La Teoría de las Ideas de Platón: Un Mundo Inteligible

La Teoría de las Ideas

Es el núcleo central de la filosofía de Platón. Desde el punto de vista ontológico, las Ideas constituyen los únicos objetos verdaderamente reales; epistemológicamente, son los objetos de conocimiento; desde el punto de vista de la moral, las Ideas son los valores.

Intenciones de la Doctrina

Esta doctrina tiene como intención:

  • Suministrar una respuesta cierta a los grandes problemas del ser, de la ciencia y de la verdad; justificando, por una parte, la multiplicidad real de las cosas y la realidad del movimiento, pero buscando a la vez el fundamento del ser, de la verdad y de la ciencia en objetos fijos y estables por encima de la movilidad y la impermanencia de las cosas que perciben los sentidos.
  • Tiene una intención ética y moral. Siguiendo a Sócrates, quiere fundar la virtud en el saber; frente al relativismo moral de los sofistas, Platón reclama la existencia de criterios absolutos como la Idea de Justicia o de cualquier otra virtud, capaces de guiar y susceptibles de enjuiciar la conducta de los hombres.
  • Cabe señalar también un objetivo político y social. Los gobernantes han de ser filósofos que se guíen no por su ambición personal, sino por el conocimiento de ideales capaces de asegurar el bien común de la colectividad humana.

Naturaleza de las Ideas

La Idea para Platón no es un simple concepto mental, algo que sólo exista en la mente, sino una entidad extramental que tiene una existencia objetiva: hay una multitud de cosas sensibles bellas, pues bien, la Idea de Belleza no es lo que habitualmente se conoce como el concepto o la Idea de lo bello, sino que la Idea de Belleza existe por sí misma; más allá de la mente y con independencia de los objetos sensibles bellos. Lo mismo ocurre respecto a la Idea de Verdad, Justicia, Bondad, etc.

Las esencias del mundo sensible tienen en el mundo inteligible su correspondiente forma o Idea. Ahora bien, si a cada esencia o especie del mundo sensible corresponde una Idea, ¿hay que admitir también que existe algo así como un caballo ideal, piedra ideal o bolígrafo ideal? Platón es consciente de esta dificultad, y en los últimos diálogos somete a revisión su doctrina en el intento de hallar un principio unificador para las esencias específicas. Concluirá fundamentalmente en la concepción de las Ideas como números.

Las Ideas como Causa de las Cosas

Las Ideas son las causas de las cosas: así, las cosas bellas son tales porque imitan o participan de la Idea de Belleza o de la Belleza en sí. Las Ideas son, con relación a las cosas, sus causas ejemplares, sus fines o modelos.

Las Ideas son entidades inmutables, no nacen ni mueren, son eternas, no crecen ni disminuyen, son únicas y absolutas. Sólo pueden ser percibidas por el entendimiento, inteligencia o raciocinio.

Dualismo Platónico

De esta manera, Platón duplica el mundo: el mundo inteligible o de las Ideas es el mundo real, verdadero, y el mundo sensible, que es la realidad que perciben los sentidos, está en continuo cambio y sólo es semejante a las Ideas.

Jerarquía de las Ideas

El mundo ideal no es caótico, sino que tiene una estructura jerárquica rigurosa: la organización, el orden, el grado de perfección de las Ideas está establecido y fijado por la Idea suprema del Bien, que se identifica con la Verdad y la Belleza, pues el Bien es lo verdadero y lo bello, el sol que ilumina y confiere existencia al mundo inteligible. Por tanto, ese mundo ideal no sólo tiene un carácter ontológico, sino epistemológico y ético.

Evolución del Pensamiento Platónico

Platón, en «La República», había admitido la prioridad absoluta de la Idea del Bien. Posteriormente, admitirá una comunicación entre las Ideas sin que por ello pierdan su propia identidad. No todas las Ideas podrán comunicarse entre sí, ni habrá un solo tipo de comunicación. Por ejemplo, las Ideas de reposo y movimiento no pueden comunicarse entre sí, pero podrán hacerlo con la Idea de Ser. Platón había concebido el mundo de las Ideas como algo estático (las Ideas son eternas, inmutables) a semejanza del ser inmóvil de Parménides. En «El Sofista», se propone dinamizar el mundo de las Ideas. Si Parménides proponía hablar del ser, Platón afirma que hay que hablar de cinco conceptos fundamentales: Ser, Movimiento, Reposo, Mismidad (lo idéntico) y Alteridad (lo otro). Lo cual equivale a decir que no se puede explicar el mundo sin la multiplicidad y el movimiento. En consecuencia, hay que admitir el no ser que Parménides rechazó por impensable: cada ser es lo que es (Mismidad) y no es lo otro (Alteridad). De este modo, Platón justifica que puede haber múltiples Ideas y cosas, y que el movimiento pueda darse no sólo en el mundo de las cosas, sino que, para algunos intérpretes, también en el mundo de las Ideas.

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