La Teoría de los Tres Mundos de Popper
Según Popper, los fenómenos físicos pertenecen a un nivel de realidad que denomina mundo 1. Este mundo constituye la base para un mundo 2, que es el de la mente y la experiencia subjetiva. Además, existe un mundo 3 formado por las construcciones culturales, como el conocimiento, el arte y las instituciones. Estos tres niveles interactúan y se influyen mutuamente.
Una vez que la mente emerge de la materia, adquiere cierta autonomía que le permite actuar sobre sí misma y sobre los otros mundos. Los fenómenos físicos pueden afectar la mente, y la mente puede provocar cambios en los sistemas físicos. El mundo 3 también puede influir sobre los otros dos mundos. Popper defendía el carácter irreducible de los fenómenos mentales a los fenómenos físicos.
Según Popper, los fenómenos físicos pertenecen a un nivel de realidad que denomina mundo 1. Este mundo constituye la base para un mundo 2, que es el de la mente y la experiencia subjetiva. Además, existe un mundo 3 formado por las construcciones culturales, como el conocimiento, el arte y las instituciones. Estos tres niveles interactúan y se influyen mutuamente.
Una vez que la mente emerge de la materia, adquiere cierta autonomía que le permite actuar sobre sí misma y sobre los otros mundos. Los fenómenos físicos pueden afectar la mente, y la mente puede provocar cambios en los sistemas físicos. El mundo 3 también puede influir sobre los otros dos mundos. Popper defendía el carácter irreducible de los fenómenos mentales a los fenómenos físicos.
Según Popper, los fenómenos físicos pertenecen a un nivel de realidad que denomina mundo 1. Este mundo constituye la base para un mundo 2, que es el de la mente y la experiencia subjetiva. Además, existe un mundo 3 formado por las construcciones culturales, como el conocimiento, el arte y las instituciones. Estos tres niveles interactúan y se influyen mutuamente.
Una vez que la mente emerge de la materia, adquiere cierta autonomía que le permite actuar sobre sí misma y sobre los otros mundos. Los fenómenos físicos pueden afectar la mente, y la mente puede provocar cambios en los sistemas físicos. El mundo 3 también puede influir sobre los otros dos mundos. Popper defendía el carácter irreducible de los fenómenos mentales a los fenómenos físicos.
Según Popper, los fenómenos físicos pertenecen a un nivel de realidad que denomina mundo 1. Este mundo constituye la base para un mundo 2, que es el de la mente y la experiencia subjetiva. Además, existe un mundo 3 formado por las construcciones culturales, como el conocimiento, el arte y las instituciones. Estos tres niveles interactúan y se influyen mutuamente.
Una vez que la mente emerge de la materia, adquiere cierta autonomía que le permite actuar sobre sí misma y sobre los otros mundos. Los fenómenos físicos pueden afectar la mente, y la mente puede provocar cambios en los sistemas físicos. El mundo 3 también puede influir sobre los otros dos mundos. Popper defendía el carácter irreducible de los fenómenos mentales a los fenómenos físicos.
Según Popper, los fenómenos físicos pertenecen a un nivel de realidad que denomina mundo 1. Este mundo constituye la base para un mundo 2, que es el de la mente y la experiencia subjetiva. Además, existe un mundo 3 formado por las construcciones culturales, como el conocimiento, el arte y las instituciones. Estos tres niveles interactúan y se influyen mutuamente.
Una vez que la mente emerge de la materia, adquiere cierta autonomía que le permite actuar sobre sí misma y sobre los otros mundos. Los fenómenos físicos pueden afectar la mente, y la mente puede provocar cambios en los sistemas físicos. El mundo 3 también puede influir sobre los otros dos mundos. Popper defendía el carácter irreducible de los fenómenos mentales a los fenómenos físicos.
Según Popper, los fenómenos físicos pertenecen a un nivel de realidad que denomina mundo 1. Este mundo constituye la base para un mundo 2, que es el de la mente y la experiencia subjetiva. Además, existe un mundo 3 formado por las construcciones culturales, como el conocimiento, el arte y las instituciones. Estos tres niveles interactúan y se influyen mutuamente.
Una vez que la mente emerge de la materia, adquiere cierta autonomía que le permite actuar sobre sí misma y sobre los otros mundos. Los fenómenos físicos pueden afectar la mente, y la mente puede provocar cambios en los sistemas físicos. El mundo 3 también puede influir sobre los otros dos mundos. Popper defendía el carácter irreducible de los fenómenos mentales a los fenómenos físicos.
¿Cuerpos que piensan o mentes que hablan?
Esta concepción que reduce el ser humano a una única sustancia la denominamos monismo. Si este principio es material hablamos de monismo materialista; y si es mental, hablamos de monismo espiritualista.
Sólo somos el cuerpo
Demócrito afirmaba que no somos sino un conjunto de átomos que se mueven al azar. Epicuro negó la existencia de un alma inmaterial e inmortal. En el siglo XVIII, La Mettrie afirmaba en su libro El hombre máquina que el ser humano es un organismo complejo formado por músculos, nervios y huesos.
Todo sucede en la mente
Berkeley defendió una posición opuesta al materialismo imperante, lo que denominamos cuerpo no tiene una existencia independiente de la mente, no existe si no es en o para una mente, la denominamos idealismo o mentalismo. Lo único de lo que podemos estar seguros es de nuestras ideas y percepciones y no de aquello físico o material que representan. Todo lo que podemos decir del cuerpo es que se reduce a un conjunto de sensaciones en nuestra mente. Todo lo que existe, pues, son las mentes y sus ideas. La conclusión está clara: existimos sólo en tanto que percibimos o que somos percibidos por alguien.