Marx y Nietzsche: Reflexiones Clave sobre Alienación, Nihilismo y la Condición Humana

TEXTO 1 MARX

En este fragmento de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, Karl Marx reflexiona sobre el fenómeno de la alienación del trabajo en el sistema capitalista. El autor sostiene que el trabajo ha dejado de ser una actividad libre y creativa para convertirse en una tarea impuesta, que no nace de la voluntad del trabajador, sino que le es ajena. Por eso, el trabajo no forma parte de su esencia, no lo desarrolla como ser humano, sino que lo niega, lo oprime y lo desgasta, tanto física como espiritualmente.

Marx afirma que el trabajador no se siente realizado en su trabajo, sino que se siente extraño, fuera de sí. Solo se reconoce y se siente «él mismo» cuando no está trabajando. Es decir, el trabajo, en lugar de ser una expresión de su humanidad, se convierte en una fuente de infelicidad. Por eso el trabajo en el capitalismo es trabajo forzado, obligatorio, realizado únicamente como un medio para satisfacer necesidades ajenas, y no como una actividad libre que responde a los intereses del propio trabajador.


Esta alienación se manifiesta también en que el producto del trabajo no le pertenece al trabajador, sino a otro: al capitalista. Por tanto, cuanto más trabaja, más se aleja de sí mismo, ya que pone su energía al servicio de alguien que se beneficia de su esfuerzo. Marx incluso compara esta situación con la religión: así como en la religión las creaciones humanas (como Dios) actúan fuera del individuo, también en el trabajo alienado la actividad del hombre parece escapar de su control, y se convierte en algo independiente de él, como si fuera obra de una voluntad externa.

El texto muestra cómo el sistema capitalista convierte el trabajo —que debería ser una fuente de realización y expresión humana— en un proceso de autonegación. El obrero se convierte en un instrumento al servicio de la producción y del beneficio de otros, perdiendo así su libertad y su identidad. En lugar de desarrollarse como ser humano, se ve reducido a una mera pieza del engranaje económico. Esta crítica de Marx es fundamental para entender su propuesta revolucionaria: transformar el sistema económico y social para devolver al trabajo su carácter humano, libre y creador.

En conclusión, Marx denuncia que el trabajo en el capitalismo genera una profunda deshumanización, ya que separa al hombre de su propia esencia. El trabajador no solo produce objetos que no controla ni disfruta, sino que también pierde el control sobre su propia vida. Este concepto de alienación será una pieza clave en la crítica marxista al sistema capitalista, ya que pone en evidencia cómo las relaciones económicas determinan la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.


TEXTO 2 MARX

En este fragmento de A ideoloxía alemá, Karl Marx, junto con Friedrich Engels, expone una de las ideas centrales del materialismo histórico: la vida material de los seres humanos es la que determina su pensamiento, y no al revés. Frente a la filosofía idealista alemana —especialmente la de Hegel— que parte de las ideas y de la conciencia para explicar la realidad, Marx propone un enfoque opuesto: partir de los hombres reales, de carne y hueso, de su actividad práctica y productiva, para entender cómo surgen las ideas, la moral, la religión o cualquier otra forma de pensamiento.

Marx afirma que las ideologías (como la moral, la religión o la metafísica) no tienen existencia autónoma ni historia propia. Son, más bien, reflejos o «ecos» del proceso vital real de los hombres, que actúan en el mundo, producen, intercambian bienes y se relacionan entre sí. Por tanto, no son las ideas las que crean la historia, sino que son los cambios en las condiciones materiales —en la forma en que los seres humanos producen su vida— los que provocan el cambio en las ideas.

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De este modo, Marx niega que la conciencia sea el motor de la vida social. La conciencia no es algo aislado ni el punto de partida, sino una consecuencia del modo de vida de los individuos reales. Las ideas que tenemos en la cabeza no caen del cielo, ni son producto de un pensamiento puro, sino que derivan directamente de cómo vivimos, trabajamos y nos organizamos como sociedad. Por eso afirma de forma contundente: “non é a consciencia a que determina a vida, senón que é a vida a que determina a consciencia”.

