La Teoría de las Ideas de Platón: Un Análisis Filosófico

La teoría de las Ideas de Platón

Platón y Sócrates coincidieron en considerar al hombre como un ser diferenciado de la physis, y en contraponer esta a la polis. Platón no niega esta contraposición, pero piensa que tanto la physis como la polis dependen de un fundamento común, que está más allá de ellas. Dicho fundamento es metafísico y metapolítico a la vez. Platón va más allá de las filosofías socrática y sofística al buscar ese fundamento común.

Platón vuelve la mirada hacia la physis ya que, como la visión tiene lugar unida a la aparición, y la aparición acontece en la physis, si consideramos la visión, debemos prestar atención a la physis.

La Consistencia de las Cosas

Consistir, para una cosa, es el hecho de tener un conjunto de rasgos que la identifican como un objeto de una determinada clase. Toda cosa del mundo es algo, consiste en algo. Las cosas que el hombre ve tienen siempre una consistencia determinada y, según su consistencia, pertenecen a una clase de objetos o a otra.

Entre la consistencia de las cosas y el significado de las palabras se puede observar un paralelismo: igual que en el lenguaje hay palabras distintas, de distintas lenguas, que tienen el mismo significado, en el mundo hay cosas distintas, de distintas zonas, que tienen la misma consistencia. Por ejemplo: un árbol en castellano y arbre en francés significan lo mismo y, paralelamente, un árbol de España y uno de Francia son lo mismo: árboles. Las primeras son palabras distintas pero con idéntico significado; los segundos, cosas distintas pero con idéntica consistencia.

La razón por la que el significado es constante en el lenguaje la había expuesto ya Sócrates: es constante porque se funda en unas nociones universales, los conceptos. Pero falta saber la razón por la que la consistencia es constante en el mundo, que será Platón quien lo exponga.

Consistencia (de una cosa): conjunto de rasgos o notas que la identifican. Pero no identifican solo a esa cosa, sino también a todas las demás de su misma clase. Por tanto, es un conjunto de rasgos comunes.

Los rasgos que forman la consistencia son rasgos unidos entre sí de tal manera que donde uno está los otros no pueden faltar. La presencia de uno hace imprescindible la presencia de los demás. Por ejemplo: en un triángulo están unidos necesariamente el rasgo de tener 3 lados y el rasgo de tener unos ángulos que suman 180º. Ambos son rasgos incluidos en su consistencia y, como tales, además de ser comunes a todos los triángulos y de enunciarse en la definición del concepto de triángulo, resultan inseparables.

¿A qué equivale preguntar por qué razón la consistencia de las cosas es constante? A preguntar por la razón de que la unión entre determinados rasgos de las cosas sea necesaria. Hay que averiguar de dónde viene esta necesidad que obliga a que determinados rasgos de las cosas estén unidos, formando síntesis compactas, consistentes.

Las Ideas como Fundamento de la Realidad

Idea: nosotros nos referimos a pensamientos, pero Platón la utiliza para referirse a realidades. Las ideas platónicas son realidades latentes que tienen un carácter superior a lo que percibimos en el mundo.

Platón considera que el universo, además de las cosas que aparecen y forman el mundo, contiene otras realidades que no aparecen, están más allá del mundo. Explica la consistencia que tienen las primeras diciendo que las segundas se la proporcionan.

Las ideas, para Platón, constituyen el fundamento del mundo porque son las que les proporcionan la consistencia a las cosas. Por esto, la teoría fundamental de la metafísica de Platón y de toda su filosofía es la teoría de las Ideas.

Características de las Ideas:

  • Trascendencia: las ideas, en primer lugar, son realidades trascendentes. Esto significa que, al contrario de las cosas, no pertenecen al lugar vivencial del hombre. Abismo originado por la diferencia entre lo transitorio y lo permanente: el mundo es un ámbito de realidades transitorias, que aparecen y desaparecen; mientras que el topos uranos es un ámbito de realidades permanentes, que siempre están. La diferencia entre lo transitorio y lo permanente equivale a la oposición entre lo profano y lo sagrado.
  • Universalidad: ejemplo de la belleza – en el mundo existen muchas cosas bellas. Estas cosas, a pesar de ser distintas, tienen una misma cualidad: la belleza. Esta cualidad es la consistencia que las identifica. Según Platón, dicha consistencia les viene proporcionada por algo universal con lo que todas ellas están relacionadas: la idea de belleza, que se encuentra en el topos uranos.
  • Esencialidad: las ideas son esencias porque, como les dan la consistencia a las cosas, las hacen ser lo que son. Para Platón, por ejemplo, lo que hace que las cosas bellas del mundo sean bellas, es la idea de belleza que está en el topos uranos y constituye su esencia.
  • Inmutabilidad: las ideas son realidades inmutables (están por encima del cambio que afecta a las cosas que percibimos). No se encuentran sometidas a la ley del tiempo y de la muerte.
  • Perfección: las ideas son perfectas porque son absolutas, o sea, porque son lo que son por sí mismas; las cosas, por el contrario, son imperfectas porque son relativas, o sea, porque son lo que son, no por sí mismas sino por su relación con otra realidad (con las ideas). Las ideas, a causa de su perfección, son paradigmas = modelos ejemplares que las cosas imitan, sin ajustarse nunca del todo a ellos.

