La Filosofía de la Sospecha: Crítica a la Religión y el Camino al Superhombre

1. Bases del Pensamiento

A partir del siglo XX, empezamos a pensar de una manera muy diferente a la que lo hacían en los siglos anteriores. Este cambio de pensamiento lo protagonizan el grupo de los filósofos de la sospecha, en el que a pesar de que cada uno tiene una forma diferente de definir al ser humano que había durante la ilustración, comparten la característica de que para todos ellos todo lo que se ha dado anteriormente en la historia ha sido una mentira utilizada para poder tenernos controlados. Desde los presocráticos hasta el siglo XIX o XX hemos pensado que hay dos mundos, siendo uno de ellos supranatural, estos pensadores sin embargo están en desacuerdo con esta idea, pues piensan que lo que nos han enseñado han podido ser armas o mecanismos de control utilizados para dominarnos, es por ello que critican tanto la forma en la que entendemos el progreso, cómo la manera en la que vivimos individualmente y en conjunto.

Los cuatro pensadores que conformaban este grupo son:

  • Marx, quien define al ser humano como algo material pues según él debemos trabajar según nuestras posibilidades para recibir según nuestras necesidades y poner fin al capitalismo y a las clases sociales, el mayor problema de la sociedad.
  • Darwin, cuyo fundamento de la realidad se basa en la teoría del origen de la especie.
  • Freud, que nos define como subconsciente pues dice que como a través de la razón solo podemos controlar parte de lo que somos conscientes, pero no somos conscientes de todo, tenemos un subconsciente incontrolable.
  • Y por último Nietzsche, quien define al ser humano como pulsional, es decir, como dionisiaco y no solo como apolíneo.

2. La Alienación Religiosa

El mayor problema de la sociedad es la diferencia entre clases, que nacen del sistema económico mediante el cual la sociedad funciona. Mientras que unos tienen las fuerzas y los medios de producción, y son los opresores, otros se dedican a trabajar y a ser oprimidos. Además, la ideología de los opresores condiciona y hace creer a los oprimidos que están ahí porque se lo merecen, que ese trabajo es lo que deben hacer, de modo que, los opresores controlan a los oprimidos haciéndoles creer que son merecedores de su estado de opresión.

Durante todo este tiempo, Dios ha sido una herramienta de control y una de las formas a través de las cuales se ha controlado a los oprimidos para que estos no se levanten contra los opresores, pues si creemos en Dios este nos da paz y esperanza y nos hace no plantearnos nuestra condición y simplemente aceptarla. A pesar de que hay muchos tipos de alienación, en este caso, de esta idea surge la alienación religiosa, que se trata de admitir la situación en la que normalmente uno es oprimido de forma natural sin cuestionarse porque uno está en esa situación y si esta es justa y legítima. Esta es posible debido a que en el proceso de socialización normalizamos ideas que nos hacen entender el funcionamiento de nuestra sociedad, que no nos permite desarrollarnos y que hace que necesitemos la religión para poder seguir adelante. Es por ello que Marx dice que la religión es el opio del pueblo y lo que nos ayuda a evadirnos.

3. Crítica al Cristianismo, la Muerte de Dios y el Superhombre

La religión surge del miedo que tenemos, pues esta nos da la esperanza que necesitamos para seguir adelante y el sentido a nuestra vida fuera de nosotros mismos. Por este motivo, la religión crea una moral esclava, de la que empezamos a darnos cuenta. El loco es la primera persona que expresa su opresión por culpa del cristianismo, al que más adelante los demás comienzan a seguir y por lo tanto pasa de ser un loco a haber exteriorizado un sentir general. La fe en Dios por lo tanto disminuye considerablemente y empezamos a quitarle valor a la religión cristiana, hasta que lo matamos. Dios deja de ser el sentido absoluto de la vida porque hemos separado fe y razón y ahora damos sentido a nuestra vida enfocándonos en ciencias o razón absoluta. La decadencia ha desaparecido pero sin embargo entramos en el nihilismo. A pesar de que la vida nos tiene sentido podemos…

4. La Voluntad de Poder y el Eterno Retorno

Cuando tomamos consciencia de que podemos hacer algo es porque nos damos cuenta de que no hay un dios, lo único que tengo es mi propia vida y por lo tanto soy yo mi propio dios, por lo que, la decadencia y el nihilismo pasivo implican que no hemos tenido voluntad de poder. A partir de que matamos a Dios empezamos a tomar las riendas de nuestras propias vidas, lo que quiere decir que queremos desarrollarnos y mejorar, es decir, a partir de ese momento empezamos a tener voluntad de poder. La voluntad de poder se refiere a hacer lo mejor para mí misma desde que nazco hasta que me muero, querer ser feliz y sentirme plena. Nietzsche añade que tener voluntad de poder fuerte implica querer conocer, pues es entonces cuando controlamos más nuestro entorno y tomaremos mejores decisiones que nos harán desarrollarnos más y ser más felices, por lo que ser ignorante no da la felicidad. Frente a la percepción lineal del tiempo que se tenía ahora tenemos percepción cíclica, que se trata de un ciclo perpetuo de creación y destrucción, representado mediante la figura del uróboros, en el que todos los momentos son igual de importantes.

5. Lo Apolíneo y lo Dionisíaco

En la tragedia griega se destacaba la dualidad, había dos principios que formaban la realidad, uno de ellos era la belleza y lo racional mientras que la otra parte era lo irracional. La vida en Grecia se trataba de las dos cosas en lucha y equilibrio, sin embargo tras la muerte de Sócrates, estos dos principios se desequilibran y dice Nietzsche que por culpa de su muerte hemos aceptado a Apolo, que es la parte de lo racional y hemos hundido a Dionisio, la parte irracional. Es decir, que damos un valor superior a Apolo mientras que nos dedicamos a pisar a Dionisio. Nietzsche cree que ahora, para poder lograr los objetivos que tiene para la sociedad y lograr desarrollarnos en plenitud, debemos volver a construir un equilibrio entre ambos, debemos volver a ser y aceptar ambas cosas o ambas partes de nosotros. Para lograr este equilibrio utilizaremos el arte, dirá Nietzsche.

6. El Nihilismo y la Transmutación de los Valores

El nihilismo es la corriente filosófica que dice que todo lo trascendente ha muerto y que nada tiene sentido pues todo nuestro sentido estaba fuera de nosotros, en los mundos supranaturales, es decir, el nihilismo es una situación de decadencia. Si el nihilismo es la muerte de lo trascendente, darnos cuenta de que estamos en una situación nihilista será el primer paso para empezar a romper esas ideas con el martillo para más adelante llegar al objetivo final, que es la figura del superhombre. Hay dos tipos de nihilismo:

  • El nihilismo pasivo: una situación de decadencia de la que no nos vemos capaces de salir pues nada tiene sentido y no sabemos cómo buscarlo.
  • El nihilismo activo es el que nos llevará al superhombre, ya que nos permite tomar consciencia de que solo necesito mi cuerpo y mi voluntad e intento desarrollarme para ser la mejor versión de mí mismo.

En el momento en el que nos damos cuenta de que nuestra vida ha sido decadencia e imposiciones, somos camellos, la joroba representa esa mochila impuesta. Una vez me quito la mochila con agresividad soy un león, pues este ataca para conseguir lo que quiere, finalmente, después de luchar por lo que quiero, paso a ser el niño, que sería la figura del superhombre.

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