La Relación Fe-Razón en Santo Tomás de Aquino: Armonía y Teología Natural

El Averroísmo Latino y la Teoría de la Doble Verdad

El averroísmo latino defendía la existencia de tres tipos de hombres:

  • Filósofos: Afirmaban que la demostración era necesaria, no solo la reflexión.
  • Teólogos: Usaban argumentos indemostrables, no necesarios.
  • Vulgo: Solo utilizaban la fe para conocer.

Estos tres tipos de hombres relacionaban la razón y la fe de distinta manera para llegar al conocimiento. En este contexto, Averroes desarrolló la Teoría de la Doble Verdad, que defiende la existencia de dos verdades distintas:

  • Fe: Corresponde a la teología.
  • Razón: Corresponde a la filosofía.

Ambas son verdades aunque puedan entrar en conflicto, ya que lo verdadero para la razón puede ser falso para la fe y viceversa. A pesar de ello, Averroes mantenía que tanto la teología como la filosofía son verdades, pues se expresan en distintos lenguajes.

Relación Fe-Razón en Santo Tomás: Diferencias con San Agustín

Para Santo Tomás de Aquino, la relación entre fe y razón presentaba un problema al señalar las relaciones entre estas dos fuentes de conocimiento. Se planteaban cuatro posibles soluciones:

  1. Oposición: Afirma que fe y razón son incompatibles, ya que la fe no necesita de la razón.
  2. Confusión: (Relacionada con el pensamiento de San Agustín) Defiende la razón sobre la fe, ya que se conoce la verdad a través de la razón con la ayuda de la fe.
  3. Separación: (Relacionada con el pensamiento de Averroes) Defiende que la razón y la fe son fuentes distintas, lo que lleva a postular la doble verdad.
  4. Armonía: La solución de Santo Tomás, que rechaza la doble verdad de Averroes.

Santo Tomás afirma una distinción entre fe (verdad teológica) y razón (verdad filosófica), cada una con su propio campo de acción:

  • Filosofía: Corresponde a la verdad natural (llegamos a ella a través de la autonomía y el método propio).
  • Teología: Corresponde a la verdad relevada (llegamos a ella mediante la fe y los dogmas de fe: Trinidad, Encarnación y Creación).

San Agustín defendía que debía haber una colaboración entre fe y razón, siendo la razón la que quedaba suspendida a la fe, respaldando el dicho «es necesario creer para entender». La razón, pues, permite llegar a la fe y, cuando se llega a esta, se usa la razón para entender los datos teológicos.

Santo Tomás, en cambio, habla de armonía, no de colaboración, entre fe y razón. A primera vista, puede parecer que ambos términos son equivalentes, pero hay ligeros matices: Santo Tomás afirma que no puede haber conflicto porque fe y razón provienen de Dios y son autónomas. En lugar de conflicto, habrá armonía por la coincidencia en las verdades entre fe y razón. Estas verdades se denominan preámbulos de la fe, referidas a la existencia y unicidad de Dios, y serán el principal objeto de la teología natural.

¿Qué es la Teología Natural?

Para hablar de la teología natural es necesario mencionar los preámbulos de la fe y el conflicto entre fe y razón. Muchos filósofos, como Averroes y San Agustín, han intentado solucionar el problema de señalar las diferencias entre las dos fuentes de conocimiento.

En la filosofía tomista, los preámbulos de la fe son aquellas verdades en las que coinciden tanto la fe como la razón de forma armónica, rechazando la existencia de un conflicto entre estas dos fuentes de conocimiento.

Santo Tomás afirma que no puede hablarse de conflicto entre fe y razón porque ambas provienen de Dios y son autónomas. En lugar de conflicto, habrá armonía por esa coincidencia en las verdades entre fe y razón. Esas verdades se denominarán preámbulos de la fe, referidas a la existencia y unicidad de Dios, y serán el principal objeto de la teología natural.

La teología natural recibe ese nombre porque es el método de encontrar a Dios (teología) sin recurrir a ninguna revelación sobrenatural (natural).

Demostración de la Existencia de Dios: Evidencia y Tipos de Demostraciones

El hombre, en su estado actual de conocimiento, necesita demostrar la existencia de Dios, ya que la verdad de que Dios existe es evidente para los sabios, pero no para nosotros.

Para demostrar la existencia de Dios, Santo Tomás establece dos tipos de pruebas:

  1. Pruebas a priori: Pruebas anteriores a la experiencia (no son válidas para Santo Tomás).
  2. Pruebas a posteriori: Únicas pruebas válidas porque son pruebas posteriores a la experiencia, y el conocimiento de Dios debe basarse en la experiencia.

Cabe destacar que todo conocimiento parte de los sentidos externos. Dado que Dios es un ser inmaterial, no se puede ver, tocar ni percibir. Santo Tomás desarrollará cinco vías que parten de la realidad para demostrar la existencia de Dios, atribuyendo a Dios el origen de esa realidad.

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