(1. Introducción a la lógica)
Argumentar es dar razón de nuestras creencias ante los demás, es tratar de persuadir a alguien de algo por medio de razones. Argumentamos para justificar nuestro comportamiento y nuestras creencias. Esta utiliza el lenguaje y se da en un contexto social.
Razonar es un proceso psicológico e individual, mientras que argumentar es una práctica comunicativa que implica a otras personas. Razonar no implica necesariamente el lenguaje. Cuando argumentamos, estamos expresando un razonamiento previo.
Inferir, pasar de unas creencias a otras, también es un proceso psicológico. Las inferencias nos pueden ayudar a construir argumentos, pero en sí mismas no son argumentos. En la práctica, inferir y razonar son muy parecidos.
Los argumentos tienen implicaciones. Una proposición implica a otra cuando, supuesta la verdad de la primera, se sigue necesariamente la verdad de la segunda.
Lógica y Retórica
Lógica
Es la rama de la filosofía que se ocupa de las reglas para argumentar correctamente. Es una ciencia que estudia los criterios para distinguir los argumentos válidos de los no válidos. Estudia si la conclusión del argumento está implicada o no por las premisas. A esta también se le puede llamar lógica formal para destacar que su objetivo es el estudio de la forma de los argumentos y utiliza un lenguaje artificial.
Retórica
Arte de convencer a otras personas mediante los procedimientos de persuasión que resulten más adecuados para cada caso. Un argumento será válido para la retórica si consigue convencer a las personas a las que va dirigido; este será más válido cuanta mayor sea la cantidad de personas que lo aceptan. Una buena retórica se basa en argumentos lógicamente válidos, mientras que una mala retórica utiliza toda clase de recursos con tal de convencer.
Proposiciones y Enunciados
Proposición/enunciado: Contenido de una frase que afirma o niega algo sobre la realidad. Se caracteriza por ser verdadero o falso. Según su intensión, los enunciados pueden ser afirmativos o negativos. La extensión de un enunciado se refiere al número de individuos que requiere. Si incluye todos los individuos de una clase, es universal; si se refiere a una parte de un conjunto, es particular; y si se refiere a un único individuo, es singular.
(3. Falacias y Tipos)
Falacia: Un argumento que parece válido pero no lo es. Cuando se comete una falacia de forma intencionada, con la intención de confundir al que nos escucha, se habla de sofisma.
- Falacias formales: Razonamientos incorrectos por su forma lógica, de manera que, aunque las premisas sean verdaderas, no puede garantizarse que la conclusión sea cierta.
- Falacias informales: Argumentos en los que la información aportada por las premisas no es adecuada para justificar la validez de la conclusión. Pueden tener una forma lógica correcta.
Falacias Formales
- Afirmación del consecuente: Se comete cuando de la afirmación del consecuente se deduce el antecedente.
- Negación del antecedente: Se comete cuando de la negación del antecedente se deduce la negación del consecuente.
- Silogismo disyuntivo falaz: Se comete cuando, ante una disyunción, al darse A, deducimos que no se ha dado B.
- Falacia ad logicam: Se comete cuando, al detectar que un argumento es falaz, se sostiene que la conclusión es necesariamente falsa, pero en realidad la conclusión podría ser verdadera por otras razones distintas a las utilizadas.
- Falacias probabilísticas: Se cometen cuando dos sucesos estadísticamente independientes se supone que están conectados entre sí.
Falacias Informales
- Petición de principio: Es un razonamiento que emplea en las premisas aquello que queremos demostrar.
- Falacias por ambigüedad: Se produce cuando el significado de una palabra es diferente en los enunciados de un razonamiento; se juega con la ambigüedad de las palabras.
- Falacia del espantapájaros: Consiste en simplificar y deformar el argumento del adversario hasta convertirlo en una caricatura, hacia la cual se desvía la atención.
- Falacia del falso dilema: Presenta un asunto como si solo hubiera dos opciones, cuando en realidad existen más opciones.
- Falacias ad hominem: Intenta rechazar una afirmación descalificando a la persona que la enuncia, con ello no se entra en el contenido de la tesis en discusión.
- Falacia de apelación a la autoridad: Defiende una afirmación basándose en que ha sido aceptada por una persona de prestigio.
- Falacia «argumento del bastón»: Consiste en forzar a alguien mediante amenazas a que acepte nuestra tesis.
- Falacia «argumento de las mayorías»: Trata de convencernos de que una afirmación es cierta porque la mayor parte de la gente la acepta.
- Falacia por inducción precipitada: Consiste en generalizar a partir de un número reducido de casos.
- Falacia de la confusión entre condición necesaria y suficiente: Una condición es necesaria para algo cuando en ausencia de ella ese algo no se da; una condición es suficiente para algo cuando su presencia lo garantiza.
- Falacia «argumento de la ignorancia»: Consiste en sostener que algo es falso porque no se ha podido demostrar que es verdadero.
- Falacia de los acontecimientos sucesivos: Consiste en conectar causalmente dos sucesos que han tenido lugar uno a continuación del otro.