La Filosofía de Platón: Un Análisis Integral

3º Pregunta: Platón, cuyo verdadero nombre era Aristocles, pero le apodaron así por su gran espalda, fue uno de los filósofos más relevantes de la antigua Grecia en el siglo V a.C. Su filosofía se contextualiza en la situación decadente de Atenas, con la derrota en la Guerra del Peloponeso y el gobierno de los 30 tiranos con su falsa democracia, que condenaron a muerte a su ídolo y maestro Sócrates. Su ejecución tiene mucha influencia en la obra platónica (Banquete, Fedón…) ya que es un diálogo en su totalidad (usando la mayéutica, que consiste en dar a luz las ideas con preguntas) y le trata de protagonista, como en su obra La República, con el mito de la caverna, en el que Sócrates representaría al prisionero que consigue salir de la cueva y llegar hasta la luz, que sería la verdadera realidad. En el pensamiento de Platón también hay ideas matizadas por filósofos presocráticos como Pitágoras, Anaximandro o Anaxágoras, que buscaban explicaciones racionales a fenómenos de la naturaleza. Hablar del dualismo, los dos mundos: sensible e inteligible, meter a Heráclito y Parménides, crítica a los sofistas y su relativismo moral. Hablar de su idea del bien, epistemología, dialéctica, del alma y sus tipos, virtud y reminiscencia. Convivencia entre individuos (gobernantes, guerreros y trabajadores = rey filósofo) política: aristocracia -> timocracia -> oligarquía y democracia con demagogia.

Mundo Sensible: Es el mundo al que tenemos acceso a través de los sentidos, en el que encontramos dos entidades: las sombras e imágenes de los objetos y los objetos físicos. Estos objetos son cambiantes, por lo que el conocimiento sobre ellos es relativo y temporal. Platón sigue los planteamientos de Heráclito en este mundo basado en el cambio, un mundo que no es verdaderamente real, en el que reina la opinión y no las verdades absolutas. En el mito del carro alado, Platón representa el alma concupiscible con la metáfora del caballo negro, que era poco dócil y dirigía el carro hacia el mundo sensible. Es la parte del alma humana más relacionada con el cuerpo y en ella se encuentran los placeres sensibles y apetitos sensibles (deseo sexual, fama).

Mundo Inteligible: A este mundo no se puede acceder con el uso de los sentidos, sino que se llega a él gracias a la razón mediante el conocimiento dialéctico. Este mundo constituye la auténtica realidad, es el mundo de las ideas, bajo la idea suprema del bien. Comparte con Parménides la idea de un mundo perfecto, inmutable y eterno, en el que sus componentes son entidades universales, invariables e imperecederas. Según Platón, en este mundo también se encuentran las ideas y es donde conviven las almas antes de reencarnarse. Cuando lo hacen, olvidan estas ideas que han contemplado, por lo que se dice que conocer es recordar las ideas que el alma ya ha visto, esto es conocido como reminiscencia. En el mito de la caverna, la metáfora del mundo inteligible es el mundo exterior al que accede el prisionero cuando pierde las cadenas y sale de la caverna.

Idea del Bien: Se representa como el máximo grado de realidad y es la causa de todo lo que existe, el principio del ser y de la inteligibilidad de todas las ideas, de ella depende toda la realidad. En el mito de la caverna es representada como la luz del sol, iluminando así el interior de la cueva. El sol hace visibles los objetos al iluminarlos con la luz, la idea del bien hace inteligibles las ideas al iluminarlas con la verdad, llegando así al conocimiento o inteligencia. Aquellos que lleguen al conocimiento del bien serán los gobernantes ideales, como explica Platón, el rey filósofo. La idea del bien se encuentra relacionada con el intelectualismo moral socrático, debido a que su tesis central es que la experiencia moral se basa en el conocimiento del bien. Por lo que, si se conoce el bien y la justicia, se realizarán el bien y la justicia, justificando así la moral con el conocimiento, conocimiento que debemos adquirir por medio de la razón y la educación. Además de ello, el mundo inteligible también posee relación con la idea del bien de Platón, ya que este mundo constituye la auténtica realidad, es el mundo de las ideas, bajo la idea suprema del bien.