En resumen, Marx desarrolla en este texto una crítica al idealismo filosófico tradicional y defiende una visión materialista de la historia. Para él, entender a la sociedad y al ser humano no es posible si no se parte de su realidad concreta, es decir, de la forma en que viven, producen y se relacionan. Este enfoque será la base de su pensamiento y de su crítica al sistema capitalista, al que considera no solo una forma de organización económica, sino también una estructura que condiciona la forma de pensar y de ver el mund


TEXTO 1 NIETZSCHE

En este fragmento de los Fragmentos póstumos (1887–1889), Friedrich Nietzsche reflexiona sobre el nihilismo, una de las consecuencias más profundas de la crisis de los valores tradicionales. El filósofo describe una forma extrema de nihilismo: aquella en la que el ser humano ha perdido no solo la fe en el mundo real como portador de sentido, sino también en la existencia de un mundo verdadero, trascendente, que le otorgue una finalidad superior al devenir.

Nietzsche explica que el nihilismo aparece cuando el hombre comprende que no hay un propósito último en la existencia, que el mundo no responde a una lógica de unidad ni de verdad absoluta. Antes, para soportar el caos y el sufrimiento de la vida, el ser humano inventó la idea de un mundo metafísico más allá de este, un “mundo verdadero”, como el Cielo cristiano o el mundo de las Ideas de Platón. Sin embargo, una vez que se descubre que ese mundo no es más que una proyección de nuestras necesidades psicológicas, esa creencia se derrumba, dejando al ser humano sin ningún fundamento en el que sostener su vida.


El resultado de este proceso es un estado de crisis profunda: la vida ya no tiene valor, ni dirección. Nos enfrentamos a un mundo que ya no queremos negar, pero que tampoco soportamos, porque hemos retirado todas las categorías con las que antes le dábamos sentido: la idea de fin, de unidad, de ser, de verdad. Estas eran las herramientas con las que interpretábamos la realidad y justificábamos nuestra existencia. Sin ellas, el mundo se muestra tal cual es: como puro devenir, sin estructura fija ni razón última.

Nietzsche denuncia que la filosofía tradicional y la religión construyeron una interpretación falsa de la realidad, basada en el miedo y la necesidad de consuelo. Cuando esas ideas se agotan, el ser humano cae en el nihilismo, porque no sabe cómo vivir sin ellas. En lugar de aceptar el devenir, se siente perdido ante la ausencia de un sentido trascendente.

En resumen, Nietzsche analiza aquí la fase final del nihilismo: la pérdida total de sentido tras el derrumbe del mundo metafísico. Esta situación supone un gran reto, pero también una oportunidad: la de crear nuevos valores más allá de las ilusiones del pasado. Este fragmento refleja claramente la crítica nietzscheana a la tradición filosófica occidental y su apuesta por una nueva forma de pensar la existencia desde la afirmación de la vida tal como es.


TEXTO 2 NIETZSCHE

En este fragmento de A gaia ciencia (§341), Nietzsche introduce una de sus ideas más provocadoras y profundas: el eterno retorno. A través de una imagen literaria muy potente, plantea una situación extrema: un demonio nos susurra en la más profunda soledad que tendremos que vivir nuestra vida tal como ha sido, una y otra vez, infinitamente, sin que nada cambie. Esta idea se convierte en lo que él llama “o peso máis grande”, ya que nos obliga a preguntarnos si realmente estamos dispuestos a aceptar nuestra existencia con todo lo que conlleva: el dolor, el placer, los errores, los instantes hermosos y también los más oscuros.

Nietzsche no expone esta idea como una teoría científica o cosmológica, sino como una prueba moral y existencial. Nos reta a pensar: ¿y si todo lo que hacemos lo tuviéramos que repetir eternamente? ¿Viviríamos de la misma forma? La reacción ante este pensamiento divide a las personas entre aquellas que lo rechazarían con desesperación, y aquellas que, habiendo alcanzado una reconciliación profunda consigo mismas y con la vida, lo aceptarían con alegría, incluso con admiración, como una revelación divina.


El eterno retorno representa, entonces, una medida del grado en que afirmamos la vida. Solo quien ha aprendido a amar la vida tal y como es —sin necesidad de consuelos, sin mentiras metafísicas ni mundos trascendentes— puede desear que se repita eternamente. De esta manera, Nietzsche ofrece una alternativa radical frente al nihilismo: en lugar de huir del mundo y sus sufrimientos, nos invita a enfrentarlos con valentía, a vivir con tal plenitud que desearíamos revivir cada instante eternamente.

