El postulado de la libertad
Para Sartre, estamos condenados a ser libres. Incluso si se opta por no ser libre, se está ejerciendo la libertad. Ser un individuo de la especie humana significa ser libre: la libertad es una condena. Spinoza considera que el ser humano tiende a pensar que es libre porque desconoce las causas reales que intervienen en la toma de sus decisiones. Kant si se niega que hay libertad, se niega también que existan responsabilidades e incluso moral. Si la libertad no existe, nadie sería responsable de sus actos, del mismo modo que no se considera responsables a los animales o plantas. El sistema judicial, sobre el que se sostiene la sociedad, no tendría sentido. El ser humano es responsable y moral y por esa razón es libre. Sin libertad, no hay responsabilidad ni moral.
Libertad interna
es la capacidad para escoger por uno mismo, sin estar determinado por ningún agente exterior. Aunque existan condicionantes, el libre albedrío supone que estos pueden examinarse y ser tomados en consideración, pero no determinan la acción.
Libertad externa
hace referencia a la posibilidad de actuar. La posibilidad de actuar puede estar limitada por varios tipos de condicionantes: físicos, psíquicos, económicos, políticos.
La conducta humana
son las respuestas motoras que dan los organismos frente a los estímulos, tanto externos como internos, que reciben. Se caracteriza por ser intencional y proyectiva. Toda acción consciente y libre está movida por unas intenciones o razones. El ser humano es capaz de proyectar aquello que va a hacer. Esta conducta se opone a la conducta instintiva del resto de seres vivos.
Tropismos
son reacciones ante estímulos del medio, consisten básicamente en crecer en la misma dirección o en la opuesta de un estímulo. Este fenómeno se conoce como fototropismo (plantas).
Taxias
no se traducen en un crecimiento, sino en un movimiento en dirección del estímulo o en dirección opuesta. La fototaxia consiste en aproximarse a un foco de luz y es una propiedad que tienen muchos peces.
Reflejos
son respuestas inmediatas de naturaleza nerviosa de un organismo frente a un estímulo. Son involuntarias y se heredan genéticamente.
Instintos
se caracterizan por ser pautas de conducta heredadas. No se adquieren por aprendizaje, sino que se encuentran en los genes. Están en todos los miembros de una misma especie. Han surgido como adaptación al medio, aparecen para llevar una finalidad específica y suponen la participación y coordinación de distintos mecanismos del organismo.
Conducta consciente
La conducta humana se diferencia de las anteriores por ser una conducta consciente. Según la cual se reacciona de forma creativa e innovadora ante los problemas que plantea el medio. La conciencia supone ser autónomo y es el fundamento de la libertad. No se trata de responder automáticamente mediante un abanico de respuestas preestablecidas, sino que supone deliberar e inventar. La creatividad y la capacidad de elección son aspectos de la conducta consciente.
Conducta animal instintiva
1) Es una conducta programada por los instintos, aunque el animal no se convierte en un mero autómata. 2) No hay elección, sino que los seres vivos actúan conforme a unas pautas preestablecidas. 3) Son una respuesta hereditaria para resolver un problema concreto.
Conducta humana consciente
1) Su conducta no es programada, sino que es voluntaria y libre. 2) Es una conducta en la que hay una elección y una toma de decisiones. 3) Es capaz de hacer frente de forma innovadora a problemas que no había tenido antes.
La responsabilidad – asumir las consecuencias que conllevan dichas decisiones. En caso de que la decisión tomada provoque un percance, la responsabilidad implica la obligación de reparar el daño causado.
Características de la responsabilidad
Ser responsable supone actuar con libertad, con plena conciencia y de forma voluntaria. Solo aquel que es dueño de sus actos es considerado responsable. Tener responsabilidad significa tener poder y asumir dicho poder, y asumir que se tiene tal capacidad. Capacidad de dar órdenes y de que otros obedezcan. Este poder tiene la obligación de alcanzar unos objetivos establecidos. La responsabilidad supone un compromiso y significa que existe un vínculo de confianza con otros. La responsabilidad supone vivir en comunidad, estar arraigado en ella y preocuparse de los que nos rodean. Frente a las actitudes que proclaman que uno solo es responsable ante sí mismo o que uno es responsable ante toda la humanidad, la responsabilidad supone tomar en consideración a los que le rodean a uno. Nietzsche – el ser humano está domesticado por unas costumbres que someten a cada individuo y que fuerzan a conducirse a todos por igual. Para lograr este sometimiento se han empleado conceptos como el de culpa, mediante los cuales cada individuo se siente responsable frente al resto de la sociedad. Este propone que cada uno responda ante sí mismo, que cada uno sea el juez de sus actos. Ir más allá de la moral. Según Nietzsche, la libertad consiste en la capacidad de no tener que rendir cuentas a nadie, sino a uno mismo. La propuesta de este deja de lado la responsabilidad para ceñirse exclusivamente a la libertad. Sartre – nada puede ser bueno para nosotros si no lo es para todos. En cada acto libre, Sartre considera que hay que tener presente al prototipo de hombre ideal al que se desea aspirar. Sartre defiende una noción de responsabilidad en la que no se tiene en cuenta a las personas concretas, sino a una entidad abstracta como es la humanidad. Esta defensa de una responsabilidad abstracta la acompaña Sartre de una concepción en la que los valores y la moral son opciones que elige el ser humano y que no dependen ni de Dios ni de la naturaleza humana. Max Weber – este autor introdujo la noción de ética de la responsabilidad para referirse a los políticos. Considera que un político no solo tiene que actuar según unas convicciones y principios, sino que también debe tener en cuenta las consecuencias de sus actos. Hannah Arendt – introduce la noción de responsabilidad en relación con la educación. Para Arendt, la autoridad ha desaparecido y ha sucedido así tanto en la vida pública, en la política, como en la vida privada, en la familia y en la escuela. Pues esa parece ser la forma en que el hombre moderno expresa su descontento ante la realidad, negándose a asumir la responsabilidad de sus hijos. Tal actitud es sencillamente nefasta si tenemos en cuenta que educar es enseñar, que para educar hay que transmitir saberes.