La Filosofía de Platón: Contexto, Teoría y Legado

Contexto Histórico-Cultural

Platón nace en el 427 a. C., en medio de la Guerra del Peloponeso que enfrentaba a Atenas y sus aliados contra Esparta y los suyos. La derrota ateniense en el 404 a. C. acentúa la crisis iniciada con la guerra. Aprovechando la derrota y con el apoyo de los espartanos, los aristocratas instauran la tiranía de los Treinta, encabezada por familiares de Platón. Este gobierno acaba con los derechos democráticos y desemboca en una guerra civil. Reinstaurada la democracia, un jurado popular condena a muerte a Sócrates.

Durante la primera mitad del siglo IV a. C., el marco político sigue inestable. Continúa el enfrentamiento entre los tres estados más poderosos: Esparta, Tebas y Atenas, sin que ninguno sea capaz de imponerse definitivamente. Los conflictos perdurarán hasta que Filipo II de Macedonia acaba con la autonomía política de los estados griegos.

La crisis se extiende al ámbito cultural. Debido a la decadencia económica provocada por la guerra, ya no se acometen proyectos arquitectónicos semejantes a los del siglo V a. C. En literatura, solo las comedias de Aristófanes y la obra historiográfica de Jenofonte se acercan a las grandes producciones del siglo V a. C. Pero la crisis no es completa: Praxíteles, Escopas y Lisipo introducen en escultura el «estilo bello», que rompe con los modelos clásicos. La retórica y oratoria conocen con Isócrates y Demóstenes su máximo esplendor.

Ante esta situación, Platón se pregunta por qué los gobernantes conducen a los estados al enfrentamiento, por qué ni el sistema democrático ni la tiranía habían mejorado a los ciudadanos, por qué el jurado no fue capaz de ver que tenía frente a sí al hombre más justo y lo condenó a muerte… Platón responde: los ciudadanos no saben qué es la justicia, y sus gobernantes, sean demócratas o aristócratas, tampoco.

Por eso, nuestro autor concluye que la política, a la que hasta la muerte de Sócrates tenía intención de dedicarse, no es el modo de superar la crisis, sino la educación de los gobernantes para que sean capaces de organizar un estado justo. Platón intenta poner en práctica su proyecto mediante la educación del que sería el futuro rey de Siracusa, Dionisio II, pero la corte, que veía en las ideas de Platón una amenaza para el régimen, acaba con sus planes. Nuevamente el ateniense se encuentra con políticos que no buscan el bien de los ciudadanos, sino el mantenimiento del poder.

Contexto Filosófico

Su fracaso en Siracusa le lleva a fundar en Atenas un centro para educar a ciudadanos y gobernantes: la Academia. La democracia permitía que los ciudadanos accedieran por sorteo a cargos públicos retribuidos, y que los políticos influyeran en el estado convenciendo a la asamblea de que votara sus propuestas. Este nuevo sistema había convertido a los sofistas en educadores de quienes quisieran ascender políticamente. Para ellos, por tanto, la educación tiene una finalidad práctica inmediata, y consiste esencialmente en enseñar retórica, el uso del lenguaje como medio de persuasión en el consejo, asamblea o tribunales.

Sin embargo, Platón entiende la educación de modo distinto, por eso su filosofía desembocará en una crítica a la corrupción que, a su juicio, suponían tanto la concepción sofista de la educación como la democracia ateniense. Este enfrentamiento no será sencillo. Para acometerlo Platón combatirá el fenomenismo, subjetivismo y relativismo de estos maestros de retórica. Así, la auto-epistemología platónica debe entenderse como la búsqueda de un fundamento a su nueva propuesta antropológica y ético-política.

Ahora bien, los argumentos platónicos contra los sofistas se nutren de ideas que asume de Sócrates y de algunos presocráticos. Platón continuará la crítica al pensamiento sofista y al mecanicismo iniciada por su maestro. Este propuso el concepto y el razonamiento inductivo para superar el relativismo y el subjetivismo. Platón irá más allá y afirmará la existencia de las Ideas, realidades objetivas a las que corresponden nuestros conceptos. También asumirá el intelectualismo moral socrático.

La segunda fuente que alimenta la propuesta platónica es la presocrática. En primer lugar, de la escuela pitagórica incorporará la importancia de las matemáticas, su dualismo antropológico, la identificación del ser humano con su alma racional y la reencarnación. En segundo lugar, las Ideas de Platón tendrán las principales características que Parménides atribuyó al ser: son ingénitas, imperecederas e inmutables, pero nuestro autor abandonará el monismo del eleata al defender la multiplicidad de las Ideas. También asume su dualismo epistemológico, así como que lo sensible es el terreno de la opinión y del ser no verdadero. En tercer lugar, Platón recibe de Heráclito la visión del mundo sensible como un mundo en perpetuo fluir, aunque Platón no aceptará que ese ámbito fuera automáticamente real. Finalmente, el ateniense criticará el mecanicismo atomista y defenderá una explicación teleológica cercana a Anaxágoras, aunque la llevará hasta sus últimas consecuencias, eliminando cualquier vestigio mecanicista.

