1.LA METAFISICA
El origen del término de la palabra metafísica se le atribuye a Andrónico de Rodas, que bajo este título inventado por el recogió, ordeno y edito una serie de escritos sobre la filosofía primera que por su contenido debía colocarse y leerse después de la física (meta-física).
La metafísica
puede entenderse como el estudio de la causa última y de los principios primeros y más
universales de la realidad.
Sabiendo que
la causa última de todas las cosas es
Dios y los principios primeros y más universales de las cosas es Dios y los principios primeros y más universales es lo que constituye mas radicalmente a todas
las cosas. Desgranando la expresión
dicha tenemos:
üEnte: lo que ordinariamente se llaman las cosas, realidades o seres. Significa “lo que es”, algo dotado de las propiedad del ser. La palabra del “ente” procede del verbo ser.
üEl cuanto ente: la metafísica a diferencia de las otras ciencias no estudia el ente en particular, sino que busca el ser de las cosas.
üSus propiedades sus causas: la metafísica llega a la causa última del ser de las cosas que es Dios creador.
Los primeros pensadores entienden esta ciencia como un saber universal que perseguía descubrir el elemento primario de la realidad. Sin embargo, concretaban este elemento en alguna sustancia material. Parménides advierte por primera vez que el aspecto fundamental de la realidad es el ser:”el ser es y el no ser no es”. Los filósofos posteriores sin olvidar el ser de Parménides, orientaron su especulación hacia otros temas. Fue Aristóteles quien devolvió el ser la primacía, considerando la metafísica como la ciencia del ente en cuanto ente.
La metafísica recibe varias denominaciones que ponen de relieve algunas de sus características. Aristóteles la llama filosofía primera, en cuanto considera las primeras causas y principios de la realidad. Sin embargo el término más común que recibe es el de metafísica, que utilizo Adónico de Rodas para denominar los escritos aristotélicos sobre “la filosofía primera” colocados a continuación de los libros de física. Este nombre expresa de manera adecuada la naturaleza de esta ciencia, que va más allá del ámbito naturaleza material.
A partir del siglo XVII se le empezó a llamar también ontología (del griego estudio del ente), esta denominación señala el objeto propio, y por eso fue adoptada por muchos filósofos.
Otro aspecto que cabe destacar de la metafísica es su influencia en el ámbito del conocimiento humano. Todos los hombres, con su razón tienen un conocimiento de conjunto acerca de la realidad, poseen alguna idea sobre la naturaleza humana, distinguen entre realidades sustanciales y sustanciales, pueden llegar al conocimiento de Dios como primera causa del universo. Este conocimiento que podemos llamar espontaneo, versa sobre los mismos temas que la ciencia metafísica al tratar la metafísica de cuestiones más fundamentales del saber humano y al abarcar su estudio toda la realidad en su conjunto es lógico que la ciencias particulares, se ciñan a aspectos parciales de las cosas. El objeto de cada ciencia. El objeto de cada ciencia particular es un tipo de ente, y por eso los principios metafísicos, las propiedades del ser y otras nociones básicas de la realidad se reflejan también en ese sector determinado de la investigación científica.
A la metafísica le corresponde pues ejercer una función orientadora en el cuerpo de las ciencias, en cuanto es la cumbre del saber humano de orden natural: una función que se la puede llamar sapiencial, ya que es propio de la sabiduría ordenar y dirigir los conocimientos y actividades de los humanos a luz de los primeros principios y del fin último del hombre.
2.EL ENTE
2.1 NOCION DE ENTE
El ente es
“lo que es”. No es posible dar una definición estricta del ente, porque definir
es situar una realidad dentro de un concepto más amplio.
Ente en cambio, es el
concepto que abarca todo género de realidades, de manera ya no cabe encuádralo en una noción más universal. Este término, no
expresa exactamente “cosa”, ya que procede del verbo ser y se destina a las
cosas en cuanto son. La noción de ente no es simple, si no que aparece
compuesta por un sujeto y un acto.
En esta noción intervendrán dos elementos:
“algo que es”, y el mismo es de la cosa. El “algo” ejerce la función de
sujeto”, es decir la realidad a la que corresponde ser. El “es” señala el acto, la perfección propia del
sujeto.
