Los Filósofos Presocráticos: De Tales de Mileto a Anaxágoras

Tales de Mileto (624-546 a. C.)

Matemático, astrónomo y político, Tales fue considerado por Aristóteles como el primero de los físicos. Su pensamiento filosófico se centraba en tres ideas principales:

  • La Tierra descansa sobre el agua.
  • El agua es el principio de todas las cosas (arjé).
  • Todas las cosas están llenas de dioses.

Aristóteles sostenía que, para Tales, el agua era el elemento primordial del cual se originaba y sobre el cual flotaba la Tierra. Además, creía que el imán tenía alma (anima).

Tales argumentaba que el agua era esencial para la vida y se presentaba en los tres estados básicos de la materia. El calor, según él, procedía de la humedad, por lo que la sangre, al ser un elemento húmedo, era considerada un hydron. La semilla también era considerada húmeda.

Estas ideas fueron tomadas por Tales de la mitología babilónica y egipcia, basándose también en la observación personal. Afirmaba que la physis, representada por el agua, estaba dotada de vida y movimiento propios, lo que implicaba que todo estaba vivo y animado.

Su fama como matemático se debe a cuatro razones principales:

  1. El teorema de Tales.
  2. Se cree que realizó cálculos para medir la distancia de los barcos en el mar.
  3. En un supuesto viaje a Egipto, calculó la medida de las pirámides.
  4. Introdujo el gnomon.

Anaximandro de Mileto (610-545 a. C.)

Conocido por ser el primero en escribir un libro sobre la naturaleza, Anaximandro se dedicó a diversas investigaciones. Afirmaba que la Tierra era cilíndrica y ocupaba el centro de un universo esférico.

Introdujo el término arjé para referirse al principio de todas las cosas, que para él era el apeiron (a: sin, peiron: límite). El apeiron era un principio ilimitado, indefinido, indeterminado y eterno. Si bien era espacial, no era infinito, sino vasto.

Este elemento no empírico permitía explicar la derivación de todas las cosas. Anaximandro le atribuía características que la mitología reservaba a los dioses.

Se le atribuye la idea de innumerables mundos sucesivos, aunque no está del todo confirmado, ya que el ritmo de surgimiento y desaparición podría darse dentro de un mismo mundo.

El orden necesario del mundo se concebía como un orden jurídico y moral. Su cosmología explicaba la formación del cosmos sin recurrir a representaciones míticas.

En el apeiron se separaban lo frío y lo caliente. Lo frío ocupaba el centro y lo caliente el exterior. Debido al calor, parte del agua se evaporaba, dando lugar a la tierra seca. Ambos elementos debieron existir juntos.

Anaxímenes de Mileto (585-524 a. C.)

Discípulo de Anaximandro, Anaxímenes sostenía que el principio primordial subyacente y único era infinito, determinado y se manifestaba como el aire (aer).

Utilizaba el arjé como un elemento determinado y explicaba el doble proceso mediante el cual todo procedía del aire. El fuego surgía de la rarefacción, un aumento de volumen y calentamiento del aire. El agua, por otro lado, procedía del aire por condensación, una disminución del volumen del aire que resultaba en enfriamiento, creando así el viento, las nubes, el agua y lo sólido.

Anaxímenes también concebía el mundo como algo vivo. Su avance radica en que explicaba lo cualitativo a través de lo cuantitativo (H2O = 2H y 1O) y el pasado a través del presente.

Parménides y la Escuela de Elea (540-470 a. C.)

Residente de Elea, Parménides participó en la redacción de sus leyes. Se dice que se inició en la filosofía a través de los grupos pitagóricos, para luego abandonarlos y crear su propia escuela y filosofía.

A partir de las premisas del ser, se pueden extraer las siguientes conclusiones:

  • Juicio analítico: El concepto del predicado está incluido en el concepto del sujeto. Ventaja: siempre es verdadero. Inconveniente: no aumenta el conocimiento.
  • Juicio sintético: El concepto del predicado no está incluido en el del sujeto. Ventaja: aumenta el conocimiento. Inconveniente: no siempre es verdadero.

Parménides afirmaba que»lo que es, es, y es imposible que no se», lo cual representaba el camino verdadero. Por otro lado,»lo que no es, no es, y es imposible que se», constituía el camino falso. Para él, pensar y ser eran lo mismo, refiriéndose a la nada.

Su cuarta premisa, con dos oraciones copulativas, establecía que»ser y no ser no son lo mism», lo que significaba que las cosas que no son, son (refiriéndose al nacimiento), y»ser y no ser son lo mism», lo que significaba que las cosas que son, no son (refiriéndose a la muerte).

Expuso su doctrina en un poema en hexámetros, que criticaba las ideas pitagóricas y hacía referencia a Anaxímenes y Heráclito. El poema se estructura en dos partes:

  • La vía de la verdad: Parménides expone su propia doctrina filosófica.
  • La vía de la opinión: Expone una cosmología que podría haber sido rechazada por él mismo como engañosa.

Parménides pretendía construir la vía de la verdad para deducir que el ser es ingenito e imperecedero, indivisible e inmóvil, continuo, homogéneo, finito, esférico (ya que tiene extensión material en el espacio-tiempo circular) y único.

Su filosofía buscaba demoler la de sus predecesores (pitagóricos). El ser al que se refería era la realidad o el mundo, concebido de manera corpórea. Finalmente, surge el problema del conocimiento.

Parménides se refería a la esencia, captada por la razón. Para él, el verdadero conocimiento residía en la razón.

Anaxágoras de Clazomene (500-428 a. C.)

Partiendo de la idea de Parménides de que el ser no puede empezar ni dejar de ser, y que lo uno debe considerarse inmutable, Anaxágoras formula una teoría pluralista.

Todo lo que se produce y sucede es el resultado de la mezcla de elementos que él llama»semilla». Estas semillas son cualitativamente distintas e indivisibles. Su principio fundamental es que»todo está en tod».

La pluralidad y los cambios (generación, corrupción, transformación) se explican por la mezcla de las semillas. El mundo se origina a través de un torbellino, un movimiento que debía ser explicado, ya que Parménides parecía haber demostrado que la esfera permanecía inmóvil.

Anaxágoras introduce un principio de movimiento: el nous (espíritu, inteligencia). El nous está separado de la masa de semillas, lo conoce todo y posee el máximo poder.

También introduce dos fuerzas (amor y odio), aunque deben entenderse como fuerzas cósmicas y materiales. Aquí surge algo nuevo que solo Demócrito sabrá aprovechar.

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