HABERMAS
Jürgen Habermas. Su infancia estuvo marcada por la experiencia del nazismo. Es uno de los filósofos y sociólogos vivos más importantes de la actualidad. En 1981, publicó una de las obras filosóficas más relevantes de la segunda mitad del Siglo XX: Teoría de la acción comunicativa.
El problema del ser humano
Habermas cree que el sueño de emancipación (liberación)de la razón ilustrada (confianza en la razón como forma de progreso) no está agotado y que no debe renunciarse a dicho proyecto, aunque es necesario denunciar que, debido al progreso de la ciencia y de la tecnología, la razón liberadora se ha transformado en razón instrumental, pasando a un segundo plano a la razón valorativa (dedicada a la dimensión ética y política). Esta razón instrumental tiene su origen, según Habermas, en el Positivismo cientifista, puede convertirse en opresora al considerar que estas teorías científicas describen la realidad de manera objetiva, sin tener en cuenta valoraciones de tipo moral o político. Así, descubrimos en el ser humano dos tipos de racionalidad, una razón instrumental (dedicada al trabajo) y una razón comunicativa (cuyo fin primordial es la interacción y la comprensión de los demás). Esta racionalidad no surge de una razón pura al estilo kantiano, ni se trata tampoco del Espíritu Absoluto hegeliano, sino que se concreta en dos tipos de acción social:
El trabajo, como un conjunto de acciones que se presentan como medios para el logro de unos fines específicos, que tienen como objetivo la manipulación el dominio de la naturaleza . La interacción buscaría ,a través del lenguaje, la comunicación con los otros para conseguir un entendimiento mutuo en sus relaciones interpersonales y en la constitución de la vida social. La interacción pertenece al mundo de la razón comunicativa y es constitutiva de las ciencias sociales. A su vez, estas ciencias, tiene un interés práctico (comprensión entre los seres humanos) y un interés emancipatorio (liberación del ser humano de cualquier tipo de opresión).
El problema del conocimiento
Según Habermas, el ser humano inicia su conocimiento a partir de ciertos intereses arraigados en su propia naturaleza. Los intereses constituyen orientaciones básicas que resultan inherentes a determinadas condiciones de reproducción y autoconstitución de la especie humana. Los intereses proceden de la experiencia; ahora bien, por otro lado sostiene que conforman puntos de vista trascendentales y necesarios, encargados de dotar al conocimiento de informaciones,de interpretaciones o interés emancipatorio. Se establece así uníón ente lo empírico y lo transcendental. Habermas distingue tres tipos de intereses en el conocimiento: Interés técnico: En este caso, el ser humano percibe la realidad en función de su posible manipulación técnica. Es el interés que abre el campo de saber de las ciencias empírico-analíticas. Interés práctico: No se busca la manipulación de la realidad, sino la aprehensión de sentido. Por ello, gracias a este interés, el hombre accede al significado de las realidades simbólicas o culturales. Es el campo del conocimiento práctico y se corresponde a las ciencias de carácter práctico o histórico. Interés emancipatorio: En este caso, el ser humano busca conocer la realidad social, criticarla y modificarla desde el punto de vista de la libertad.
El problema de la moral
La racionalidad se predica, según Habermas, de los enunciados comunicativos y se encuentra en función de los procesos discursivos y argumentativos. De ese modo las teorías científicas, tanto las empíricas como las sociales, serán racionales en la medida en que sus principios o formulaciones puedan defenderse con argumentos en el seno de los discursos. Con la teoría consensual de la verdad, Habermas refiere que ésta es predicable de las argumentaciones y que constituye una pretensión de los diversos actos de habla, eliminada la referencia de la verdad a la realidad objetiva y alejándose del Realismo filosófico. Desde este punto de vista, la verdad aparece como una pretensión universal de ciertos actos de habla que puede ser desempeñada discursivamente. Un acto de habla es verdadero en la medida en que en él puede corroborarse el asentimiento de cualquier participante racional, según los presupuestos pragmáticos señalados. Por cualquier sujeto racional. Atendiendo a las exigencias de la pragmática universal, Habermas entiende que las normas morales son universales en la medida en que incorporan un interés común . En resumen, la ética discursiva es una ética de mínimos; Sólo tienen validez aquellas normas aceptadas por consenso en una situación ideal de diálogo. Esta situación ideal parte de la idea de la necesidad de igualdad e imparcialidad.
