Escuela de Mileto: La búsqueda del arjé
La Escuela de Mileto se caracterizó por la búsqueda del arjé, un único principio que explicara el origen de todo. Estos filósofos, conocidos como monistas, se alejaron de las explicaciones mitológicas y buscaron respuestas en la naturaleza.
Tales de Mileto
Para Tales, el arjé era el agua, elemento fundamental a partir del cual se derivaban todas las demás realidades.
Anaximandro
Anaximandro propuso el ápeiron como arjé, un principio indefinido e ilimitado, completamente diferente a los objetos existentes en la naturaleza.
Anaxímenes
Anaxímenes identificó el arjé con el aire. A través de la condensación y la rarefacción, el aire daba origen a la diversidad del mundo natural.
Pitagóricos: La armonía del cosmos
Los pitagóricos concebían el cosmos como un todo viviente y divino, regido por la armonía y el orden. Su filosofía se caracterizó por:
- Antropología dualista: el alma, aliento de vida, era distinta del cuerpo y se consideraba inmortal, sujeta a la transmigración.
- Importancia de las matemáticas: creían que todas las cosas podían ser expresadas en términos numéricos.
Heráclito: El cambio constante
Heráclito afirmaba que la realidad está en constante cambio y movimiento. Este devenir se debía a una lucha de contrarios, una tensión entre opuestos. El fuego ocupaba un lugar central en su filosofía, representando la energía que impulsa el cambio. Para Heráclito, la sabiduría consistía en comprender el orden eterno detrás de los procesos naturales.
Escuela Eleática: La unidad del ser
La Escuela Eleática negaba la realidad del movimiento, considerándolo una mera apariencia.
Parménides: El ser es, el no ser no es
Parménides basó su filosofía en la afirmación»el ser es, el no ser no e». El ser, único, eterno e inmutable, se oponía al no ser, que era impensable e inexistente. Para Parménides, el cambio y el movimiento eran imposibles, ya que implicaban pasar del ser al no ser.
Pluralistas: La diversidad de la realidad
Los pluralistas rechazaron la idea de un único principio y defendieron la existencia de una pluralidad de elementos para explicar la diversidad y el movimiento del mundo.
Anaxágoras: El Nous y las semillas
Anaxágoras introdujo el concepto de nous (mente), una inteligencia ordenadora que impulsó la separación y organización de los elementos en el universo. Para explicar la composición de la realidad, propuso la existencia de infinitas partículas diminutas llamadas semillas, que se combinaban para formar todas las cosas.
Empédocles: Los cuatro elementos y las fuerzas cósmicas
Empédocles afirmaba que el universo estaba compuesto por cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego. La combinación de estos elementos, impulsada por las fuerzas del amor (unión) y la discordia (separación), daba lugar a la diversidad del mundo.
Atomistas: Átomos y vacío
Los atomistas basaron su filosofía en la existencia de átomos, partículas indivisibles que se movían en el vacío.
- Los átomos: partículas indivisibles, eternas e infinitas en número.
- El vacío: espacio infinito donde se movían los átomos.
- El movimiento: los átomos se movían aleatoriamente, chocando y agregándose para formar objetos.
Sofistas: Maestros de la retórica
Los sofistas eran maestros de la retórica que enseñaban a sus alumnos el arte de la persuasión. Se destacaron por:
- Distinción entre leyes naturales y leyes humanas: las leyes naturales eran deterministas y necesarias, mientras que las leyes humanas eran convencionales y dependían de la voluntad del legislador.
- Relativismo: algunos sofistas, como Protágoras, defendían que la verdad era relativa al individuo o a la cultura.
- Escepticismo: Gorgias, otro sofista destacado, cuestionó la posibilidad del conocimiento absoluto y defendió la incertidumbre como base del pensamiento.