En resumen, este fragmento refleja una de las preocupaciones centrales del pensamiento nietzscheano: cómo vivir una vida que merezca ser vivida una y mil veces más. El eterno retorno no es solo una idea filosófica, sino un criterio de vida, una exigencia de autenticidad y de amor incondicional por la existencia.


CONTEXTO MARX

A primeira metade do século XIX estivo marcada pola Revolución Industrial, que transformou a sociedade e a economía. A industrialización deu paso ao capitalismo, creando novas clases sociais: a burguesía e o proletariado. As duras condicións dos traballadores provocaron o nacemento do movemento obreiro, sindicatos e a aparición do socialismo.

No campo filosófico, o idealismo alemán (Fichte, Schelling, Hegel) superou os límites do coñecemento establecidos por Kant. Hegel destacou co seu método dialéctico e a súa visión da historia como un proceso de contradicións.

Marx, influenciado pola economía política e a esquerda hegeliana, desenvolveu un pensamento materialista que criticaba o capitalismo e defendía a transformación social. Feuerbach, con ideas sobre o materialismo e a crítica relixiosa, tamén influíu en Marx, especialmente na súa concepción de alienación.

En xeral, esta etapa foi crucial para o nacemento do marxismo e para os cambios sociais e filosóficos que marcaron a época.


VIGENCIAS MARX

O marxismo, tras a morte de Marx, deu lugar a dúas interpretacións opostas: os revisionistas, que defendían unha vía democrática ao socialismo, e os ortodoxos, que mantiveron a revolución violenta. A ideoloxía marxista influíu na división do mundo en bloques comunistas e capitalistas tras a Revolución Soviética. A revolución marxista non acadou os seus obxectivos, pero levou á creación do «Estado social e democrático de dereito» e aos avances nos dereitos sociais.

Marx non prevía que o capitalismo se adaptaría, creando novas necesidades a través da publicidade. A tecnoloxía legitimizou o novo sistema capitalista, e a sociedade se mercantilizou, sacrificando a liberdade por seguridade e confort. O marxismo tivo un impacto profundo no século XX, pero non conseguiu a emancipación humana esperada.


CONTEXTO NIETZSCHE

La segunda mitad del siglo XIX estuvo marcada por la consolidación de la Revolución Industrial, el auge del parlamentarismo, la expansión del nacionalismo y las luchas sociales por derechos laborales y políticos. Se consolidaron nuevas ciencias (química, biología) y el positivismo de Comte promovió una filosofía centrada en hechos concretos. El darwinismo cambió la visión del ser humano al plantear la evolución de las especies y la conexión del hombre con la naturaleza.

En filosofía, surgieron corrientes como el vitalismo, que defendía la vida como esencia de la realidad (Bergson, Nietzsche), y el historicismo, que veía la historia como un organismo con leyes propias (Dilthey). Nietzsche, influido por el irracionalismo de Schopenhauer, fue crítico con la razón y la cultura occidental, denunciando los valores de la Ilustración. Su filosofía se caracteriza por la «sospecha», cuestionando la moral, la ciencia y los valores establecidos, lo que lo vincula con Marx y Freud como filósofos de la sospecha, que desconfían de las apariencias y buscan las fuerzas ocultas que determinan la realidad.


VIGENCIAS NIETZSCHE

Nietzsche no solo cuestionó el pasado y sus valores, sino que propuso un futuro basado en la vida y en la creación de nuevos valores. Fue un educador que quería recuperar la vida como fundamento de todo lo que ocurre. Su filosofía influyó en corrientes como el vitalismo (Bergson, Ortega y Gasset) y el existencialismo, que prioriza la existencia concreta sobre la esencia pensada.

Nietzsche, junto con Marx y Freud, es uno de los filósofos de la sospecha. Su crítica al pensamiento occidental se basa en la idea de que la huida de la vida está en su origen. Las teorías de Freud, sobre la represión de la libido, se fundamentan en la crítica nietzscheana a la moral y la cultura burguesas.

A pesar de sus influencias, Nietzsche fue malinterpretado y manipulado en el siglo XX, especialmente por el nazismo, que distorsionó conceptos como la voluntad de poder y el superhombre. Sin embargo, Nietzsche siempre abogó por superar cualquier ídolo, incluso su propia obra.

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