El problema de la sociedad
La teoría de la acción comunicativa posee también implicaciones sociales ya que en ella se sintetiza una concreta teoría de la sociedad, estrechamente relacionada con la racionalidad discursiva. Habermas propone una clasificación analítica de la acción social, ya que los actos de habla poseen una fuerza “socio integradora”, es decir, atendiendo al hecho de que los actos de entendimiento y de comunicación resultan decisivos para coordinar socialmente la acción humana. Frente a la acción teleológica o instrumental, en la que se centraba la investigación sociológica clásica, y la acción estratégica, la noción de acción comunicativa propuesta por Habermas sostiene que la interacción de los individuos se coordina por el acuerdo entre ellos, de forma pacífica y armónica. fenomenología social. Habermas amplía el foco de la investigación al suponer que los sujetos no sólo persiguen egoístamente sus intereses, sino que son capaces de ponerse de acuerdo a través de procesos comunicativos y coordinar solidariamente sus acciones. Habermas diferencia dos ámbitos: La perspectiva sistémica de la sociedad: Tal y como ha formulado la teoría sistémica desde Parsons hasta Luhmann, Habermas es consciente de que no puede obviarse la comprensión de la sociedad como un sistema autorregulado que tiende a equilibrarse a través de adaptaciones a su medio. El sistema está compuesto por las consecuencias de las acciones individuales orientadas a fines particulares o basadas en decisiones estratégicas; en cualquier caso, el punto de vista del sistema se refiere a acciones monológicas, en las que los individuos planean el curso de su conducta sin referirse a sus congéneres. Se trata de una dimensión de la sociedad constituida por una lógica propia. Desde un punto de vista metodológico, se trata de la perspectiva externa, que obvia por razones de principio la problemática de la comprensión. Por otro lado, el desarrollo social ha determinado la aparición de subsistemas especializados como el administrativo y el económico, en los que no está presente la comunicación lingüística, sino otros medios de comunicación como el poder o el dinero, respectivamente. Mundo de la vida social: Hace referencia al entramado simbólico y cultural que comparten los miembros de la sociedad, el horizonte común de comprensión, que posibilita la comunicación entre los hablantes y la coordinación dialógica de las acciones.
Ortega Y Gasset es un filósofo y ensayista español de la primera mitad del Siglo XX. Es el principal representante de la teoría del perspectivismo en el raciovitalismo
PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO. PROBLEMA DE LA REALIDAD –
Principio de autonomía: el filósofo no debe dar por buenas las verdades conquistadas por otros saberes, debe admitir como verdadero sólo aquello que se le muestre a él mismo con evidencia. Este afán por la autonomía le llevará a la búsqueda de un dato que presente evidencia absoluta, de una realidad primera y radical. -Universalismo: las ciencias se interesan por una parte de la realidad, la filosofía lo hace por el todo, por el Universo en general; el filósofo trata de descubrir el sentido de las cosas, el ser presente en todas ellas. -La filosofía es un conocimiento teórico: por ser conocimiento es un sistema de conceptos precisos, basados en la razón y la lógica, y por ser teórico es un saber ajeno a la preocupación por el domino técnico del mundo. Sin embargo, a pesar de esta aparente “inutilidad” Ortega presenta dos razones que convierten a la filosofía en un saber imprescindible: satisface una de las dimensiones más irrenunciables de la vida humana, el afán por el conocimiento, la búsqueda de la verdad. -Además, la filosofía tiene una “utilidad existencial”: el hombre es un náufrago perdido en la existencia y en este naufragio las teorías filosóficas le permiten orientarse en la realidad. Ortega considera que la tarea de nuestra época consiste en superar los principios básicos de la modernidad. La época moderna está en crisis y esta crisis debe superarse con nuevas creencias y nuevas formas culturales y vitales. Cada época está inspirada y organizada en ciertos principios; en el caso de la Edad Moderna, el principio básico que Ortega encuentra es el de la subjetividad, y la filosofía que lo gesta el Racionalismo y el idealismo. Es preciso encontrar una solución a la disputa entre el Racionalismo y el relativismo, entre el idealismo y el Realismo. Y ello sólo es posible profundizando en el gran descubrimiento de la modernidad (la subjetividad). Para la concepción realista la realidad es independiente de la mente que se la representa, tiene una existencia propia, pues el sujeto cognoscente no construye la realidad que conoce. El idealismo defiende todo lo contrario: la realidad es una construcción de la subjetividad o mente que se la representa, es inseparable de la conciencia que conoce. Según Ortega ni la realidad es una mera construcción del sujeto ni algo independiente y anterior al sujeto. Los términos sujeto y objeto pueden expresarse también con las palabras yo y circunstancias: el mundo no es algo independiente, existe más bien en su relación conmigo, con mi subjetividad; pero el yo no puede darse sin las circunstancias (residuo del Realismo). Ortega defiende el perspectivismo: La realidad es múltiple, no existe un mundo en sí mismo, existen tantos como perspectivas. La perspectiva queda determinada por el lugar que cada uno ocupa en el Universo