Estos dos elementos constituyen una unidad: al decir “ente” hacemos una referencia implícita al ser, aunque todavía no formulemos el juicio “esto es” o “algo es”, cuando oímos solo el verbo es echamos en falta, el sujeto de ese acto. Ser y ente se implican de manera reciproca. En resumen podemos afirmar
a.Ente significa de modo principal la cosa que es, y la designa precisamente en cuanto tiene ser.
b.Por eso, ente significa de modo concomitante también el ser de esa cosa, el ejercicio del acto de ser.
c. Ente indica, en consecuencia, algo que existe en la realidad.
2.2 EL SER, COMO ACTO DE ENTE
Vamos considerar el elemento principal del ente que es su ser .la peculiaridad de la cuestión del ser radica en que todo lo que es, radica en que “todo es” es decir no hay ninguna realidad que no sea: sin embargo ninguna de las cosas creadas es ser puro, si no que consisten en modos determinados del ser, en realidades que son, pero no son el ser. De esta manera el ser se manifiesta como una propiedad o acto de ente: el ente no es ser solamente, sino que tiene ser. Vamos a determinar algunos rasgos del ser como acto de ente.
A.El ser es un acto, una perfección de las cosas
. Aunque en la vida corriente llamamos “actos” a las acciones u
operaciones, en metafísica se designa con el nombre de acto a cualquier
perfección o propiedad de las cosas. el “es” de las cosas indica una perfección verdadera.
B.El ser es un acto universal
. No
es algo exclusivo de un tipo de realidades, si no que todas las
cosas son: sin ser no habría nada. De cualquier objeto del universo, sea el que
sea, siempre habrá que decir que es.
C.El ser es un acto total: abarca todo lo que las cosas son
Mientras las demás perfecciones son
parciales, porque indican diversos
aspectos o partes del ente, ser contiene
todo lo que una cosa posee, sin excluir absolutamente nada. “Ser”·es acto de todas y cada una de las partes
de la cosa. El ser comprende la totalidad del ente.
d.
El ser es el acto constitutivo y más radical
:
Aquello por lo que las cosas son
Así como la esencia es lo que hace que una cosa sea de un modo de otro, el ser es lo que hace que las cosas sean. Esto puede mostrarse con diversas razones
–Por la comunidad del ser.
–Por la prioridad de naturaleza del ser. El ser es el presupuesto de toda acción y de todo sujeto, ya que sin ser, nada sería; el ser no es un acto derivado de lo que son las cosas, sino precisamente lo que hace que sean.
–Por exclusión.
2.3 EL ENTE Y LA IDEA PRIMERA
La prioridad real del ser con respecto a los demás perfecciones de las cosas, tiene como consecuencia en el orden de conocer la primacía del ente. Cualquier objeto que conocemos, antes de nada es, y de ahí se muestra su inteligencia lo conozca como algo que es, como ente. Por eso la noción de ente está implícita en todos los restantes conceptos intelectuales. Cualquier persona entiende por árbol o por caballo cosas que son y que poseen el ser de un modo particular, es decir, los conoce como entes que son según esencia determinada. Así todos nuestros conocimientos intelectuales están presentes de manera indisociable los elementos constitutivos del ente.
La noción de ente es la primera que adquirimos en nuestra inteligencia. Antes de entender con detalle una determinada realidad y sus perfecciones características, conocemos aquello que es, es algo; sobre la base de esta primera percepción, con la experiencia vamos comprendiendo mejor esa realidad. Asa un niño incluso antes de distinguir bien los objetos que le rodean entiende que son. En esta primera percepción que se da en el despertar intelectual, previa a cualquier otra. Nada se puede entender, si no se comprende “aquello que es. Una cosa es cognoscible en la medida que es: las cosas se pueden entender por qué tienen ser, porque son algo. No se trata de un conocimiento meramente inicial, pues todos los aspectos de la realidad que el hombre conoce a lo largo de su vida. Los entiende siempre como algo que es de un modo o de otro, que pertenece al ámbito del ser. En este sentido se dice que todos los conocimientos se resuelven en el ente.
La noción de ente se posee al principio de manera imperfecta y se va perfeccionando con la experiencia, al conocer muchos entes y diversas maneras del ser. En todos los ámbitos del conocimiento se da un progreso similar. Por ejemplo el que empieza a estudiar botánica tiene un concepto de la vida vegetal, pero sólo después de una experiencia y observación más amplia llegara a saber más a fondo el significado de esa realidad. Desde el mismo modo nuestro conocimiento del ente se hace más profundo y extenso conforme descubrimos sus múltiples características y diversas realizaciones.
