LA CRISIS DE LA RAZÓN ILUSTRADA
En su crítica a la cultura occidental, Nietzsche se presenta como un vitalista que busca afirmar la vida y aceptarla tal como es. Utiliza el método genealógico para investigar y valorar la constitución de los valores morales. Critica a Sócrates y Platón, quienes introdujeron la razón fría y calculadora que se opone a la vida, creando así la decadencia que fue continuada por el cristianismo.
Nietzsche encuentra que la moral cristiana es la mayor negación de la vida y utiliza el análisis etimológico para rastrear los orígenes de los términos «bueno» y «malo». Descubre que estos términos están relacionados con la moral de señores y la moral de esclavos, lo que da lugar a dos tipos de moral diferentes.
MORAL DE SEÑORES
La moral de señores tiene el sentimiento de que él mismo es el creador de sus propios valores, no tiene que buscar la aprobación de otros y encuentra la felicidad en sí mismo. MORAL DE LOS ESCLAVOS es débil, con celos de las virtudes del poderoso. Su debilidad le impide exteriorizar su ira y de ahí viene su sentimiento de venganza pues llama malo a lo malvado y bueno al bonachón. Aristocrático es bueno y despreciable es malo.
Nietzsche considera que la cultura occidental ha experimentado una crisis de la razón ilustrada, que ha llevado a una crisis de valores y al nihilismo. Esta situación se debe a la imposición de la moral de los esclavos sobre la moral de los señores, que ha suplantado los auténticos valores de la vida. La rebelión de los esclavos se originó en el judaísmo y continuó con el cristianismo, que introdujo el ideal de la vida ascética, un ideal de negación de la vida y un verdadero nihilismo.
La cultura europea occidental
La cultura europea occidental de los últimos dos milenios es la historia de la decadencia y de la negación de los auténticos valores de la vida. La identificación cristiana de Dios como verdad lleva implícita la propia negación de Dios y la identificación de la ciencia como verdad también es un paso en la decadencia. El nihilismo es necesario porque ayuda a comprender cuál era el verdadero valor de esos valores y a crear nuevos valores que afirmen la vida en su totalidad.
La muerte del creador de valores y de la máxima autoridad moral ha llevado a una crisis de autoridad y a la apertura de dos posibilidades: permanecer en el nihilismo o llenarlo con nuevos valores.
PROPUESTA CONSTRUCTIVA:
Voluntad de poder
Nietzsche sostiene que la vida es lo único que no se puede definir y que la única forma de conocerla es a través de sus manifestaciones en la naturaleza, el ser humano y la cultura.
En la naturaleza, la vida se manifiesta como un instinto espontáneo y una constante lucha de energías contrarias, lo que puede interpretarse como un acontecimiento trágico. La voluntad de poder es la fuerza creadora íntima de cada ser vivo, que se manifiesta en las creaciones y transformaciones fruto de esa fuerza, las cuales están atrapadas en el tiempo.
Nietzsche estudia el origen y desarrollo de la tragedia griega como máxima expresión artística y considera que la síntesis de las fuerzas creadoras opuestas de los dioses griegos Apolo y Dionisios en la tragedia logra la afirmación de la vida y la aceptación de ésta tal cual es.
Nietzsche
Nietzsche opta por la superación del nihilismo a través de la creación de nuevos valores y nuevas especies de seres humanos, tarea propia de la voluntad de poder, con el objetivo de ser un nuevo tipo de humano: el superhombre. La transvaloración de los valores que no aportan nada es fundamental para lograr esta tarea.
Superhombre
En “Así habló Zaratustra», Nietzsche presenta al superhombre como un nuevo tipo de ser humano que surge después de la muerte de Dios y la transvaloración de valores. Este ser humano no ha existido antes y es capaz de autotransformarse y superarse a sí mismo. El superhombre es la encarnación de Dionisios y se encuentra más allá del bien y del mal, encabezando ambos.
Según Nietzsche, el superhombre es como un «niño» que se mueve por instintos, sin prejuicios morales y que experimenta la vida de forma divertida e interesante.
Eterno retorno
El eterno retorno es la idea central de “Así habló Zaratustra«, y plantea el problema del tiempo y la necesidad constante de superación del ser. El tiempo es voraz y todo sucumbe a él, por lo que la eternización del presente, donde se cruzan el pasado y el futuro, es la clave para superar esta voracidad. El tiempo es circular y devora todo eternamente, y el superhombre estará eternamente en un ciclo entre humano y superhombre. Para Nietzsche, el eterno retorno es la afirmación más extrema de la vida, que se acepta con todas sus consecuencias, incluso la de repetirse eternamente. El superhombre acepta su vida con amor fati, entendiendo que la muerte mata a la vida pero que a su vez, la vida mata.