La Ética de Hume
Crítica a la Ética Anterior
Hume critica la ética anterior argumentando que la razón no es el origen de nuestros juicios morales. Afirma que estos juicios no son ni relaciones entre ideas ni descripciones objetivas de hechos, ya que implican valoraciones subjetivas de bondad o maldad. Aunque reconoce que el razonamiento puede ayudar a entender la utilidad de las acciones, sostiene que la razón no puede motivarnos a llevar a cabo dichas acciones.
Emotivismo Moral
Hume propone el emotivismo moral, una teoría que sostiene que el fundamento de la moralidad es el sentimiento moral del individuo. Este sentimiento moral se manifiesta como un placer o displacer interior frente a las acciones, siendo universal a todas las personas debido a la naturaleza común de la humanidad. Hume destaca que ante la virtud de una persona experimentamos un placer peculiar que nos impulsa a elogiarla, mientras que ante el vicio sentimos un disgusto que nos lleva a criticarlo.
Utilidad y Simpatía
Hume se basa en dos principios fundamentales: la utilidad y la simpatía. La utilidad permite evaluar la expectativa de placer que una acción puede proporcionarnos, calificando así aquellas acciones que nos brinden más placer como buenas. Hume especifica que esta utilidad se refiere no solo al beneficio individual sino a la utilidad pública, aquella que contribuye a la felicidad de la sociedad en su conjunto. La simpatía, por otro lado, es la inclinación innata que todos los seres humanos tienen para participar de los sentimientos y las inclinaciones de los demás, llevándonos a actuar moralmente en busca de la felicidad del otro.
Interacción entre Razón y Sentimiento
Es importante destacar que la moral humana no es simplemente el resultado de un cálculo racional o de un puro sentimiento, sino que ambos factores interactúan de manera complementaria. Esta interrelación garantiza que el sentimiento moral no sea individual ni egoísta, sino que se constituya desde un sentimiento moral característico de la humanidad, siendo, por tanto, universal.
Postura Política
En el ámbito político, Hume adopta una postura moderada y critica diversas doctrinas. Rechaza la idea del poder divino como fundamento del gobierno, argumentando que no hay evidencia clara y que la divinidad parece admitir gobiernos justos e injustos. También descarta la teoría del pacto social, cuestionando la capacidad intelectual de los seres primitivos para establecer pactos consistentes.
Hume propone que la sociedad pudo surgir a partir del instinto sexual, dando lugar a la formación de familias y posteriormente a comunidades que buscan la defensa común y la protección de propiedades. En cuanto al gobierno, sostiene que su objetivo principal debe ser la utilidad común, aunque defiende la libertad y los derechos individuales. Reconoce el derecho del pueblo a sublevarse contra un gobierno considerado malo, pero advierte sobre las posibles consecuencias negativas de esta acción.
Biografía de Hume
David Hume nació en Edimburgo (Escocia) en 1711. Su obra filosófica no tuvo gran éxito en vida, lo cual unido a su fama de ateo y escéptico hizo imposible su acceso a la universidad como profesor. Aún así, fue admirado por Voltaire y Kant y amigo de Rousseau. Murió en Edimburgo en 1776.
**Obras más importantes:**
* Tratado de la naturaleza humana * Investigación sobre el entendimiento humano
El Hombre Natural y el Hombre Moral según Rousseau
Rousseau creía que existe una enorme diferencia entre el hombre natural y el hombre moral. El hombre natural es una persona que vive en la naturaleza, un tiempo ficticio que permite a Rousseau pensar la historia del maestro. Rousseau cree que la gente corriente debe primero ser sana, sensata y moral; por tanto, no hacer el mal, no oprimir, sino querer justicia. Ama y odia a la gente. Los amaba por su carácter y los odiaba por su carácter. La limpieza, la justicia y el amor son parte del ser humano. Creía que si al hombre se le permitiera crecer libremente, la naturaleza conduciría al triunfo de la razón, no la razón; de la naturaleza, no del pensamiento; el control.
Un ser humano en esencia, antes de empezar a vivir entre la multitud, es una buena persona, una persona feliz, una persona independiente de los demás y que no tiene malas intenciones. Por lo tanto, el líder tirano tiene verdadero amor por sí mismo y no daña a quienes ama. En este estado de naturaleza, las personas siempre existen con pensamientos hermosos, no están atadas ni contaminadas por los pensamientos negativos de las personas y tienen una relación directa con la naturaleza. Esta condición humana afecta a las personas que viven en una sociedad o cultura desde sus inicios imaginarios.
En esta condición del hombre, a diferencia de la naturaleza, el hombre no es en efecto un ser feliz ni bueno, sino que está guiado por un egoísmo maligno que persigue sus propios intereses y los de los demás. De modo que la cultura y el progreso no hacen a la gente más feliz y mejor, como creían muchos pensadores de la Ilustración, pero son inconsistentes, injustos y francamente trágicos.
Crítica al Progreso y la Cultura
Rousseau se opuso a la cultura y el progreso porque interferían con el medio ambiente. Creía que la literatura, el arte y la ciencia eran todos problemáticos. Lo que para el enciclopedista es progreso, para él es decadencia. Estas tres enseñanzas no aumentan la felicidad de los hombres, sino que contribuyen a los males que los causan: Astrología desde la idea equivocada, la capacidad de deseo, ira, deseo, engaño; Astrología desde la idea equivocada, la capacidad de deseo, ira. , el deseo, el engaño, la geometría codiciosa, la física interesante, todo proviene del orgullo humano.
El Empirismo y Escepticismo de Hume
El texto de Hume expresa su postura empirista y escepticismo sobre la capacidad de la razón para ir más allá de la experiencia. Argumenta que la experiencia es el límite del conocimiento, ya que nada puede ser conocido sin haber sido experimentado antes, destacando que la mayoría de nuestro conocimiento proviene de la experiencia. Hume distingue entre ideas simples y complejas, criticando la idea de causalidad como una creencia basada en la costumbre. También diferencia entre conocimiento a priori (relaciones entre ideas) y conocimiento a posteriori (cuestiones de hecho basadas en la experiencia). Finalmente, critica la posibilidad de conocer las tres sustancias cartesianas (Yo, Realidad exterior y Dios) argumentando que es imposible conocer su existencia debido a la falta de experiencia directa de ellas, defendiendo así el escepticismo.