Lo que la libertad no es
La libertad y la falta de ella pueden estudiarse desde 4 realidades diferentes: física, biológica, social y política. Desde el punto de vista del mundo físico, la libertad se contrapone al fatalismo y al determinismo. Muchas creencias míticas y religiosas consideran que las acciones humanas son totalmente predecibles, esta postura se llama fatalismo. Para los deterministas, el mundo sigue unas rígidas leyes matemáticas en las que impera el principio de casualidad. Desde el punto de vista biológico, los seres vivos presentan una amplia gama de conductas, que van desde las más simples hasta la conducta consciente. Desde el punto de vista social, existen diferentes conductas relacionadas con los hábitos, con las costumbres y con las obligaciones. Desde el punto de vista político, el ejercicio de la libertad siempre tiene como límite al otro.
Fatalismo
Es una de las concepciones mítico-religiosas más antiguas, según la cual el mundo está predeterminado desde el origen de los tiempos. Como no se produce una auténtica elección, la libertad es una ilusión.
Determinismo
Con la aparición de la ciencia moderna y el estudio matemático de la realidad, se comprobó que los objetos físicos siguen leyes deterministas, es decir, que permiten predecir con exactitud lo que va a ocurrir.
Conductas
Las conductas son las respuestas motoras que dan los organismos frente a los estímulos tanto externos como internos que reciben.
Conducta humana
Se caracteriza por ser intencional y proyectiva: toda acción consciente y libre está movida por unas intenciones o razones. Las conductas que se han observado en los reinos de los seres vivos que no son simples movimientos azarosos son las siguientes:
- Tropismos: reacciones ante estímulos del medio propias de los vegetales.
- Taxis: reacciones de los seres vivos ante estímulos medioambientales que se traducen en un movimiento en dirección del estímulo o en dirección opuesta.
- Reflejos: respuestas inmediatas de naturaleza nerviosa de un organismo frente a un estímulo.
- Instintos: pautas de conducta heredadas.
La conducta humana se diferencia de las anteriores por ser una conducta consciente, reaccionando de forma creativa e innovadora ante los problemas que plantea el medio. La creatividad y la capacidad de elección son aspectos de la conducta consciente.
Filósofos sobre la responsabilidad
Friedrich Nietzsche: para él, el ser humano está domesticado por unas costumbres que someten a cada individuo y que fuerzan a conducirse a todos por igual. Para lograr este sometimiento se han empleado conceptos como el de culpa, mediante los cuales cada individuo se siente responsable frente al resto de la sociedad.
Jean-Paul Sartre: la responsabilidad en él se concentra en la siguiente tendencia: ‘nada puede ser bueno para nosotros, sino lo es para todos’.
Max Weber: este autor introdujo la noción de ética de la responsabilidad para referirse a los políticos. Considera que un político no solo tiene que actuar según unas convicciones y principios, sino que también debe tener en cuenta las consecuencias de sus actos.
Hannah Arendt: introduce la noción de responsabilidad en relación con la educación. Educar significa introducir a los niños en el mundo, y la autoridad del adulto reside precisamente en esta responsabilidad.
Acción moral
Es aquella que puede ser calificada como buena o mala. A menudo, las acciones morales van acompañadas de la conciencia de estar actuando bien o mal: es lo que se denomina conciencia moral. La conciencia moral es como un juez interior que origina sentimientos de culpa o de bienestar, en función de que uno mismo sepa que ha actuado bien o mal.
Teorías éticas
La ética es la disciplina filosófica que explica qué es la conducta moral y cuáles son las características que la distinguen de otras acciones que no se consideran propiamente morales. Hay dos tipos de ética:
- Ética teleológica: interpreta las acciones en función de un fin. Una acción es buena o mala según las consecuencias que tenga; si nos aproxima al fin que deseamos es buena, si nos aleja de él, se considera que es mala. El principal representante fue Aristóteles.
