La Libertad y la Responsabilidad Humanas
La libertad es la capacidad de un sujeto para elegir entre varias opciones sin que se lo impida una fuerza exterior a él. Podemos distinguir dos niveles de libertad:
La Libertad Interna
Consiste en la capacidad que posee el sujeto para elegir entre distintas posibilidades en cuestiones que lo afectan. La libertad es el fundamento de la conducta moral.
La Libertad Externa
Consiste en la ausencia de trabas externas que impidan actuar. Este tipo de libertad afecta a la acción, pero no a la elección. Alguien privado de libertad externa siempre puede mantener su libertad interna. Ejemplo: El preso que se encuentra en la cárcel tiene limitada su libertad externa pero no su libertad interna.
El problema que plantea la libertad interna es el de su propia existencia. Las posiciones se dividen entre los deterministas, que niegan la existencia real de la libertad humana, y los indeterministas, que afirman que el ser humano es libre.
Los Deterministas
Sostienen que nuestras acciones no podían haber sido distintas a como fueron y que la supuesta libertad humana es solo una apariencia que encuentra su fundamento en nuestro desconocimiento de las causas que determinan una acción.
Los Indeterministas
Acusan a los deterministas de confundir factores determinantes con factores condicionantes. Nuestras acciones se encuentran condicionadas por múltiples factores, como nuestro temperamento, educación, etc. Estos factores orientan la acción en una determinada dirección, pero no impiden que el sujeto decida actuar en una dirección diferente.
Entre las posiciones indeterministas más radicales, destaca el existencialismo. Este defiende que cada persona llega al mundo equipada únicamente con su libertad. Esta libertad es la que permite elegir entre distintas posibilidades. No podemos dejar de ser libres; estamos condenados a serlo.
Los existencialistas sostienen que, con cada elección que realiza el individuo, este se construye a sí mismo, se va dotando de una esencia que no tenía al nacer. Cada vez que un sujeto realiza una elección, renuncia a otras posibilidades que se le cierran para siempre. A medida que se elige se construye la propia esencia, pero se pierde libertad.
La responsabilidad es la obligación de hacernos cargo de las consecuencias que se deriven de nuestras acciones o de la ausencia de ellas.
Los deterministas no pueden imputarle una responsabilidad de lo que hace, ya que niegan la libertad. Los indeterministas sí pueden imputar responsabilidad al ser humano por las acciones llevadas a cabo, puesto que lo consideran un agente libre.
El problema de los indeterministas surge cuando tienen que precisar de qué es responsable quien actúa libremente. Además de sujetos libres, somos seres racionales y cuando actuamos debemos prever las consecuencias de nuestras acciones, que a veces resultan imprevisibles. Somos responsables de las consecuencias previstas de nuestras acciones, pero de las imprevistas no.
Una posible solución a este conflicto consiste en distinguir aquellas que eran previsibles de las que eran imprevisibles. Los seres humanos seríamos responsables tanto de las consecuencias previstas como de las previsibles, pero no lo seríamos de las imprevisibles.
La Cultura Humana y el Universo Simbólico
.El estructuralismo, partía del estudio del universo simbólico en donde habita el ser humano para construir una teoría opuesta al existencialismo y su reivindicación de la libertad. Esta teoría dice que existen estructuras profundas e inconscientes que son determinantes en la elaboración de los sistemas simbólicos que forman toda cultura. Estas estructuras explican la similitud que existe entre diferentes culturas, por muy distantes que se encuentren entre sí.Los estructuralistas buscan rasgos comunes en los distintos idiomas, religiones, manifestaciones artísticas o formas de parentesco de grupos humanos que nunca han entrado en contacto. Esto es una prueba de que la construcción de esos símbolos y de las leyes que los regulan no son fruto de la iniciativa libre de los individuos, sino que son distintas manifestaciones de una misma estructura que se repite y permanece inalterable en cada sociedad humana.Así se diluye y desaparece el individuo dueño de su libertad y su destino. Para los estructuralistas, el ser humano tal como lo describen los existencialistas es una ficción. El protagonismo en la explicación de la realidad humana lo tienen esas estructuras inconscientes y omnipresentes que acaban generando la realidad social y cultural en la que se insertan los individuos.Las conductas individuales, no son fruto de decisiones libres, sino que se ajustan a unos patrones establecidos por esas mismas estructuras inconscientes.