La filosofía política de Platón
El problema de la justicia y la crítica a los sofistas
La vocación política de Platón era clara desde sus primeros diálogos, pero el debate con los sofistas lo impulsó a abordar también cuestiones ontológicas y epistemológicas. Su objetivo principal era una reforma política radical donde la filosofía tuviera un papel central. El problema de la justicia, más allá de sus manifestaciones históricas, lo condujo a su teoría de las Ideas y a la posibilidad de su conocimiento. Para Platón, la política era una cuestión de ciencia.
Los sofistas, por otro lado, veían el bien, la justicia y las leyes como algo relativo y convencional. Defendían que la política era solo cuestión de opinión (doxa) y apoyaban la democracia. Platón, en cambio, creía que los filósofos, conocedores del bien y la justicia en sí mismos, debían gobernar.
La justicia en la República: analogía entre el alma y la ciudad
En la República, Platón establece una analogía entre el alma y la ciudad. El destino de la ciudad, según él, está ligado al del individuo. Una ciudad injusta se compone de individuos sin virtud. En el alma humana, Platón distingue tres partes:
- La racional (conocimiento)
- La irascible (acción)
- La concupiscible (deseo)
A estas partes corresponden las virtudes de la prudencia, la valentía y la moderación, respectivamente. El orden individual se logra cuando cada parte cumple su virtud. La prudencia guía a la valentía y la moderación.
En la polis, estas partes se reflejan en los gobernantes (prudencia), los militares (valentía) y los productores (moderación). Los gobernantes, con su conocimiento, deben liderar.
La justicia como armonía social
La justicia, entonces, es la armonía entre estos grupos sociales, donde cada uno cumple su función. Platón propone una educación rigurosa para los futuros gobernantes, quienes, para evitar intereses personales, no deberían tener propiedad privada ni familia. Su conocimiento del bien estaría por encima de las leyes.
Sistemas políticos y la decadencia
Platón describe una decadencia de los sistemas políticos:
- Aristocracia (gobierno de los mejores)
- Timocracia (gobierno de los fuertes)
- Oligarquía (gobierno de unos pocos)
- Democracia (gobierno de todos en su propio interés, visto por Platón como el gobierno de los pobres)
Es importante considerar el contexto histórico: la democracia ateniense, con demagogos y sofistas, había llevado a desastres bélicos y a la condena de Sócrates.
La utopía platónica y su evolución
La aristocracia filosófica de Platón, basada en el saber y no en el linaje, refleja una nostalgia por el pasado y una separación entre el mundo eterno (divino) y el humano (intereses y pasiones). Su proyecto utópico, inspirado en figuras como Solón y Clístenes, se modifica en diálogos posteriores (El Político y Las Leyes). Reconoce la imposibilidad de un gobernante totalmente sabio y la necesidad de leyes que limiten el poder y representen la sabiduría de la tradición.