La Filosofía de San Agustín: Metafísica, Teoría del Conocimiento y Antropología

La Filosofía de San Agustín

Metafísica: Dios, el Verdadero Ser

En este tema, San Agustín se apoya en la formación humanística acumulada a lo largo del tiempo. Las influencias principales son:

  • Plotino: San Agustín toma de él la separación ontológica de los dos mundos (el sensible y el inteligible) y la noción de que Dios existe por sí mismo.
  • Aristóteles: De él toma la idea de que los seres están compuestos de materia y forma.

Con estas dos influencias, San Agustín aborda el tema de la metafísica. Dios existe por sí mismo (per se) y el mundo existe gracias a la previa existencia de Dios. Dios es simple y eterno (Plotino), mientras que los seres son materia y forma (Aristóteles).

Teoría del Conocimiento: Dios como Garantía

Para desarrollar su teoría del conocimiento, San Agustín considera necesario superar el escepticismo. Para ello, parte de la concepción platónica-socrática: conocer la propia ignorancia e intentar superarla supone que la verdad existe. Además, Dios se convierte en la garantía de que el conocimiento es posible.

San Agustín plantea tres tipos de cuestiones que no podemos dudar:

  1. Nuestra propia experiencia.
  2. Las matemáticas, juez de la razón.
  3. Los principios morales que gobiernan nuestra vida social.

Aunque para San Agustín la existencia de estas verdades es clara, siente la necesidad de justificarlas para acabar con el escepticismo. Estas verdades son intersubjetivas y necesarias para el desarrollo de la naturaleza humana. Dios se convierte en la garantía última de dichas verdades. De esta forma, se demuestra la existencia de Dios a través del análisis del conocimiento humano.

Antropología: Dios como Principio y Fin del Hombre

Dios crea al hombre compuesto de cuerpo y alma (principio) y el alma humana es inmortal y aspira a volver hacia su principio (fin) (fe cristiana). San Agustín dará una doble justificación a este punto: teológica y metafísica. Dios existe por su propia voluntad y el hombre, que es creado por Dios, será por tanto inferior a Él.

Teología de la Historia: El Tiempo Cristiano

San Agustín expone dos diferencias fundamentales: entre la filosofía y la teología histórica, y la estructura del tiempo histórico.

  • Filosofía de la historia: Consiste en la aplicación de la reflexión filosófico-racional al ámbito de la historia.
  • Teología de la historia: Parte del convencimiento de que no hay explicación racional posible de los acontecimientos históricos. Se intenta buscar “la razón de la historia” en un ser superior y trascendente. En un planteamiento teológico de la historia, Dios ocupa el principio, fin y centro histórico.

San Agustín estructura el tiempo en tres grandes periodos:

  1. Periodo de creación.
  2. Tiempo de caída.
  3. Tiempo de redención.

Textos

Santo Tomás de Aquino y la Existencia de Dios

Evidencia de la Existencia de Dios

Se dice también que es evidente: Evidente es lo que se conoce de forma natural e inmediata, como por ejemplo los primeros principios en los que se basa cualquier razonamiento, como el principio de no contradicción.

El argumento ontológico expuesto aquí por Aquino, afirma que la existencia es un atributo de Dios que nadie puede negarle sin contradicción y que, por ello es evidente. Así, la proposición “Dios existe” sería analítica: quien entiende qué significa el término “Dios” tiene que afirmar que existe. Es también evidente por sí mismo: como afirmaba San Agustín contra los académicos (los escépticos), es evidente que existe alguna verdad, pues si no existiese ninguna, sería verdad que no existe. Como Dios es la verdad, es evidente que existe. Una cosa es admitir que existe una verdad y otra muy diferente reconocer que existe Dios, es decir, la Verdad.

En cuanto a la segunda, he de decir: Aquino rechaza el argumento ontológico. Solo podríamos afirmar con evidencia la existencia de Dios si conociéramos su naturaleza, pero solo podemos conocerla partiendo de lo que para nosotros es más conocido, lo que nos puede llevar a error, como de hecho ha pasado con los que consideraban a Dios un ser corporal. Aun entendiendo bien la proposición “Dios existe”, como les ocurre a los sabios, no se puede confundir la existencia en la realidad con la existencia en el concepto, en el pensamiento. Si se confunden, es porque previamente se admite que hay algo en la realidad. Pero un ateo niega la existencia de Dios, por tanto, interesa demostrar su existencia.

Hay dos clases de demostraciones: La posición tomista sobre la posibilidad de demostrar la existencia de Dios se basa en el principio de causalidad: si existe el efecto, también existe la causa. Si encontramos efectos producidos por Dios, significará que existe. A este tipo de explicación causal se llama quia. Hay otro tipo de demostración que parte de la causa para demostrar el efecto, llamada propter quid. En la primera, llegamos a saber que existe una causa aunque no alcancemos a conocerla.

Además, lo que pueden realizar: En la demostración de la existencia de Dios, partimos de los efectos, usamos lo que significa su nombre como término medio y concluimos en la necesidad de su existencia. Los nombres que damos a Dios se los atribuimos por analogía a los efectos de la creación. Así, podremos afirmar que Dios tiene todas las perfecciones que observamos en lo creado y ha de tenerlas en grado supremo, aunque no podamos conocer su poder.

La segunda vía se basa en el: La segunda vía también está basada en la metafísica de Aristóteles y recuerda uno de los cuatro tipos de causas: material, formal, eficiente y final. La causa eficiente es la que produce el movimiento. La causa eficiente primera de todo lo creado es Dios.

La cuarta vía parte de los grados de: La cuarta prueba la desarrollaron San Agustín y San Anselmo. Es de corte platónico. Todo lo sensible participa de las ideas, pero estas solo pueden estar en Dios, según San Agustín. Lo bueno, lo verdadero y lo noble que existen en el mundo se dicen en relación con un máximo, del que participan y que goza de la máxima entidad: Dios.

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