TEMA 14: LA FILOSOFÍA ESPAÑOLA EN EL Siglo XX: Ortega
Y Gasset
– Los temas de la filosofía orteguiana
– Realismo e Idealismo
De acuerdo con Ortega, la historia de la metafísica puede dividirse en dos grandes etapas:
Realismo de los antiguos e idealismo de los modernos. Ambas etapas tienen dos maneras muy diferentes de interpretar la realidad.
Realismo de los antiguos e idealismo de los modernos. Ambas etapas tienen dos maneras muy diferentes de interpretar la realidad.
Para el Realismo, la realidad tiene una existencia objetiva e independiente del individuo que la contempla. Para los autores antiguos, como Platón o Aristóteles, podemos llegar a conocer esta realidad tal y como es a través de las esencias.
Sin embargo, Kant realizó una crítica a esta concepción, pues afirmaba que no podemos conocer la realidad tal y como es, sino que la modificamos, y el sujeto pasa a ser activo.
Por otro lado, el Idealismo reemplaza al Realismo y defiende la importancia del sujeto a la hora de conocer. Se inició con Descartes, que cambió nuestra forma de entender la realidad. El Idealismo defiende que el ser humano no conoce la realidad tal y como es, sino que conocemos una representación mental del mundo que nos rodea.
El Realismo da más importancia al mundo y el Idealismo, al yo. Pero Ortega no estará de acuerdo con ninguna de estas posturas. Para él la auténtica realidad no son las cosas ni el yo individual del sujeto, sino que está formada por la uníón inseparable del sujeto y el mundo. Esta uníón constituye mi vida individual. Así, la auténtica realidad no son las cosas ni la conciencia, sino la vida humana, que es una realidad radical.
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La vida como realidad radical
La vida como realidad radical
De acuerdo con el vitalismo orteguiano, el punto de partida de la filosofía no puede ser la esencia de las cosas ni tampoco en la conciencia, sino que debe centrarse en la vida como realidad radical. Para ello, hay que analizar los aspectos que configura la vida de cada uno en particular. Su famosa frase ‘’Yo soy yo y mi circunstancia’’ significa que la vida incluye a uno mismo y a todo lo que no es el individuo y es la inseparable uníón de ambos.
La circunstancia se puede entender en dos sentidos:
-En un sentido general, es el marco histórico y cultural en el que se inserta la civilización occidental.
-En un sentido más concreto, expresan la multitud de circunstancias pequeñas que dan sentido a lo que nos rodea.
Ortega y Gasset sostuvo que la vida es una realidad dinámica. La vida no se nos da hecha, sino que hay que hacerla; es un quehacer y una constante actividad. La vida también es lo que nos sucede en la circunstancia que nos ha tocado vivir.
Aunque la vida es concreta y particular de cada uno, Ortega y Gasset establecíó unas
carácterísticas generales:
-Vivir es descubrirnos a nosotros mismos y a la circunstancia que nos rodea.
-Vivir es un quehacer. Según Ortega, la vida es estar ocupados con algo, ligado inseparablemente al mundo que nos rodea, a nuestras posibilidades y a los obstáculos que nos encontramos.
-La vida es problemática. La circunstancia se nos impone, no la hemos elegido nosotros. Nosotros hemos sido arrojados a un mundo que no hemos elegido y, una vez aquí, no nos queda más remedio que construir nuestra vida partir de la situación que se nos ha dado.
-La vida es libertad. La vida es decidir entre diversas opciones lo que vamos a ser en este mundo. Pero esta libertad conlleva una responsabilidad y una consecuencia moral.
-La vida es lucha y esfuerzo. En nuestra vida nunca conseguimos todas nuestras aspiraciones, por lo tanto, el ser humano nunca es feliz del todo. Sin embargo, al mismo tiempo, las dificultades son las que estimulan nuestras capacidades.
-La vida es ‘’futurición’’. La vida es algo que mira al futuro, la vida es decidirse y redecidirse. El planteamiento orteguiano sobre la vida estuvo muy relacionado con las corrientes vitalistas europeas, cuyo máximo exponente es Nietzsche. En al ámbito español le precedíó el vitalismo de Unamuno, que concibió la vida como un sentimiento íntimo y personal del ser humano y un anhelo de inmortalidad que lo conduce a la lucha por sobrevivir.
Nuestra vida se desenvuelve en un entorno determinado, que es la circunstancia. La circunstancia está formada por todos los factores no elegidos por mí y se presenta facilitando o dificultando mi quehacer vital. Todos debemos comprender y asumir nuestra circunstancia para poder desarrollar nuestro proyecto vital a partir de ella.
– Gnoseología de Ortega: Objetivismo, perspectivismo y raciovitalismo
De acuerdo con Ortega, en la historia de la filosofía han existido dos grandes visiones sobre el conocimiento:
-Los autores racionalistas creen que existe una única verdad, universal y absoluta, pero anulan la multiplicidad y el dinamismo de la vida.
-Para los autores relativistas, no hay ninguna verdad definitiva sino que tan sólo existen distintas opiniones. Elimina la verdad universal y objetiva.
Para Ortega, ninguno de estos dos pensamientos es aceptable. Los racionalistas están equivocados porque la verdad no se nos presenta a nosotros del mismo modo que a los antiguos griegos. La postura relativista tampoco es acertada, pues niega la existencia de la verdad.
En la primera etapa de su pensamiento, Ortega defendíó el objetivismo. Según el objetivismo, la ciencia nos ayuda a superar la falta de objetividad y de racionalidad que había causado la decadencia en España. Los españoles habían perdido el sentido de la realidad por su individualismo.
En la segunda etapa de filosofía, a partir de 1914, defendíó que todos conocemos las cosas desde una perspectiva vital, desde un punto de vista particular. Esto es el perspectivismo, que defiende que hay numerosas perspectivas posibles, todas válidas, y que al unirlas todas se llega a una única verdad. Sin embargo, esta verdad es simplemente teórica, pues los puntos de vista a lo largo de la historia son infinitos.