EL PROBLEMA DEL CAMBIO
Explicar la realidad como Aristóteles conlleva unos problemas, los cuales él resuelve. Esto pasa porque Parménides había demostrado lógicamente que el cambio no existía, así que Aristóteles, para afirmar que existía, tenía que demostrarlo también.
Para empezar a explicar cómo funciona el cambio, empezó analizando el discurso y el lenguaje de Parménides, en el cual descubre que hay diversas confusiones al utilizar solo el sentido existencial, cosa que es errónea.
MATERIA Y FORMA
Para que el cambio ocurra, antes hay que conocer los principios, esos elementos que intervienen en el cambio (dos de ellos son contrarios): la forma, la privación de la forma y el sustrato (el sujeto en el cual se suceden los contrarios). Por tanto, al principio en el sustrato está la privación de forma, pero al cambiar, aparece la forma (el contrario). Por lo tanto, el cambio no es el paso del ser al no-ser o del no-ser al ser, como decía Parménides, sino que es la sustitución de contrarios. Ejemplo: El agua pasa de ser fría a ser caliente. Alfabetización.
A menudo, cuando Aristóteles habla del sustrato como materia, que en su tiempo significaba madera, pero que él utilizaba para referirse al sustrato amorfo, es decir, aquel que no tiene forma. La materia primera no existe realmente por sí misma, pero es lógico suponer su existencia para explicar cualquier cambio.
HILEMORFISMO
Los seres naturales son un compuesto de materia (de qué está hecho el ser) y forma (cómo está hecho, la organización de la materia). Estos son conceptos relativos, ya que lo que es materia en un sentido es forma en el otro.
Los seres naturales nacen y desaparecen y, por lo tanto, son una unión temporal y concreta de materia y forma. A pesar de esto, tanto la materia como la forma son eternas, ya que:
La materia es inengendrada e indestructible.
La forma también es eterna, ya que la forma que aparece después de un cambio ya existía anteriormente (ser en potencia).
Por lo tanto, según la teoría de Aristóteles, no hay evolución de las especies. Además, aunque parezca que la teoría de este es muy parecida a la de su maestro, realmente no lo es, porque para él las formas son inmanentes.
EL CAMBIO Y EL MOVIMIENTO
El cambio se puede clasificar de dos maneras: según qué cambia y según la causa del cambio.
– Primera clasificación:
Cambio sustancial: Cambia la sustancia como tal, es decir, el ser deja de ser la sustancia que era y pasa a ser otra sustancia diferente. (Generación y corrupción)
Cambio accidental: La sustancia se mantiene y solo cambian sus accidentes.
Cambio cuantitativo (aumento o disminución): Es la variación de la materia que constituye el sustrato.
Cambio cualitativo: Es el cambio de una de las cualidades del sustrato, básicamente la adquisición de una nueva forma.
Finalmente, también está el cambio local, que es el cambio de sitio, también llamado movimiento. Aristóteles cree que todos los tipos de cambios se pueden reducir a este, ya que todos los cambios mencionados anteriormente en realidad son un cambio de posición de la materia.
– Segunda clasificación:
Cambio natural: Es aquel que viene impulsado por la propia sustancia (vejez, gravedad). Cada elemento tiene su lugar natural según su gravedad, así que la Tierra está en el centro del universo (geocentrismo) y todas las cosas caen al centro, por lo tanto, a la Tierra. Así, los elementos llegan a su lugar natural y se paran, es decir, que los movimientos son finitos y tienden a acabarse. Los movimientos son reales, son ser (como cantidad)
Movimientos violentos: Estos movimientos son causados por alguna cosa y, por lo tanto, es necesaria una causa para que empiece el movimiento. El efecto de este movimiento es proporcional a la causa (un niño empujará a una velocidad y su hermano llevará la carretilla más rápido) y el gasto de energía es constante. Sabremos que hemos tenido que hacer fuerza debido a que estaremos agotados al final del movimiento.
En una pendiente hacia abajo es mucho más fácil que hacia arriba. Esto también pasa según la resistencia del medio, ya que en la playa es más difícil el movimiento que en las baldosas.
Esta visión del movimiento es errónea, ya que defiende el geocentrismo, como ya se ha mencionado anteriormente. Además de eso defiende que el universo es finito y que este está organizado en capas concéntricas (donde se encuentran los astros) que se transmiten el movimiento de una a la otra, desde fuera hacia adentro.
SER EN POTENCIA Y SER EN ACTO
El cambio también se puede explicar como el paso del ser en potencia al ser en acto.
Ser en potencia: Es la capacidad que tiene una cosa de convertirse en otra, como la capacidad de una bellota de convertirse en una encina. No todas las potencias son permitidas. No es no-ser.
Ser en acto: Es la potencia realizada, así que es lo que el ser es en este momento.
Un ser tiene a la vez un ser en acto y un ser en potencia. Volviendo al ejemplo de la bellota, esta es una bellota en acto pero una encina en potencia.
LA DOCTRINA DE LAS CAUSAS
Aristóteles explica la realidad según la causa (aspectos de la realidad que hay que considerar para entender el origen y la constitución del ser), conocer todos los factores explicativos de los seres.
Causa material: De qué está hecha un ser. (mármol)
Causa eficiente: Se refiere al autor del ser. (Miguel Ángel)
Causa formal: Se refiere a lo que reproduce el ser. (la idea de humanidad)
Causa final: Se refiere al fin para el cual está hecha una cosa.
Esta es una explicación teleológica, es decir, que explica la realidad según el fin de los seres. Por tanto, según Aristóteles tanto en la naturaleza, en el arte y en la técnica las cosas tienden a tener un fin. En los objetos artificiales la finalidad es externa, ya que se la da su autor, y los seres naturales tienen una finalidad interna, ya que esta está inscrita en su phýsis.
EL MOTOR INMÓVIL
Aristóteles divide el Universo en dos regiones: el mundo supralunar (el mundo de los astros) y el mundo sublunar (la Tierra). Estas dos zonas de la realidad son totalmente diferentes, formadas por sustancias y movimientos diferentes.
La Tierra se considera el centro del Universo, el cual está formado por diversas esferas concéntricas, en las cuales se encuentran los planetas. La última esfera, la más lejana de la Tierra, es la que contiene fijamente las estrellas. Al girar constantemente alrededor de la Tierra, esta esfera hace mover las esferas que se encuentran debajo suyo, hasta la esfera de la cual pertenece la luna. Una vez justificado el movimiento de la esfera celeste, todos los otros movimientos se explican como consecuencia mecánica de los movimientos anteriores. En todos los movimientos hay una causa de movimiento y una cosa movida. La esfera celeste mueve el Universo pero, a la vez, esta es movida. Ha de haber un motor del Universo que no se mueva: la causa del eterno movimiento es el motor inmóvil. Este primer motor es acto sin potencia, es forma pura. La actividad de este primer motor es el pensamiento. Así pues, el motor inmóvil es pensamiento del pensamiento.
La única forma de que el motor inmóvil mueva el Universo es por causa final. La primera esfera, para acercarse a la perfección del motor inmóvil, se mueve circularmente y uniformemente, sin inicio o fin. Todo cambio y movimiento del Universo es causado por el motor, sin que este haga nada por contacto o impulso mecánico, ya que no es material. El motor inmóvil se podría identificar como Dios.