La Filosofía de Platón: Amor, Ética, Política y el Estado Ideal

El Amor como Impulso hacia el Conocimiento

Según Platón, el amor induce a una idealización progresiva del objeto amado hasta llegar a la idea suprema de belleza. En el Fedón, lo define como un anhelo de belleza, por lo tanto, es una fuerza que empuja el alma en su ascenso. En su obra El Banquete, expone lo que se conoce como ‘Escala de Diotima’, que se trata de una escala que avanza en abstracción y que comienza con la contemplación de la belleza de los objetos sensibles. Asciende por la contemplación de la belleza en las ciencias y ocupaciones, y acaba en la ciencia, en el concepto de belleza. Esta escala representa una guía del alma a través de la belleza hacia su idea.

Sin embargo, Platón añade que esta vía emocional de acceso al verdadero conocimiento requiere disciplina ascética. Solo prescindiendo de aquellas ataduras que nos relacionan con el cuerpo, purificamos el espíritu y lo preparamos para la contemplación.

Ética: El Intelectualismo Moral

Platón defiende el intelectualismo moral. Nos dice que la virtud consiste en la sabiduría, por lo tanto, al igual que su maestro Sócrates, nos dice que quien sabe lo que es el bien, obrará el bien. Para ello, el conocimiento y el saber ayudarán a purificar el alma, haciendo que se concentre en sí misma y separándose de todo lo que la relaciona con el cuerpo. Para ello, el hombre sabio será aquel que se conduce correctamente porque sabe lo que es el bien. Mientras que aquel que no lo haga así, lo hará por desconocimiento de la idea. Por lo tanto, la excelencia moral se alcanzará mediante el conocimiento, pero también gracias a la purificación. Por ello, cada una de las partes del alma tendrá que practicar la virtud que le corresponde.

Las Virtudes del Alma

Para Platón, la justicia es la virtud suprema del alma y esta se dará si cada parte cumple con la función que le es propia. En su obra, La República, compara la justicia del alma con la justicia en la polis, la cual requiere de una convivencia y armonía entre las clases sociales que la componían.

  • Parte Racional: Debe ser sabia para saber dirigirse al mundo de las ideas al cual pertenece y controlar adecuadamente la parte irracional. Por ello debe practicar la virtud de la prudencia.
  • Parte Irascible: Debe ser valerosa para afrontar los contratiempos, representada por el caballo dócil. Su virtud es la fortaleza.
  • Parte Concupiscible: Debe ser capaz de modelar los deseos corporales que arrastran al alma, representada por el caballo rebelde. Su virtud es la templanza.

Solo cuando cada parte cumple con la virtud que le corresponde se dará un equilibrio en el alma que posibilitará esta idea de justicia.

Política: El Estado Ideal

En La República, Platón establece un paralelismo entre la estructura del alma y la estructura del Estado. Por ello, ética y política son inseparables. Además, tiene muy presente la mentalidad griega sobre el concepto de individuo, según la cual este depende y está subordinado a la comunidad. Por ello, vida privada y pública están estrechamente relacionadas. Además, para Platón, el Estado ha de proporcionar todos los medios para alcanzar la sabiduría.

A la hora de diseñar su Estado ideal, Platón tiene en cuenta que no todos los individuos poseen las mismas cualidades por naturaleza, sino que en cada ciudadano predomina una parte del alma. Por ello, el Estado dispondrá su educación de acuerdo con ello. Además, en esta época también se tiene la idea de que toda comunidad se divide en tres clases sociales de manera natural, las cuales identificará con las tres partes del alma:

  1. Guardianes: Compuesta por los ciudadanos más animosos y valientes, en ellos predomina la parte irascible del alma, por lo tanto, deberán practicar la virtud de la fortaleza.
  2. Productores: Son los encargados de abastecer a la ciudad de todo tipo de bienes, incluidos los hijos. En ellos predomina la parte concupiscible del alma, por ello deben practicar la templanza y así controlar sus deseos y pasiones.
  3. Gobernantes: Son cuidadosamente seleccionados gracias a la educación. Su prioridad es la educación filosófica, ya que solo los filósofos conocen las ideas y sabrán gobernar con justicia. En ellos predomina la parte racional del alma, la cual les guiará con prudencia en esta tarea de gobierno.

El Estado platónico es una organización jerárquica muy estricta en la que cada clase social sirve a la comunidad y todas son igualmente necesarias. Sin embargo, el acceso al conocimiento está reservado solo a unos pocos. A pesar de ello, todas las clases sociales poseen cierto grado de virtud siempre que ejerzan su función de manera adecuada.

Teoría de las Formas Políticas

Platón considera que el paso del tiempo lleva a un estado de degradación, exponiendo así la teoría de las formas políticas:

  • Aristocracia: Entendida por él como el gobierno de los más sabios y, por lo tanto, la forma más perfecta de organización política.
  • Timocracia: Si los guerreros, en un afán de gloria, toman el poder.
  • Oligarquía: Para Platón es el gobierno de los más ricos, el cual genera conflicto entre las clases más pobres.
  • Democracia: Donde triunfa la libertad inmoderada y el desorden. Para Platón, la democracia iguala a sabios e ignorantes y no garantiza que el gobierno esté en manos de los más preparados.
  • Tiranía: La cual será la peor de las formas posibles de gobierno.

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