Relación entre Ideas y Cosas

Esta manera de describir la relación entre cosas e ideas se basa en dos características: perfección y esencialidad:

  • Perfección de las ideas: las convierte en paradigmas de las cosas; o sea, en modelos ejemplares de las mismas. Ahora bien: la relación con un modelo consiste en imitarlo. Por tanto, si las ideas son modelos, la relación con ellas ha de ser una relación de imitación.
  • Esencialidad: las convierte además en esencias de las cosas. Esto quiere decir que lo que las cosas son lo son porque las ideas se lo proporcionan. Las ideas, pues, a pesar de hallarse separadas de las cosas, les proporcionan algo a estas y, como les proporcionan algo, Platón dice que las cosas participan de ellas.

Dos Clases de Ideas

Matemáticas y de ideas morales, políticos y estéticos. Las ideas de bien, justicia y belleza pertenecen a esta segunda clase. En cambio, Platón se muestra más inseguro a la hora de admitir la existencia de ideas de seres físicos, sobre todo cuando se trata de cosas triviales o desagradables (pelo, barro, suciedad). No obstante, en sus últimas obras, parece admitir la posibilidad de que existan ideas de algunos de ellos.

El Noús

Las ideas, según Platón, no son solo realidades teorizables sino también experimentales: significa que se pueden llegar a percibir. No son perceptibles para nosotros al comienzo, porque nosotros existimos en el mundo y en el mundo no se hallan las ideas sino las cosas, que son sus manifestaciones. Pero Platón piensa que a partir de la visión de las manifestaciones se puede llegar a la visión de las propias esencias. Entre la visión de unas y de otras hay dos diferencias abismales:

  1. Mientras que la visión de cosas es sensorial, la de las ideas es mental; las cosas se ven con los sentidos, pero las ideas solo se pueden ver con la mente.
  2. Mientras que la visión de las cosas es natural, la de las ideas es sobrenatural.

Las ideas, sin embargo, no son realidades físicas sino metafísicas y no aparecen sino que están ocultas. Su visión no se produce con la aparición sino con el no ocultamiento. Pero el no-ocultamiento tiene lugar en el topos uranos, no en la naturaleza -> es sobrenatural porque la visión que se produce con el no ocultamiento y que capta las realidades del topos uranos.

La razón por la que tiene dos formas es que las ideas son esencias que se manifiestan: la visión puede quedarse en las manifestaciones o desvelar las propias esencias. Cuando hace lo primero, toma la forma de visión sensorial, mientras que cuando hace lo segundo toma la de visión noética.

Ambas teorías se complementan: mientras que la primera explica cómo son las esencias, la segunda explica cómo a partir de las esencias han llegado a existir las manifestaciones.

Crear, para Platón, es producir desde las ideas.

Aquí se aprecia la semejanza entre la explicación socrática del significado y la explicación platónica de la consistencia: si Sócrates, para explicar el significado, fue de las palabras a los conceptos, Platón, para explicar la consistencia, va de las cosas a las ideas. El primero se ocupó del pensamiento y el lenguaje, mientras que el segundo se ocupa de la realidad; pero ambos coinciden en distinguir, dentro de aquello que estudian, dos niveles, inferior y superior. En el pensamiento y el lenguaje, para Sócrates, la palabra está en el inferior, y el concepto en el superior; mientras que, en la realidad, para Platón, la cosa está en el nivel inferior y la idea en el superior. Tanto en el lenguaje como en la realidad, lo que está en el nivel inferior se caracteriza por ser cambiante; pero también por poseer algo constante, algo que se repite a través del espacio y tiempo: en el lenguaje, las palabras cambian pero el significado se repite, y en la realidad, las cosas cambian pero la consistencia se repite también. Sócrates y Platón tienen la misma forma de explicar esta constancia: la atribuyen a la existencia de una universalidad. Esa universalidad es propia, según ellos, de aquello que está en el nivel superior: de los conceptos y las ideas, respectivamente.

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