El pensamiento de Platón se desarrolla en diálogos y se divide en cuatro etapas:

  • Etapa socrática: se concentra en explicar el método y la filosofía de Sócrates.
  • Etapa transitiva: es la transición entre los pensamientos socráticos y sus propias teorías.
  • Etapa de madurez: representa la madurez del pensamiento platónico (Teoría de las Ideas).
  • Etapa de vejez: somete a duras críticas la Teoría de las Ideas, pero sin abandonarla.

Las Tres Alegorías

  • La alegoría del Sol: tiene una temática fundamentalmente ontológica, pues nos habla del ser, aunque también aparece la temática epistemológica porque en Platón los problemas del ser y del conocimiento están íntimamente relacionados.
  • La alegoría de la línea: la temática principal de esta alegoría es epistemológica, ya que Platón representa en ella los grados del saber mediante una línea.
  • La alegoría de la caverna: la temática fundamental es la educación, aunque se mezclan con ella tanto la temática ontológica como la ético-política.

Teoría

Mito de la Caverna

Aquí expresa el camino que recorre el filósofo, desde los conceptos vagos hasta las verdaderas Ideas que encuentra tras los fenómenos de la naturaleza. Lo que quiere señalar es la relación entre los males de la naturaleza y el mundo de las Ideas. La realidad de Platón está dividida en dos mundos: mundo inteligible (mundo de las Ideas) y mundo visible (de los sentidos), los cuales están relacionados ya que el mundo visible participa en el mundo inteligible. Se diferencian en los siguientes aspectos:

  • Platón compara la dialéctica con el intento del prisionero, fuera de la caverna, de apartar su vista de las sombras y dirigirla a los objetos naturales y, al final, al Sol.
  • Nos recuerda al propósito educativo de todo.
  • Los prisioneros encadenados representan a la humanidad que no ha recibido educación.

La Realidad

Las Formas son eternas e increadas. Ellas existen para servir de modelo al creador divino en proyectar el cosmos. Las cosas toman sus nombres de las Formas en las que participan y, por lo tanto, una sola Idea va en un mismo sentido de una cosa. Existen tres grados de la realidad: la Forma separada, el carácter inmanente (semejanza que poseemos), las cosas concretas que participan en la Forma.

Por lo tanto, las Formas existen necesariamente como objetos en los que fijar nuestros pensamientos y como significados constantes de las palabras que se usan en todo discurso. Deben tener existencia independiente en la relación que mantienen con los seres individuales y mutables. La Forma del Bien permite que el ojo del entendimiento «vea» y comprenda la naturaleza de la realidad. Sin la iluminación que proporciona la Forma del Bien, estaríamos condenados a vivir en el sombrio mundo de las apariencias y la opinión, mientras que a la luz esto no es posible, se van acopiando conocimientos sobre cómo vivir.

El Conocimiento o Episteme

El alma lo conoce todo, lo universal, lo perfecto; se puede conocer a través de las Ideas; el conocimiento es el recuerdo de las Ideas. El mundo inmutable de las matemáticas se encontraba detrás del mundo fenoménico y le transmitía el orden y la regularidad que manifestaba, haciendo más fácil crecer en las formas morales. Ninguna línea visible es la línea matemática, por carecer de extensión, no puede ser vista. Para que sea posible el conocimiento tenía que existir de alguna manera de las Formas perfectas e inmutables. El alma conoció las Formas antes de entrar en el cuerpo. La experiencia del nacimiento y asociación con un cuerpo ha provocado el olvido del alma y las copias pueden recordarle lo que una vez conoció. Para alcanzar el saber, el alma debe poseer el impulso filosófico y estar dispuesta a hacer el esfuerzo necesario.

Dualismo Antropológico

Se dice que el hombre tiene una naturaleza con un cuerpo y un alma. El cuerpo pertenece al mundo empírico y el alma pertenece al mundo de las Ideas, ya que es eterna y continuará siéndolo tras la muerte del cuerpo. El alma es la posesión más valiosa del hombre y este debe procurar que su alma tienda siempre a la verdad.

En la República, nos encontramos con la doctrina de la naturaleza tripartita del alma: racional, vehemente y apetitiva. Estas tres partes eran consideradas por Platón como Formas y no como partes en el sentido material. Para Platón el alma es inmortal.

Ética y Política

Sabe destacar la educación de los ciudadanos, donde la generación a la que se refiere la inteligencia en el texto imaginan consejos, predispuestos por puro ejercicio de la ciencia, cualquiera sea su objeto para el ejercicio racional del poder. La ética de Platón es eudaimonista, en el sentido de que está enfocada al logro supremo del bien del hombre, consiste en la felicidad verdadera.

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