La Vida como Realidad Radical: Una Exploración del Pensamiento de Ortega y Gasset

¿Qué es la Filosofía según Ortega y Gasset?

La Realidad Radical: La Vida

Ortega y Gasset, en su obra «¿Qué es filosofía?», expone los fundamentos de su pensamiento. Al igual que otros filósofos, se pregunta por el origen, la naturaleza y la realidad. Encuentra dos posiciones a lo largo de la historia:

  • Realismo: Afirma la existencia de un mundo exterior independiente de nosotros (filósofos antiguos).
  • Idealismo: Niega la existencia de este mundo y afirma la existencia del yo que piensa el mundo (filosofía moderna).

Ortega analiza ambas posiciones para afirmar que la realidad radical no es la existencia del mundo ni la del yo, sino la coexistencia del yo con el mundo: la vida. La existencia de un mundo sin un yo que lo piense es problemática, mientras que la existencia de un yo sin un mundo que pensar carece de sentido. Por lo tanto, la realidad radical es la coexistencia del yo que piensa y el mundo que es pensado.

El Vitalismo de Ortega

Ortega, como Nietzsche, pertenece a la corriente vitalista. Esta realidad radical, la vida, consiste en la coexistencia del yo con el mundo, en encontrarnos en el mundo ocupados en algo. El yo se preocupa por lo que hay en el mundo, y el mundo consiste en aquello que nos ocupa. Implica tener conciencia de que se vive. La vida es decisión libre, proyecto, dentro de las circunstancias (pasado, presente y futuro), es historia. Si no vivimos, no hay nada. La vida es la realidad más indiscutible; no pienso luego existo, sino vivo luego pienso.

La Circunstancia

La vida, con sus características, constituye la circunstancia. Esta circunstancia pertenece a la esencia de la vida. «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». Vivir es convivir con la circunstancia. La realidad no es materia, sino perspectiva. Esta vida es múltiple; la realidad tiene múltiples sentidos, es respectiva, se nos presenta desde distintos puntos de vista.

Perspectivismo

Cada perspectiva es un punto de vista dentro de la pluralidad de perspectivas existentes. Cada ser humano vive en un mundo concreto, en su mundo, que le posibilita ser él. La única forma de acercarse a la realidad del mundo es multiplicando los puntos de vista y asumiendo esa irreductible multiplicidad.

Teoría del Conocimiento

La filosofía, constitucionalmente necesaria al intelecto, es vida, y la vida se vive, se experimenta. El quehacer más elemental del entendimiento es filosofar. El ser humano ha usado la razón para conocer la realidad, que era estática, consistía en conocer objetos. Pero ahora ya no le sirve, porque el ser humano no es un objeto, sino algo que vive, que palpita, que está continuamente haciéndose y deshaciéndose. Lo humano se escapa a la razón como “el agua por una canastilla”.

La Razón Vital Histórica

Ortega propone una razón vital histórica, capaz de captar la vida humana que consiste en su historia. “El hombre no tiene naturaleza, sino historia”. Todos tenemos un proyecto de vida; hemos de preocuparnos por nuestro futuro para poder comprender tanto nuestro pasado como nuestro presente. Si aceptamos dicho proyecto y nos volcamos en él, nuestro ser se perfecciona. Si le damos la espalda, nuestra existencia se quedará vacía.

Ideas y Creencias

Ortega distingue entre lo forzoso y lo que podemos elegir, entre ideas y creencias. Las creencias son la “herencia” que nos deja la sociedad y son fruto del devenir de la historia. En cambio, las ideas “se tienen”, son nuestras, y las podemos elegir y utilizar para solucionar los problemas que la vida nos presenta.

El Concepto de Generación

Otro concepto orteguiano es el de generación: conjuntos de personas, sociedades distintas con un proyecto de futuro común, que hacen que nuestra vida tome un camino dinámico en busca de un proyecto común.

La Rebelión de las Masas

En «La Rebelión de las masas» analiza los conceptos de masa y élite dentro de la nueva sociedad del siglo XX.

Contexto Histórico, Socio-Cultural y Filosófico

Nos encontramos en el siglo XX, la llegada de las masas, según Ortega. Es el siglo de las dos guerras mundiales, de la bomba atómica, de los grandes avances científicos y tecnológicos: la radio, la televisión, los ordenadores, la realidad virtual.

Comienza el siglo con la I Guerra Mundial, la Revolución Soviética, el auge de los fascismos, la llegada de la II República en España y la Guerra Civil, la II Guerra Mundial y la dictadura de Franco. Ortega es un pensador involucrado en los temas de su tiempo. Toma posiciones para que España salga de su atraso y se modernice. Analiza todos los temas, pues todo afecta al hombre y a la sociedad. Partidario de la república, tuvo que exiliarse con la Guerra Civil.

Defiende los valores aristocráticos (Nietzsche), la élite por oposición a la masa. Volvió a España después de la guerra sin obtener el reconocimiento que merecía.

En el ámbito socio-cultural, comienza el siglo con la llegada de la teoría de la relatividad de A. Einstein, la física atómica, la física cuántica, herederas de las geometrías no euclídeas del siglo anterior, que revolucionaron las ciencias, permitiéndoles un avance nunca conocido hasta la época.

En España, tras la pérdida de las últimas colonias (Cuba y Filipinas), el pesimismo de la Generación del 98, el regeneracionismo posterior y la Generación del 27. Merece la pena destacar la Revista de Occidente fundada por Ortega y la vida intelectual del Ateneo de Madrid y la Residencia de Estudiantes.

En el marco filosófico, Ortega se forma en el neokantismo, del que se aleja para acercarse al existencialismo, a los historicismos, a la fenomenología y, sobre todo, al vitalismo. Ya en el siglo XX, la filosofía analítica y el neopositivismo marcan el pensamiento filosófico de la primera mitad del siglo.

En España, destacan Unamuno, E. Dórs, y más tarde Gaos, García Morente, Julián Marías y Ferrater Mora. El neoescolasticismo impera en la España de la posguerra.

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