2.4 EL ENTE COMO CONCEPTO ANALOGO
La noción de ente es análoga, es decir, se predica de todas las cosas en un sentido en parte igual y en parte diverso. Nociones análogas son las que significan una misma perfección que se encuentra en muchos de modo distinto por ejemplo: Dios, los ángeles y los hombres entienden, pero de manera distinta y en grados intelectuales distintos. Ser es la perfección que admite la máxima variedad de realizaciones, pues todas las cosas del universo son, pero de modo diferente. Por eso como “ente” se toma de acto de ser, conviene a todas las realidades de forma análoga.
Esta propiedad de la noción de ente tiene gran importancia para la ciencia metafísica en todos sus temas: sustancia y accidenté, acto y potencia, criatura y Dios creador, aun siendo realidades muy dispares, son entes de modo análogo y así pueden ser estudiados por una misma ciencia, sin prescindir de su realidad. La analogía es una característica central del método de la metafísica
2.5 LA INTUICION DEL SER
Por intuición del ser entendemos una percepción clara y directa de algo que se representa a la mente de manera evidente. Además de esta evidencia intelectual de la verdad, puede darse una fuerte impresión de los sentidos o de la imaginación que influya en l entendimiento y lo lleve como idea errónea de la realidad. En cuanto ente, primera cosa que se percibe puede darse una intuición filosófica: el entendimiento ve y experimenta las cosas bajo aspectos del estar ahí, es decir como lo real
3.LOS TRASDENTALES DEL ENTE
3.1TERMINO TRASCENTAL
Procede del verbo latino “trascenderé”: ir más allá, estar más allá. Términos como “ser”, “cosa”,” algo”,”verdadero”, etc. Se llaman trascendentales por que se dicen de todas las cosas (tanto de las sustancias, como de los accidentes): no pertenecen a una clase particular de objetos sino que son clases o categorías del ser que pertenecen a todas y cada una de ellas.
Los griegos se ocuparon de las nociones de verdad y bondad. Los escolásticos profundizaron en el tema y distinguieron hasta siete clases de trascendentales., con los nombres: de ente, cosa, algo, uno, bueno y verdadero
Kant le dio un significado completamente distinto: el entendimiento humano, que está por encima de las cosas, se le atribuye un significado y organización a la materia bruta de la percepción sensible con la ayuda de las formas a priori de la sensibilidad y del entendimiento. El sujeto no es determinado por la experiencia sino que el determina su contenido.
Para Maracechal las bases de la certeza y del contenido de nuestro conocimiento no se encuentran tanto en la recepción de hechos evidentes de las cosas, sino tendencia natural de nuestro entendimiento hacia el conocimiento. Este conocimiento no es compartido por los filósofos realistas: el entendimiento tiende naturalmente a la verdad y esto significa apertura y adaptabilidad para recibir un conocimiento sin que el mismo entendimiento sea creador de certeza. Los primeros principios no son un producto del sujeto cognoscente sino la expresión intelectual de estructuras evidentes de la realidad.
3.2LAS NOCIONES TRASCENALES Y DE LOS PREDICAMENTOS
A nuestro alrededor observamos una gran variedad de cosas: árboles, casas, libros… a primera vista bastante de ellas tienen poca relación entre sí; y, sin embargo, todas ellas poseen algo en común: todas esas cosas <<son>> de un modo u otro, todas son entes.
La entidad de un objeto (el ser algo real) es lo primero que captamos al conocerlo. El ente es lo primero que captamos al conocerlo. El ente es la primera realidad conocida por la inteligencia, aquello en lo que se resuelven los demás conocimientos.
Sin necesidad de formular explícitamente el concepto de ente cada vez que conocemos, percibimos cualquier como algo que se refiere al ente: el hombre, el caballo, las plantas son modos de ser determinados ., tipos de ente; la esencia y el acto de ser, la blancura , el tamaños y las demás modificaciones de las sustancias son principios constitutivos de los entes. Todo lo que nos rodea o es un ente o un aspecto o propiedad suyo.
Por eso la noción de ente se halla incluida en todos nuestros conocimientos. No podemos conocer ninguna perfección que sea ajena al ente, pues fuera de él solo hay lugar para la nada. Sin embargo el hombre no agota en una sola noción la riquísima variedad de cosas. No basta con decir <<ser>> hace falta delimitar algo más. Nuestro progreso en el conocimiento de la realidad consistirá en ir determinando, con la ayuda de la experiencia, las diversas clases de entes y en ir haciendo explicitas las características propias de éste, de aquel o de todos los entes.
