En la etapa de madurez, Platón funda la Academia, desarrolla la teoría de las ideas y formula ideas sobre el Estado y la educación. En la vejez, se dedica a la autocrítica y reelabora su teoría del conocimiento. En la historia de la filosofía, Platón destaca por construir una amplia teoría del conocimiento. Su impacto perdura a través del platonismo y neoplatonismos, siendo considerado el verdadero comienzo de la filosofía. Aunque Aristóteles refinó sus ideas, Platón sigue siendo el pináculo filosófico, influyendo de manera significativa en la historia.
Teoría 1: La filosofía de Platón
La filosofía de Platón busca abordar la crisis de la polis, destacando su concepto de la segunda navegación. Esta se refiere al descubrimiento de la realidad suprasensible, una dimensión inteligible que pertenece al mundo del pensamiento. El acceso a esta dimensión proporciona el conocimiento real de las cosas, buscando entender su esencia a través del pensamiento. La idea central de Platón es la existencia de una dimensión no sensible, lo inteligible, que representa el mundo de las ideas, objeto de la verdadera episteme. La teoría platónica de las ideas, según Aristóteles, se origina en la convicción de que las definiciones no pueden aplicarse a seres sensibles, sino a otro tipo de seres llamados Ideas. Aunque la participación se mantiene como concepto, Platón cambia el nombre, afirmando que los entes son por participación. Este descubrimiento de lo suprasensible e inteligible se considera uno de los grandes logros de la filosofía occidental.
Teoría 2: La teoría de las ideas
a) La teoría de las ideas, central en la filosofía de Platón, aborda todos los aspectos de su pensamiento, incluyendo ontología, gnoseología y antropología. Sostiene la existencia de un mundo inteligible que explica la realidad sensible. Esta teoría evoluciona en los diálogos de Platón, centrándose inicialmente en definir realidades éticas, luego elaborando ideas como realidades separadas, y finalmente, sometiéndolas a autocrítica en sus diálogos tardíos. b) En sus diálogos de madurez, Platón reformula su ontología de las ideas, afirmando que son formas o esencias separadas de las cosas sensibles. Estas ideas existen independientemente de la realidad material y constituyen un mundo inteligible. La ontología platónica establece dos mundos separados: el sensible, mutable, y el inteligible, inmutable. La participación y la imitación son conceptos clave que conectan las ideas con las cosas, y Platón clasifica diversas realidades intermedias entre ambos mundos. c) La gnoseología platónica introduce una dualidad de mundos: el sensible e inteligible. Los grados de conocimiento se desdoblan en opinión, imaginación y episteme, que abarca la razón discursiva. La teoría de la reminiscencia, presente en los primeros diálogos, es reemplazada por la dialéctica como la ciencia suprema en los escritos posteriores de Platón.
Teoría 3: Revisión de la teoría de las ideas
En sus diálogos críticos de vejez, Platón revisa su teoría de las ideas motivado por dificultades internas y críticas de sus discípulos. Cuatro dificultades fundamentales surgen en esta revisión: 1) Tipología de las ideas: Inicialmente, las ideas se limitan a características éticas, pero con la creación del mundo inteligible, se presentan como realidades inteligibles. 2) Crítica de Aristóteles a la participación: Aristóteles argumenta que la participación es un modo de hablar que carece de explicación sustancial. Sostiene que las ideas no mueven. 3) Argumento del tercer hombre: Una crítica que Platón enfrenta, que cuestiona la coherencia interna de su teoría. 4) Jerarquía de las ideas: Se plantea la existencia de ideas totalmente superiores, algunas comunicándose entre sí y otras no. Una de las críticas más significativas es que las ideas no se mueven. Este proceso de revisión destaca la evolución y la adaptación de la teoría platónica a lo largo del tiempo.