Laicismo y Religión: Implicaciones Sociales y Principios de la Doctrina Social de la Iglesia

Laicismo y Religión: Implicaciones Sociales

El laicismo es una teoría religioso-política que persigue eliminar a Dios en la sociedad. En su aspecto religioso, es un ateísmo práctico que se impone a la sociedad con medidas políticas. Adopta la postura de una indiferencia teórica, pero en la práctica exige actuar como si Dios no existiera. Es un ateísmo social porque pretende organizar una sociedad sin Dios. El laicismo se basa en dos ideas correctas, pero mal entendidas: la separación Iglesia-Estado y la libertad religiosa.

La libertad religiosa es buena porque no se debe imponer una religión. También es bueno separar religión y política si con esa separación se expresa que los sacerdotes no sean políticos y los gobernantes no sean obispos. Entonces, la frase es correcta: cada uno gobierne en su terreno. Si con esas palabras se afirma que una religión no debe exigirse a todos, sino que se deben respetar las conciencias, entonces la separación es acertada. Si con esa separación se expresa enfrentamiento, tampoco es conveniente.

Diferencias entre Laicidad y Laicismo

La laicidad del Estado es distinta del laicismo. La laicidad propone que el Estado no debe estar ligado a una religión particular, sino que debe respetar la libertad religiosa. El laicismo desea instaurar varios planteamientos: intenta relegar la religión al ámbito privado, prohibiendo las manifestaciones públicas de fe. El laicismo y el relativismo suelen ir unidos, pues ambos defienden el indiferentismo religioso. El laicismo suprimirá la clase de religión, las fiestas e imágenes religiosas, asentando su ateísmo con excusa de respeto a otras religiones. Intenta que la base ética del Estado sea el ateísmo, pero esta es una postura que tampoco debe ser obligatoria. El laicismo no tiene reglas morales ni mandamientos, salvo apartar a Dios sobre todas las cosas.

La Perspectiva Cristiana

Los cristianos afirmamos que los ciudadanos tenemos perfecto derecho a vivir y actuar religiosamente en todos los ámbitos de nuestra vida. La autoridad civil está obligada a proteger y favorecer la libertad de los ciudadanos, y tenemos pleno derecho a intervenir en la vida pública en cuanto tales. Tenemos el deber y el derecho de aportar al patrimonio común. El Estado es laico para facilitar que los ciudadanos puedan ser religiosos o no según su conciencia y puedan profesar tranquilamente la religión que mejor les parezca.

Principios Básicos de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)

Igual Dignidad de Todos los Seres Humanos

Fuente de unos derechos básicos universales: los derechos humanos. Dios no hace acepción de personas.

El Bien Común

Es el conjunto de condiciones de la vida social que hace posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y fácil de la propia perfección. La responsabilidad en su consecución implica también que cada ciudadano exija sus derechos y asuma sus deberes.

El Destino Universal de los Bienes

Los bienes son para todos y tenemos derecho a disponer de lo necesario para nuestro desarrollo. Por eso, el derecho a la propiedad se debe respetar. Todos los derechos tienen que estar subordinados al origen y a la finalidad de los bienes: un mundo justo y solidario.

El Principio de Subsidiariedad

La sociedad está compuesta por diversos grupos: familia, barrio, asociaciones, etc. Los gobernantes deben coordinar las relaciones entre todos ellos buscando el bien común. Las sociedades de orden superior han de servir a los grupos más pequeños, pero no sustituirlos; tienen que respetar los proyectos.

El Principio de Solidaridad

Se basa en la interdependencia entre los seres humanos. Las necesidades y aspiraciones de un individuo no se pueden cumplir sin la ayuda de los otros. Además, hay personas que, por diversas circunstancias, precisan más ayuda que otras.

La Educación Integral

Hay que educar todas las facetas del individuo humano: técnica, ética, espiritual y afectiva. Sería un error centrarse solo en una. La educación debe ser integral. Una buena educación atiende a la formación humana, intelectual, moral y religiosa.

El Papel de los Padres en la Educación

Los padres son los primeros responsables de la educación de los hijos. Por eso, tienen derecho a elegir qué modelo pedagógico quieren para ellos y qué enfoque religioso debe tener la escuela.

Los padres no pueden desentenderse de esta responsabilidad, y las autoridades políticas no deben considerar la educación como un ámbito de gestión de su exclusiva propiedad. Su función ha de consistir, más bien, en apoyar o complementar la formación que los progenitores ofrecen a sus hijos.

En consecuencia, los padres tienen el derecho a educar a sus hijos según los principios éticos, religiosos y académicos que, en conciencia, consideren adecuados.

La Iglesia y la Educación

La Iglesia siempre defiende la libertad de iniciativa, no la imposición de un determinado modelo de educación a los ciudadanos.

La Iglesia es educadora porque predica el Evangelio y colabora activamente en iniciativas educativas de toda índole. Estas instituciones intentan responder a las necesidades de formación que no cubren otras entidades.

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