Por otra parte nada puede añadirse al ente, como algo extraño a su naturaleza, como una diferencia se añade al género o accidente al sujeto, porque que cualquier naturaleza es esencialmente ente. De ahí que las demás nociones no signifiquen algo ajeno al ente, sino un modo especial suyo o una propiedad; algo que la noción humana de ente no señala de modo explicito. Por ejemplo: el perro, por ejemplo, es una especie de ente; pero al pronunciar esa palabra aludimos a algo de nuestra concepción de ente no incluida de forma expresa.
Este avance en nuestro conocimiento del conocimiento puede hacerse de dos modos:
a)Las nociones predicamentales son las que expresan un modo particular del ser: ser en si (sustancia), o en otro (accidente). Por eso mientras ente pueda predicarse de todo lo que es, las nociones predicamentales se refieren solo a un género de cosas, con exclusión de otras que también son entes. designan un modo especial del ente, pues existen diversos grados de entidad, según modos der ser se enuncian los diferentes géneros de las cosas: la sustancia por ejemplo, no añade al ente ninguna diferencia nueva respecto al carácter de ser del ente, sino expresa un especial modo de ser.
b)Los conceptos trascendentales son los que designan aspectos que pertenecen al ente en cuanto a tal: estas nociones expresan un modo que se sigue del ente en general, algo que conviene a todas las cosas.
Se predica de todo aquello a lo que se puede aplicar el calificativo de ente: tiene la misma amplitud universal que esta noción. Por eso se llaman trascendentales: por que trascienden el ámbito de los predicamentos. Por ejemplo, el bien no se restringe solo a las sustancias, sino que se encuentra en todos los demás géneros.
3.3DEDUCCIÓN METAFÍSICA DE LOS TRASCENTALES
¿Cuántas y cuáles son esas nociones trascendentales? ¿Qué es lo que se puede predicar de todo ente en cuanto tal?
A.Considerando en sí mismo, sin compararlo ni ponerlo en relación con ningún otro, se puede decir de cualquier ente que es una cosa y que es uno.
a´) De modo positivo, sin hacer negaciones, advertimos que lo único que conviene a todo lo que existe es tener una esencia, por la que es de un modo u otro. Es algo que necesariamente compete a toda realidad creada. El ente sin más, en abstracto, no se da. Esta contracción de ente a un modo determinado de ser es lo que en metafísica se llama res (cosa). Ente y cosa no gozan de una semejanza perfecta, pues mientras “el nombre de ente se toma de acto de ser, el de ser se refiere a la esencia del ente”, su restricción a un grado y modo de ser específicos y concretos.
a´´) De modo negativo, rechazando la división interior, corresponde a todo ente la unidad. Cualquier cosa es unum, goza de una cierta unidad y si se pierde esa unidad dividiéndose, deja entonces de ser ese ente, originando otros.
B. Atendiendo a la distinción de los entes entre si afirmamos que cada uno de ellos es algo (aliquid). Al ver que hay una multiplicidad de entes entendemos de modo inmediato que cada cosa difiere de las demás. Esa separación o división se manifestada en la distinción de unas cosas respecto a las otras, da origen al trascendental.
a´) La relación de un ente con todas las demás cosas solo puede considerarse en relación a algo que pueda abarcar el ente en cuanto a tal. El alma es de algún modo todas las cosas, por la universalidad del objeto de entendimiento y de la voluntad; surgen de esta relación los tres últimos trascendentales: verum, bonum, pulchrum.
-En su conveniencia al intelecto, El ente es verdadero (verum), en el sentido de que solo el ente puede ser objeto de un autentico estudio.
–En su relación a la voluntad, todo ente se especifica como bueno (bonum), esto significa como capaz de mover el apetito voluntario hacia él.
–Según la conveniencia del ente al alma mediante una cierta conjunción del conocimiento y apetito, compete a la belleza (pulchrum), es decir causar un cierto placer cuando es aprehendido. La belleza se suele definir como algo que agrada al ser contemplado
3.4LOS TRASCENDENTALES COMO ASPECTOS DEL ENTE
Los trascendentales, ¿son realidades o nociones? Las dos cosas. En cuanto realidad, se identifican de modo absoluto con el ente: la unidad, la verdad, la bondad…, no son realidades distintas al ente, sino aspectos o propiedades del ser.
