La Ética y la Moral: Fundamentos y Estructura

1. La Moral: Constitutiva del Ser Humano

La ética, una dimensión constitutiva del ser humano, forma parte de su naturaleza, al igual que la capacidad de hablar. Esta ética posee dos caras:

1.1. Dimensión Individual

A pesar de tener una capacidad ética, debemos desarrollarla y crearla desde nuestra inteligencia debido a la falta de instintos. No estamos programados para responder a la realidad, sino que damos respuestas inteligentes, flexibles (pueden variar, a diferencia de los animales) y arriesgadas (podemos equivocarnos). Debemos sopesar y descubrir la respuesta más adecuada para nuestros objetivos. Por lo tanto, toda acción debe anticipar fines (pensamos a dónde queremos llegar) y poseer una intención (algo que queremos conseguir).

1.2. Dimensión Social

No estamos solos, y nuestra subjetividad se relaciona y se refleja en el otro. La ética no solo se crea individualmente, sino también socialmente. Vemos la sociedad como el conjunto de individuos libres, donde la cooperación es posible.

1.2.1. Dignidad

La dignidad es nuestro modo de ser personas, lo que realmente nos hace ser personas y dignas de respeto. Kant afirmaba que las cosas tienen un precio, mientras que las personas tienen dignidad (ninguna persona tiene precio, no se puede comprar ni vender). El origen de la dignidad se debate entre dos posturas: 1. Es inherente al ser humano y nacemos con ella. 2. Proviene de Dios.

2. La Estructura Moral de Nuestras Acciones

Al realizar una acción, seguimos los siguientes pasos:

2.1. Motivación e Intención

La motivación es lo que nos impulsa a actuar, lo que buscamos. En ella intervienen los afectos, sentimientos, deseos, todo aquello que surge en nuestro interior y nos mueve. Nuestro talante moral, nuestra forma de ser, se define por lo que solemos hacer. Una vez que sabemos lo que queremos, comenzamos a actuar con una intención específica.

2.2. Deliberación y Elección

Una vez que sabemos lo que queremos, elegimos los mejores medios para alcanzar dicha meta, siguiendo ciertas normas. Nuestro temperamento también influye. Usando la libertad y la razón, elegimos el mejor medio, que se convierte en un deber.

2.3. Resultado y Consecuencias

Al planificar una acción, prevemos lo que puede ocurrir y si lograremos nuestro objetivo.

2.4. Sentimientos

En la moral, hay cosas que nos gustan (Bien) y cosas que nos desagradan (Mal). Estas consideraciones influyen en nuestra decisión.

2.5. Carácter Moral

Después de desear algo, pensar y decidir los medios, el último paso es actuar. Esta acción es el acto ético. Los actos éticos, al repetirse, conforman nuestro carácter moral.

3. Relativismo Moral y su Crítica

La ética se debate entre dos perspectivas:

3.1 Relativismo

El relativismo moral sostiene que una ética concreta es solo un modo de ser entre otros posibles, una opción personal dentro de una cultura. Sus consecuencias son: 1. Las normas morales son un producto social aprendido. 2. No existen valores universales.

3.2 Universalidad

La universalidad defiende la existencia de valores válidos para todos, esenciales para la convivencia. Busca un punto medio entre el dogmatismo (valores absolutos) y el relativismo extremo. Existirían valores básicos universales: al actuar, creemos que es lo mejor y que todos deberían hacerlo.

4. Razones para Obrar Bien

Existen cuatro razones para obrar bien:

4.1. Razones Teológicas

Dios nos ordena obrar bien a través de sus escritos sagrados y de nuestra naturaleza.

4.2. Razones Naturales

Nuestra naturaleza exige respeto a los demás. El problema reside en definir cuál es nuestra naturaleza.

4.3. Razones Sociales

Obrando bien, facilitamos la convivencia. La sociedad establece normas para este fin.

4.4. La Propia Voluntad

Hacemos el bien porque queremos hacerlo y nos hemos puesto de acuerdo para ello. Un ejemplo son los derechos humanos.

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