La Filosofía de Platón
Las Ideas
IDEAS: No se refieren al mero acto de pensar. Son algo preexistente, siempre han existido, son anteriores e independientes de la actividad del sujeto. Estas son el modelo o paradigma de todas las cosas que encontramos en el mundo sensible.
Propiedades de las Ideas:
- Eternas, atemporales, inmutables, infinitas, ingénitas, imperecederas, inalterables, inmóviles, únicas, perfectas.
- Independientes del mundo físico, han existido siempre.
Jerarquía de las Ideas:
- Eidola: Son las cosas que vemos en el mundo sensible y que son imitaciones de la realidad ideal.
- Eidos: Ideas como reposo, movimiento, extensión.
- Ideas-números: Matemáticas.
- Ideas puras: Belleza y justicia, son ideas esenciales. La belleza es luz y claridad que envuelve las cosas físicas a las cuales vuelve bellas. Justicia es el equilibrio y armonía.
- Idea del Bien: La llama Platón El Uno y preside todo el conjunto, da armonía. (Encabeza el mundo inteligible. Da armonía a toda la estructura. San Agustín lo llamó Dios). Es la realidad suprema inteligible, la fuente del ser, el nacimiento de toda realidad, el fundamento de todo lo inteligible. Sostiene todas las ideas. Comparable al fuego y al sol. Es lo supremo.
El Mito de la Caverna
El mito de la caverna es el mito más famoso de Platón, en el que explica su teoría de las Ideas, su teoría epistemológica y su teoría antropológica.
En el relato, nos sitúa en una cueva donde hay unos prisioneros que durante toda su vida han sido obligados a mirar unas sombras provocadas por un fuego y unos objetos que se mueven. Con esta primera metáfora, el autor identifica a los prisioneros encadenados con el alma humana, que está atada a un cuerpo terrenal y que pertenece al mundo de las cosas, y es por tanto, imperfecto y sensible, cuyos conocimientos son meras sombras de la realidad.
En el mito, Platón se pregunta qué pasaría si uno de los prisioneros se levantase y fuera capaz de ver el fuego y los objetos reales, afirmando que sentiría dolor y se daría cuenta de que lo que veía antes no eran más que sombras de la realidad. Y si ascendiese hacia la superficie, le ocurriría algo similar. Esta liberación es la que permite al ser humano liberarse del mundo sensible para así alcanzar el mundo ideal, que es perfecto, eterno e inmutable, y al que sólo se puede acceder mediante el alma y la razón.
En el aspecto epistemológico, el mito identifica a la caverna como el mundo de las cosas. En ella, existen imitaciones de la superficie (el mundo de las Ideas), pero son imperfectas y engañosas: las sombras en la pared son imitaciones de las sombras de los objetos de la superficie, el fuego es la imitación del Sol, etc. Ante este panorama, los prisioneros sólo pueden conocer lo que ven, es decir, sólo son capaces de ver sombras en la pared, y ellos las identifican con la realidad. Por eso, cuando uno de ellos es liberado, y es capaz de ver el fuego y el resto de elementos de la caverna, estaría más cerca del conocimiento verdadero. Sin embargo, este conocimiento no sería completo, sino que sería lo que Platón denomina Doxa, u opinión.
Si el prisionero es obligado a ascender a la superficie, allí puede observar y contemplar el mundo exterior, el mundo de las Ideas, poco a poco iría viendo los objetos que lo componen: primero las sombras, más tarde objetos reflejados en el agua, luego los objetos mismos, el cielo nocturno, y por último, el Sol, que se identifica con la idea suprema del Bien. El conocimiento aquí adquirido sería conocimiento verdadero, aquél que Platón llama Episteme.
El Alma
Platón concibe al hombre como un ser compuesto de alma y cuerpo. El cuerpo, corruptible y perecedero, es visto por Platón como un lugar (cárcel) de alojamiento temporal del alma.