- Ética deontológica: para juzgar si una acción es buena o mala no hay que atender a las consecuencias, sino a los principios que han guiado dicha acción. El principal representante fue Kant.
Intelectualismo moral
Parte de la premisa de que quien actúa de un modo virtuoso y de forma correcta es porque conoce lo que es el bien. De este modo, la virtud y la sabiduría van siempre unidas. El que más sabe es el que mejor actúa, por esta razón esta teoría recibe el nombre de intelectualismo moral: la inteligencia y el saber son los caminos que nos conducen a la virtud moral. Para Sócrates, los valores morales son objetivos y universales, independientes de la conciencia humana. Aquellos que aspiran a un conocimiento verdadero serán los capaces de distinguir el bien y el mal, lo justo y lo injusto.
La felicidad
Si la felicidad es el fin último al que aspira una persona, esto significa que no puede ser un medio, sino que tiene que ser un bien supremo, algo que sea un bien siempre y sin excepciones. Aristóteles censura que la felicidad se identifique con la riqueza, con el placer, con el honor y con la gloria. Para Aristóteles, ninguna de estas soluciones es satisfactoria, sino que la felicidad consiste en vivir de forma virtuosa. Añade también dos características propias de toda vida feliz:
- La felicidad no puede ser algo pasajero, sino que tiene que abarcar la vida entera.
- Para ser feliz no basta con tener placeres, dinero y honores, pero estas 3 propiedades son necesarias.
Sabiduría
Es el hábito de captar la verdad acerca de los aspectos universales y necesarios de la realidad.
Imperativo categórico
El deber constriñe la voluntad, el deber y por tanto la acción moral. Kant distinguió 2 tipos de imperativos:
- Imperativo hipotético: representa la necesidad práctica de una acción como un medio para conseguir otra cosa. Son los imperativos que se aplican en las acciones que se hacen por interés y para Kant no son morales.
- Imperativo categórico: es un mandato universal y necesario que prescribe acciones como buenas en sí mismas, con independencia de las consecuencias. Se trata del imperativo propiamente moral porque nos indica si nuestras acciones son o no por deber. Dos de las formulaciones propuestas por Kant son: actúa de manera que tu acción pueda convertirse en norma universal y procede de modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de los demás, siempre como un fin en sí mismo y nunca solo como un medio.
Dignidad
Es entendida aquí como la cualidad fundamental de toda persona como un fin en sí mismo y no puede ser utilizada como medio para conseguir otras cosas.
Ética kantiana
Es una ética basada en la buena voluntad. Lo importante es la intención. Las acciones morales son aquellas que se hacen por el deber. Esto supone que no se realizan para lograr otra cosa, sino porque se debe actuar así. Es una ética única: en ella hay un solo imperativo, aunque este se puede formular de distintas maneras. Se basa en la ley moral: la ley moral es una norma o principio objetivo y universal. El imperativo categórico enuncia la forma que debe tener toda acción que se base en el deber, en la buena voluntad. Es una ética autónoma (depende de uno mismo).
Utilitarismo
Principales representantes: Jeremy Bentham y John Stuart Mill. Los utilitaristas defienden una concepción ética teleológica, considerando que las acciones solo tienen sentido por la finalidad a la que tienden. Estos pensadores son consecuencialistas: las acciones son buenas en función de sus efectos y consecuencias, no por sus intenciones. Buscan el bienestar del mayor número de personas, no solo de una.
Definiciones de justicia
La justicia es un poder del Estado impartido por instituciones y órganos; también se habla de justicia cuando se actúa conforme a la legalidad. La justicia es también una propiedad que se atribuye a las personas y tiene un valor moral. La concepción más extendida de justicia es la de igualdad entre todos los individuos de una sociedad, lo que se llama justicia como equidad. La equidad consiste en reequilibrar las diferencias existentes y puede alcanzarse por medios diferentes mediante la justicia reparadora y la distributiva.