Alma: Es el principio de la vida y el conocimiento, se considera como algo inmaterial e inmortal, unido a un cuerpo material y corrupto. Se trata de dos realidades distintas unidas de modo provisional. El alma se considera como el principio del pensamiento, identificado con la razón. Platón dividió el alma en tres clases: Alma Racional: Localizada en la parte superior del alma humana e inmortal, controla a las otras dos almas. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento, el mundo de las ideas, etc. En el mito del carro alado es representada como el auriga, identificando la razón y nos conduce hacia el conocimiento y la realización del bien y la justicia. Alma Irascible: Situada en el pecho, en el que se encuentra la voluntad, el valor y la fortaleza, y se encarga de regular las pasiones nobles. El mito del carro alado la representa mediante el caballo bueno y dócil ante las instrucciones del auriga. Gracias a esta parte, el auriga puede llegar hasta el mundo de las ideas. Alma Concupiscible: Situada en el vientre y controla los apetitos. En el mito del carro alado es representada como el caballo poco dócil que dirige el carro hacia el mundo sensible. Es la parte del alma humana más relacionada con el cuerpo y en ella se encuentran los placeres sensibles y apetitos. Estas dos últimas almas son inmortales, en cambio la restante es mortal. Todo ello está relacionado con la virtud, ya que esta se entiende como el equilibrio entre las distintas partes del alma.

Reminiscencia: Es el recuerdo (anamnesis). El alma, que es inmortal, lo ha conocido todo en su existencia anterior antes de unirse al cuerpo, debe recordar gracias a la experiencia sensible. Este término está relacionado con el mito del carro alado, ya que podemos decir que el alma es tripartita. El alma racional, representada por el cochero, es la parte más excelente del alma, se identifica con la razón y nos enseña el conocimiento y la realización del bien y la justicia. El alma irascible es el caballo blanco, es decir, el bueno y dócil que lo lleva al mundo de las ideas (mundo inteligible). El alma concupiscible representa el caballo negro, poco dócil y dirige el carro hacia el mundo sensible. Es la parte del alma humana más relacionada con el cuerpo y en ella se encuentran los placeres sensibles, apetitos, deseos.

Dialéctica: Es un método filosófico para acceder al conocimiento de la verdad. Este camino va desde el mundo sensible hasta el mundo de las ideas, que pretende alcanzar la idea suprema del bien. Esto se traduciría en ascender desde la ignorancia hasta el conocimiento. Para conocer, tenemos que empezar captando el mundo sensible en el que estamos, haciéndolo mediante la imaginación (imaginar cómo son las cosas sin verlas) y mediante los sentidos (observar cosas y comprobar si lo que hemos imaginado es cierto). Este conocimiento del mundo sensible es precario, ya que las cosas sensibles están siempre cambiando y, además, opinar que algo es bueno no es lo mismo que saber con certeza que está bien, por lo que, aunque el primer tramo dialéctico esté completo, hay que seguir sabiendo. El segundo tramo se recorre mediante el pensamiento y la razón. El pensamiento permite que veamos la esencia de las cosas al generalizar las cosas sensibles particulares, como por ejemplo, obteniendo el concepto de blancura a través de muchas cosas blancas. Finalmente, gracias a la razón, vemos directamente las ideas, sobre todo la idea del bien, la cual no cambia por ser inmutable y duradera. Mediante el pensamiento, la razón y la educación, llegaremos al mundo de las ideas, conoceremos la verdad y el conocimiento verdadero y, según Platón, quien adquiera esto será filósofo y deberá mostrar el bien a los demás.

Virtud: Según la ética platónica, la virtud es la excelencia del alma, que impulsa a obrar con la mayor perfección posible para alcanzar el bien. Platón concibe la virtud de diversas maneras y la relaciona con cada parte de nuestra alma tripartida. Empezamos a recordar con el alma racional, ubicada en la cabeza, cuya función es razonar y debe ser regulada por la prudencia (auriga del carro alado). El alma irascible, situada en el pecho, es la que nos lleva a las pasiones y sentimientos nobles (valor, esperanza) y es regulada por la fortaleza (caballo blanco). El alma concupiscible, localizada en el vientre, se encarga de controlar los apetitos y deseos del cuerpo, relacionados con las bajas pasiones. Con respecto al mito del carro alado, es simbolizada como el caballo negro y la virtud que la regula es la templanza.

Justicia: Según la ética platónica, donde nos habla de las tres virtudes (templanza, fortaleza y voluntad), este filósofo las armoniza a través de la virtud general de la justicia. Para Platón, un individuo es justo si usa estas virtudes para regular correctamente las tres partes del alma: racional, irascible y concupiscible, respectivamente. La justicia se realiza cuando cada grupo desempeña su función (gobernar, proteger y defender, y producir productos para subsistir) y desarrolla la virtud que le es propia: la prudencia para gobernantes, valentía para guardianes y la templanza para los trabajadores.

Rey Filósofo: En la ciudad ideal creada por Platón, el filósofo debe gobernar el estado, porque ha cultivado la virtud de la prudencia o sabiduría. En consonancia con el intelectualismo moral socrático (teoría que identifica saber y virtud), el gobierno debe estar en manos de los sabios, es decir, los filósofos, pues son quienes han alcanzado el conocimiento del mundo inteligible, el mundo auténtico y verdadero.

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