Platón distingue tres partes en el alma:
- Concupiscible: Reside en el abdomen, y de ella provienen las pasiones inferiores: el hambre, la sed, el deseo sexual. Es mortal. Su virtud es la templanza. (Los trabajadores)
- Irascible: Reside en el pecho. Es inseparable del cuerpo y perece con él en el momento de la muerte. Su virtud es el coraje, valor. (Los guerreros)
- Racional: Reside en la cabeza, y su función es dirigir las operaciones superiores del hombre, conocer las ideas y las verdades eternas. Es de naturaleza divina e inmortal. Su virtud es la sabiduría práctica o prudencia. (Gobernantes/Filósofos)
Mundo Inteligible y Mundo Sensible
La realidad aparece en Platón dividida en dos mundos: el mundo inteligible o mundo de las Ideas, y el mundo sensible o de las cosas materiales. Las cosas del mundo sensible son copias imperfectas de las Ideas. A las Ideas sólo se tiene acceso mediante la razón, no a través de los sentidos. Son independientes, eternas e inmutables. Están perfectamente jerarquizadas: en la cumbre se encuentran la Justicia y la Belleza, y por encima de todas ellas la Idea suprema del Bien. El mundo inteligible es el mundo de las Ideas, que Platón compara con el mundo de la luz.
En el mundo sensible, los seres humanos se encuentran enormemente alejados del auténtico conocimiento; se impone, por consiguiente, realizar el esfuerzo adecuado para ascender desde el conocimiento del mundo sensible al conocimiento del mundo inteligible.
Las Cinco Formas de Gobierno
Platón distingue cinco formas de gobierno:
- Monarquía o Aristocracia: Es la forma pura, ideal y perfecta de gobierno. Es el gobierno de los mejores, el de los filósofos. El mando es ejercido por uno o varios hombres eminentes, los cuales gobiernan con sabiduría y prudencia. Resulta irrelevante si en el Estado existen o no existen leyes, el saber auténtico no las necesita, está por encima de ellas.
- Timocracia: Forma de gobierno que supone una degeneración de la aristocracia. La clase militar se hace con el poder y las riquezas, y oprime a las clases inferiores. Conserva algunos rasgos del gobierno aristocrático.
- Oligarquía: Forma degenerada de timocracia. La ambición creciente de riqueza da como resultado la concentración de ésta en manos de una pequeña minoría.
- Democracia: Forma de gobierno consecuente de la situación anterior. El pueblo se apodera del gobierno. Todos se consideran capaces para regir la ciudad. Los cargos o funciones de gobierno se proveen por elección popular y, normalmente, recaen en las manos menos dignas y preparadas, en los más demagogos. Esta forma de gobierno degenera en la peor de todas.
- Tiranía: Ante los excesos de libertad se apodera del mando uno capaz de poner orden: un demagogo favorito del pueblo. Es el reino más completo de la injusticia.
Clases Sociales en el Estado Ideal
Los artesanos
Ofrecen los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas (alimentos, etc.), mediante un trabajo productivo de bienes y servicios. Su virtud es la moderación. Deben tener templanza.
Los guardianes o guerreros
Tienen como función defender la ciudad de posibles invasores, y también los conflictos internos. Es la más importante, porque de esta clase saldrán los gobernantes (los mejores entre los guardianes). Su educación y preparación deben ser la propia de una élite, puesto que de ellos dependerá el buen funcionamiento de la ciudad. Además, tendrán un régimen especial de vida: se alojarán en viviendas separadas de las del resto de los ciudadanos; no poseerán riquezas propias, ni vivienda privada, ni familia, ni mujeres. Se mantendrán en régimen de matrimonio monogámico permanente. Se casarán con mujeres de su misma clase para preservar la pureza del grupo.
Los gobernantes
Son los árbitros absolutos de la vida política, y sólo se justifican en el cargo si llegan a ser los más sabios. Dirigen la ciudad y procuran el bien común. Deben ser seleccionados entre los mejor dotados. Normalmente procederán de los guardianes perfectos, aquellos que, al final de su formación, llegan a ser filósofos casi perfectos, capaces de poner como fundamento del Estado la Verdad, la Justicia y el Bien. «Ningún estado se gobernará con acierto mientras los filósofos no lleguen a regentarlo o bien los gobernantes se conviertan en filósofos.»