Dimensión Ética del Eterno Retorno
Nietzsche creó un cuento para explicar la doctrina del eterno retorno en el que suponía que un día un demonio entraría en tu vida y te diría que esta vida, como la has vivido, tendrás que vivirla muchas más veces y que se repetirá todo lo grande y pequeño de tu vida, como el dolor o el placer; todo se repetirá en el mismo orden, como si al reloj de arena de la existencia, le dieras la vuelta y a empezar de nuevo. El hombre se debe hacer la pregunta de si quiere que esto se repita otra vez, cómo tendrías tú que ser de bueno para ti mismo y para la vida sin aspirar a nada más que a confirmar la vida siempre. Hay dos respuestas posibles: decir sí a la repetición de tu vida y afirmar el devenir incluyendo el sufrimiento, o decir no a la vida, tal y como ha sido, y negar la repetición; quizás porque los momentos de sufrimiento han sido superiores a los de alegría y esa persona no se ve con fuerza para repetirlos. Esta pregunta provoca una selección entre hombres ya que distingue a los individuos y constituyen una ética de la alegría.
El hombre que dice sí se considera que es el “superhombre”, ya que supera al hombre, pero el que dice que no es el hombre débil. La pregunta puede hacerse respecto al futuro, ya que esto haría que solo nos comportáramos de un modo en el que siempre quisiéramos que se repitiera lo que hemos hecho y no haríamos nada de lo que arrepentirnos. Para Nietzsche, la repetición de la vida es el imperativo categórico y el eterno retorno es la ley y la práctica de la voluntad de poder. La dimensión ética de la repetición consiste en la afirmación de lo que ha sucedido y sucederá y eso es precisamente lo que pretende Nietzsche con el amor fati. El que se arrepiente hace aquello que no quiere que se repita y siempre dice: “Solo lo hago hoy, mañana cambiaré”, pero al día siguiente lo repite y surge el arrepentimiento. Son aquellos que solo se permiten un exceso una vez al año y eso es para Nietzsche el querer a medias y el que él repudia. Nietzsche dijo: “Haced siempre lo que queráis, pero primero sed de los que pueden querer”.
Comparación: Nietzsche y la Filosofía Racionalista
La filosofía de Nietzsche se sitúa en las antípodas del racionalismo ya que rechaza que la razón y la virtud sean sinónimos de felicidad. Para la metafísica, el hombre es un animal racional, pero para Nietzsche el hombre no se define por la razón, sino por la creación de valores. El mundo es un fenómeno estético.
- Para Platón, el conocimiento es el recuerdo de las ideas olvidadas, la memoria de un pasado originario y por ello el enemigo es el olvido. Para Nietzsche, el olvido no es un defecto sino una condición del pensamiento. La memoria no es lo contrario del olvido, sino que lo necesita de él porque es necesario para pensar y crear algo nuevo.
- Para Descartes, el pensamiento está guiado por un método geométrico que presupone el inicio del pensamiento y su objetivo. Para Nietzsche, el pensamiento no tiene modelo matemático porque pensar es experimentar y no tiene guía ni fin. Nietzsche rechaza el “yo pienso, luego existo” ya que no conocemos lo que significa pensar y aparece sin pedirlo. No hay un sujeto en el pensamiento ya que para pensar debemos perder el yo. Lo único que se podría afirmar es que se piensa, y que al pensar creamos valores y formas de vida, como el arte.
- Kant aplicó el racionalismo a la moral y postulaba que el hombre debe querer para para él lo que quiere para los demás. La moral debe ser universal y el hombre se debe regir a ella bajo el imperativo de la universalidad. Para Nietzsche, la universalidad anula la diferencia entre lo noble y lo bajo. Los humanos no se comportan igual y lo que se quiere para uno mismo no se quiere para los demás. No existe un bien absoluto, sino que existe lo bueno y lo malo para cada uno.
- Hegel aplicó el racionalismo a la historia y dijo que existía un proceso histórico dialéctico que se desarrolla mediante la superación del pasado y que tiene como objetivo el triunfo de la razón. La realidad se hace racional y lo racional es real. Para Nietzsche, la historia no progresa ya que pensar es salirse de la historia y crear un tiempo nuevo que rompe con el anterior. La historia no existe y menos el progreso histórico, ya que cada periodo tiene sus conflictos y lo real nunca coincide con lo racional, ni lo racional se realiza.
Nietzsche y el Arte
El arte para Nietzsche está por encima de la metafísica, la ciencia y la religión. Su filosofía es estética y define al hombre por la voluntad de poder y la creación. El mundo no es un fenómeno de la moral, sino estético y Nietzsche entiende por arte cinco proposiciones básicas:
1. El arte es la forma más transparente y conocida por la voluntad de poder.
El mayor estímulo para la afirmación de la vida es la voluntad de poder y de crear.
2. El arte debe comprenderse desde el artista, no desde el receptor.
El artista tiene el poder de crear lo que aún no existe y que su trabajo nace de la inspiración y el éxtasis, es decir, sale de sí mismo para expresar la esencia del mundo.
3. El arte es la contraseña del mundo.
El mundo es una obra de arte que se da luz a sí mismo y que aparece sin artista como organización. La esencia del mundo y del hombre coinciden ya que es: producción y creación de devenir y apariencias.
4. El arte es el contra movimiento frente al nihilismo.
Para Nietzsche, la capacidad de crear del hombre es una barrera contra el nihilismo y la forma de afirmar la vida, ya que el artista profundiza y busca formas de expresión nuevas.
5. El arte tiene más valor que la verdad.
Para Nietzsche el arte es superior a cualquier cosa incluso a la ciencia. Crear es más importante conocer ya que si el universo no deja de crear apariencias, el artista hará lo mismo. La obra de arte y la vida son ficciones. El arte es voluntad de engaño y el poder de lo falso. El arte no es lo contrario de lo real, sino su duplicación transformada.
Nietzsche y la Verdad
La filosofía siempre buscaba la verdad y el bien. Decir la verdad proporciona felicidad y la falsedad es un error. La metafísica separa las facultades humanas y dice que la razón es incompatible con los sentidos, pero Nietzsche lo rechaza. Para Nietzsche, la verdad es solo un error, una mentira útil para ordenar la realidad y dominarla. La voluntad de verdad es una voluntad de poder y de crear, no de verdad. Nietzsche se pregunta si la mentira es necesaria para afirmar la vida, ya que para él la falsedad es más interesante y útil que la verdad. Existe una potencia de lo falso, la del arte. El filósofo debe ser creador del mundo, pero hasta ahora solo lo niega. Se trata de crear antes que dé la verdad. El filósofo vive en un mundo de palabras sin significado. Los conceptos de la metafísica no son reales, sino que ella los inventa. Los filósofos se definen por la voluntad de verdad, ya que el hombre es quien busca la verdad por encima de todo. Este piensa que siempre hay alguien que quiere engañarle y que son las pasiones. Además, piensa que la razón es la única que conduce la verdad y quien nos salva del engaño, ya que los sentidos son los obstáculos para la verdad y por ello se inventan un mundo verdadero. Nietzsche es perspectivista, no existen hechos, sino interpretaciones. No existe la verdad sino verdades. El conocimiento no descubre la verdad, sino que crea perspectivas y el error de la filosofía es que para ellos sus puntos de vista son los únicos verdaderos. Sin embargo, solo el arte sabe lo que sí es una perspectiva más.