La Metafísica Cartesiana
Además de una sustancia, existe otro tipo de sustancia finita y creada: la de los cuerpos. Todos aquellos poseen un atributo fundamental: la extensión. La materia constituye la tercera sustancia metafísica cartesiana. Cualquier vida no es más que un mecanismo, un conjunto de piezas articuladas y extensas que fabrican movimiento. El yo pensante y la materia pertenecen a órdenes diferentes y el pensamiento no tiene que ver con la realidad material. Ahora bien, ¿de qué manera una idea influye en una acción? ¿Cómo se comunican entre sí? Descartes concluyó que en medio de nuestro cerebro se halla la glándula pineal, y en esta glándula se aloja el alma; desde allí se conecta con el cuerpo y modifica los movimientos de este.
Filosofía Moderna: Descartes
El Método
El problema principal de Descartes era la fundamentación del conocimiento. La razón humana es una herramienta valiosa y eficaz. Concluyó que la ciencia tiene un método que le permite la seguridad del conocimiento, pero a la filosofía le falta un método adecuado. Descartes introduce un método para dotar a la razón humana de un criterio de la verdad definitivo e inacabable. Galileo ya había establecido que los geómetras realizan las más sencillas operaciones siempre que utilice el mismo método. Estableció las cuatro reglas fundamentales de su método: la evidencia, el análisis, la síntesis y la enumeración. El primero era no aceptar nunca nada como verdadero sin conocer evidentemente lo que fuera. El segundo, dividir cada una de las dificultades. El tercero, conducir por orden mis pensamientos. Y el último, hacer en todo recuentos tan completos y que llegara a estar seguro de omitir nada.
La Duda y la Primera Verdad
La famosa duda universal y metódica se fundamenta en las razones siguientes:
- La incertidumbre de los datos sensoriales: la duda de nuestros sentidos.
- Los errores de razonamiento: es válido dudar de todos los razonamientos que se han tenido por demostrativos.
- La dificultad de distinguir el sueño de la vigilia. Existe la posibilidad de que todos los pensamientos del estado de vigilia sean en realidad sueños que no reconocemos como tales.
- La hipótesis del genio maligno: Pienso, luego existo. Esta función cumple dos funciones bien determinadas:
- a) Justifica la existencia de un yo pensante diferenciado del cuerpo.
- b) Se convierte en un principio metódico.
Filosofía Moderna: Siglo XVII
Revolución científica y la destrucción de la unidad religiosa. Aparición del racionalismo y el empirismo.
La Crisis del Siglo XVI-XVII
El geocentrismo, el aristotelismo y el tomismo se convirtieron en viejos y cuestionados saberes. Los intelectuales vivían una experiencia de confusión, malestar e incluso fracaso. Las causas que lo provocaron fueron:
- La revolución científica que había golpeado el orgullo intelectual humano en diversos ámbitos. En la astronomía se negaba que la Tierra fuera el centro del universo y se rechazaba la sabiduría según la cual todos los movimientos celestes eran circulares. En la física se discutiría la física milenaria de Aristóteles. En la metodología se consideraban ineficaces los métodos escolásticos.
- Destrucción de la unidad religiosa. Se fueron perdiendo valores religiosos durante el Renacimiento y la poca atención dada a las exigencias de renovación espiritual condujeron en la Europa cristiana occidental a tres iglesias: católica, protestante y anglicana. Esta crisis mostraba que la sabiduría humana era muy difícil de alcanzar y que la posibilidad de error era inherente a la actividad humana. Afortunadamente, la revolución científica constituía un éxito. Diferentes intelectuales con intereses científicos iniciaron una nueva filosofía que tenía en cuenta el método y los descubrimientos de la nueva ciencia.
Reacciones: Racionalismo y Empirismo
La filosofía quería alcanzar la seguridad temática que es posible en la ciencia; incluso se llegó a hablar matemáticamente de cuestiones éticas. Fue tarea de los filósofos entusiastas de la nueva ciencia crear una filosofía que diera a esta ciencia garantía y fundamentación. El racionalismo, iniciado por el francés Descartes, y el empirismo, iniciado por el inglés Hobbes, fueron las dos corrientes filosóficas que intentaron satisfacer los anteriores objetivos.
La Europa del Racionalismo
La Europa de los pensadores racionales fueron Francia, Holanda y parte de la fragmentada Alemania. Durante el reinado de Luis XIV, Francia confirmó su supremacía y hegemonía, incluso por encima del imperio. Eran el prototipo de monarquía absoluta.
Epistemología Empirista: Locke
Locke: La Experiencia Fija los Límites
Locke intuyó que puede avanzarse muy poco en la ciencia y en cualquier investigación humana si antes no se aclaran cuáles son realmente las posibilidades y capacidades del entendimiento humano. Solo cuando hayamos establecido con precisión la naturaleza y el alcance de las facultades cognitivas, podremos estar seguros de la verdad de la información que nos proporcionan. Precisamente esto será lo que hará en su gran obra: Ensayo sobre el entendimiento humano. Es la obra iniciática del empirismo; la razón ni es fiable ni completamente autónoma, sino que trabaja con el material de la experiencia.
Origen de Nuestras Ideas
Según Locke, solo podemos acceder al mundo que nos rodea y conocerlo mediante las representaciones que hacemos de él. Para investigar nuestras posibilidades de acierto, lo primero es constatar que no hay ideas innatas y ninguna idea es connatural al entendimiento y que no hay ningún tipo de contenido mental anterior a la experiencia. Divide las ideas en:
- Ideas simples, que son las que no pueden dividirse en partes y provienen de la experiencia: de la sensación o bien de la reflexión.
- Ideas complejas, que son fruto de la labor de combinación y unión que realiza el entendimiento con las ideas simples.
La Idea de Sustancia
Según Locke, la idea de sustancia es un producto de la unión y combinación que el entendimiento lleva a cabo con unas ideas simples. La idea de sustancia es como una realidad material que pertenece como soporte y causa de estas. Locke también afirma que la sustancia como sustrato permanece incognoscible. Pero, por cierto común y por necesidad, tenemos que creer en la existencia de realidades que sean la causa de nuestras experiencias.