PROBLEMA DEL HOMBRE
La realidad radical es la realidad en la que descansan todas las demás. Para el Realismo la realidad radical era algo exterior a la subjetividad para el idealismo, la subjetividad. Ortega, superador de ambas doctrinas, exigirá, una nueva realidad radical: la correlación entre subjetividad y mundo, entre yo y circunstancias, es decir la vida. Ortega se niega a identificar la vida con el cuerpo, el alma o la mente; todas estas realidades son posteriores al vivir. Y la vida tampoco es una categoría abstracta, la vida es el conjunto de vivencias y el ámbito en el que se hace presente todo. A Vivir es un saberse y comprenderse. Los objetos físicos no tienen una noticia de sí mismos, nosotros sí. Una de las principales consecuencias de esta categoría es la de motivar en nosotros el afán por el conocimiento. B Vivir es encontrarse en el mundo. El mundo es un elemento fundamental de la vida, no algo exterior a ella, y junto con el yo forma los dos ingredientes inseparables de la vida El mundo o circunstancia se compone de innumerables capas: el mundo físico, el mundo de la cultura, la realidad histórica y social e incluso el cuerpo y la mente. Cuando Ortega insiste en la circunstancia termina hablando también de la perspectiva c. La vida es fatalidad y libertad. El mundo que nos ha tocado vivir, nuestra circunstancia no es algo que podamos elegir. Pero la fatalidad de nuestra vida no es completa, existe la libertad pues la circunstancia nos permite un cierto margen de posibilidades y nos exige decidir. Por esta razón, la vida se presenta siempre como un problema, problema que nadie excepto nosotros puede resolver. La vida tiene un inevitable carácter dramático; estamos arrojados a la existencia y nos toca elegir y participar; en consecuencia tenemos proyectos, y el proyecto, lo que debemos elegir, ha de ser fiel a lo más profundo de nuestro ser, a nuestro destino; de este modo, la vida es libertad, y debe ser responsabilidad. d. La vida es futurición: considera al futuro como la dimensión temporal más importante para caracterizar al hombre: nuestra vida es siempre atender al futuro, apostar por un proyecto y actuar para realizarlo; incluso nuestro presente está condicionado por nuestro futuro, pues hacemos lo que hacemos para ser lo que queremos ser.
EL PROBLEMA DE LA SOCIEDAD
La realidad primordial, la vida, sólo puede captarse adecuadamente mediante el recurso de la razón vital y de la razón histórica. Ortega y Gasset llamó raciovitalismo a su sistema filosófico. Ortega describe dos formas de dar cuenta de la realidad: explicamos un hecho cuando descubrimos las leyes cuantitativas a las que se somete; esta forma de comprensión es legítima cuando se aplica a las cosas del mundo físico. Entendemos algo cuando captamos el sentido presente en dicha realidad, y es esta la forma de comprensión adecuada para dar cuenta del mundo humano; la razón histórica es precisamente el instrumento que debemos utilizar para comprender los sentidos de la existencia humana, y para ello se ha de referir a dimensiones del vivir como los sentimientos, valoraciones y proyectos del individuo o colectividad que queramos estudiar, y a las categorías, creencias y esquemas mentales con los que damos un sentido a nuestra vida. La generación es la división mínima de la historia que afecta a la vida de cada hombre. Una generación ocuparía aproximadamente quince años y se suceden ininterrumpidamente llevando en sí creencias, ideas y costumbres de la generación precedente. Cuando una generación trata de conservar lo recibido de sus padres dará origen a una época acumulativa, y aquellas que pretenden superar y cuestionar las creencias de sus padres dan lugar a épocas eliminatorias o revolucionarias. Ortega distingue entre dos tipos humanos: la masa y la minoría (vanguardia) La masa tiende a conservar esquemas fijos y la minoría tiene a romper moldes. Por ello vive condenada a no ser entendida por las masas. Según Ortega, el cambio social se produce del siguiente modo: en cada generación hay una masa que repite mecánicamente lo aprendido de sus antepasados, y una minoría de vanguardia que vive orientada al futuro. Esta minoría acabará imponiendo su sensibilidad vital a la masa para dar origen a una nueva forma social, y así sucesivamente.