Son las propiedades comunes a todo ente. Del mismo modo que todos los individuos de una especie poseen por pertenecer a ella, unas propiedades comunes, todas las cosas por el hecho de ser entes, son buenas y verdaderas, gozan de unidad.
Por eso, cuando decimos que el ente es bueno o uno n le añadimos nada real. Expresamos un aspecto que compete a todo por el hecho de serlo, por tener ser: porque el ente es ente, es también bueno, uno.
Se manifiesta esta equivalencia en la predicación: por ejemplo podemos afirmar que << todo ente, es bueno, verdadero, uno>> pero no se nos ocurre decir que <<todo ente, es hombre, planta…>>. Además el ente y los demás trascendentales pueden intercambiar sus funciones como sujeto o predicado de una oración: lo mismo da decir <<lo que es bueno, en la medida que es bueno, es ente>> como <<cualquier ente, en la medida en que es bueno, es ente>>. Esa permutabilidad es un índice de la real identidad entre los trascendentales.
3.5TRASCENTALES COMO NOCIONES DISTINTAS DE LA DE ENTE
Para nuestro conocimiento, las nociones trascendentales no son sinónimos del ente, pues manifiestan de modo explicito aspectos no significativos por esa noción. Idénticos como realidades, son en cambio nociones distintas. Los trascendentales agregan a la noción del ente un nuevo matiz, pero no desde un punto vista real, sino según la razón: para nuestro modo de conocer. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Qué añaden, pues, en nuestro conocimiento los distintos trascendentales?
a.<<Unum>> y <<Aliquid>> añaden a la noción de ente una negación: la unidad niega la división interior de cada ente; y el aliquid, la identidad de una cosa con las demás. Y así no agregan realmente nada, sino que manifiestan características que el ente tiene de suyo, como sucede cuando decimos <<topo ciego>>, pues los topos no ven.
b.La verdad, la bondad y la belleza adicionan a nuestra noción de ente una relación de razón. Al sostener que la perfección del ente conviene a la inteligencia y a la voluntad, no afirmamos que el ente se ordenen realmente a esas facultades, o que dependa de ellas; al contrario, son la inteligencia, son la inteligencia y la verdad la que ordenan a la verdad y al bien y dependen de ellos en su actuarse. Por eso las relaciones de esas facultades con respecto a l ente en cuanto a verdadero y bueno es rea; pero la verdad y el bien no dependen de nuestro conocimiento ni de nuestro apetito, pues las cosas son verdaderas y buenas en la medida que tienen ser, no en cuanto son conocidas o apetecidas. De ahí que la verdad y el bien sean la medida de nuestra inteligencia y voluntad.
c.Tampoco la noción de res, añade al ente algo real: res alude propiamente al ente creado , designándolo en cuanto este tiene una esencia -, y la esencia es un constitutivo que acompaña de manera necesario a cualquier realidad participativa.
Por ser, en nuestro conocimiento, nociones distintas a la de ente, los trascendentales tienen para nosotros un valor notable: nos permite entender mejor la riqueza del ser de las criaturas que se manifiestan bajo facetas diversas.
3.6LA ANALOGÍA DEL ENTE Y SUS PROPIEDADES
L analogía del ente tiene por fundamento el acto de ser, del que los entes participan en diversos grados. Un mismo término se predica análogamente de dos realidades cuando se atribuye a cada una de ellas de manera en parte igual y en parte diversa. Es lo que sucede del ente que se predica de todo, pero no se refiere a todos de la misma forma. Como cualquier otra predicación, el fundamento último de la analogía está en las realidades mismas que el término análogo se refiere, que son en partes iguales y en parte diferentes.
Por eso, si ente se le atribuye a Dios y alas criaturas de forma análoga, es porque entre el creador y lo creado se da cierta semejanza, unida a una clara desemejanza.
El fundamento de la predicación análoga del ente es el acto de ser, pues algo puede llamarse ente en la misma medida ese. Este se posee por esencia o por participación, en sí, en la sustancia, en acto o en potencia. Tal cual sea la relación de la cosa al ese, en la misma medida que puede clasificarse como ente.
La raíz metafísica de la analogía es la participación del ser, que Dios posee por esencia de un modo pleno y las criaturas de forma gradual y según su composición.
Esta analogía se aplica también al resto de los trascendentales, que en realidad se identifican con el ente y tienen como base el acto de ser.