Marxismo: Alineación, Ideología y la Transición al Comunismo

Alineación Filosófica

Como conjunto de representaciones e ideas, la filosofía constituye un modo singular de alineación, con una poderosa función ideológica: solo interpreta la realidad, no la transforma, y además la interpreta falsamente. Según Marx, los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. Considera que solo el comunismo, entendido como supresión de la propiedad privada, permitirá la eliminación de todas las alineaciones y la humanización del hombre.

Alineación e Ideología: El Materialismo Histórico

La teoría marxista de la historia se conoce con el nombre de materialismo histórico. Marx concibe la historia como un proceso orientado hacia la meta de alcanzar una sociedad comunista, entendida como aquella sociedad donde estarían superados todos los enfrentamientos entre clases sociales. De tal manera que el materialismo histórico intenta ser una teoría científica sobre la formación y desarrollo de la sociedad: todo el desarrollo de la sociedad se explica desde lo económico, desde la producción de los bienes materiales. Según Marx, cada etapa histórica está caracterizada por un modo de producción y, a su vez, el modo de producción de una sociedad está formado por dos elementos: la estructura económica y la superestructura ideológica.

La Estructura Económica

Está constituida por las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las fuerzas productivas definen la capacidad de producción propia de cada época. Dentro de ellas hay que distinguir entre las personas que producen y los medios de producción, los recursos de que se dispone para producir. Las relaciones de producción son las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos. Incluyen lo relativo a la propiedad de los medios de producción y lo relativo a la división del trabajo.

La Superestructura Ideológica

Está constituida por toda la estructura jurídico-política de la sociedad, así como por su ideología. Marx denomina ideología al conjunto de representaciones que poseen los hombres en una sociedad determinada y que expresan lo que piensan sobre el derecho, la religión, el Estado, la moral, la filosofía, el sistema educativo, la familia, etc. Marx señala que la ideología imperante en cada momento es la propia de la clase dominante y, por tanto, justifica la estructura económica del momento, falsea la realidad para legitimar las injusticias dadas en la infraestructura.

El materialismo histórico se basa en esta tesis: no es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino que, al contrario, es su ser social el que determina su conciencia, o lo que es lo mismo, los hombres no tienen una conciencia, unas ideas políticas, una religión, una ideología y luego actúan y trabajan tratando de llevar a cabo estas ideas, sino que sus condiciones materiales de vida determinan por completo su manera de pensar. En cada época, la estructura económica de la sociedad determina la superestructura ideológica.

El factor determinante del cambio histórico, que implica el paso de un modo de producción a otro, está en la estructura económica, en concreto en la contradicción dialéctica entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción que lleva a la lucha de clases y esta al cambio histórico. Los seres humanos se agrupan en clases sociales según cuál sea su situación en la estructura económica de su sociedad. Mientras las fuerzas productivas se desarrollan adecuadamente en el marco de las relaciones de producción y las clases sociales están satisfechas con ese desarrollo, no hay problema. Pero llega un momento en que las relaciones de producción quedan anticuadas y son cuestionadas por una de las clases sociales, insatisfecha con su situación en la estructura económica. Esto da lugar a una revolución social que instaurará una nueva estructura económica, que a su vez, transformará la superestructura ideológica, produciéndose así el cambio histórico.

El Comunismo

Marx señala que la historia de todas las sociedades es la historia de la lucha de clases. Según él, frente a épocas anteriores, su época se había reducido a dos clases antagónicas: la burguesía capitalista y el proletariado. Marx destaca que en la sociedad capitalista existe una clase dominante y otra dominada. La clase dominante es la dueña de los medios de producción, mientras que la clase dominada ocupa una situación de dependencia y subordinación. Así pues, existirá una manifiesta contradicción entre los intereses de una y otra clase, conduciendo a la lucha de clases. Según esto, en toda sociedad basada en la propiedad privada de los medios de producción, las clases explotadas, poco a poco, irán cobrando conciencia de su situación e iniciarán una lucha revolucionaria para salir de esa situación.

Según Marx, a lo largo de la historia de la humanidad se han sucedido distintos modos de producción. El primero de esos modos de producción es el comunismo tribal primitivo. Este modo de producción se desarrolla y da lugar al sistema feudal, que se transforma luego en el modo de producción capitalista. El análisis que Marx hace del modo de producción capitalista le lleva a profetizar el surgimiento de la sociedad comunista como resultado necesario tras el conflicto dialéctico que se producirá en la sociedad capitalista entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. La sociedad comunista aparece así como la última etapa en el desarrollo de la historia, ya que es la forma de sociedad que se corresponde plenamente con la auténtica naturaleza humana.

Marx afirma que en el advenimiento de la sociedad comunista la intervención del proletariado es definitiva, ya que solo se lograría tras la lucha entre proletariado y burguesía. El modo de producción comunista se basará en la abolición de la propiedad privada y en la defensa de un régimen de propiedad colectiva. En esta nueva sociedad, los individuos recuperarán su humanidad y los vínculos cooperativos. Marx consideraba que antes de alcanzar el comunismo habría que pasar por la etapa de la dictadura del proletariado. Es la fase posterior a la revolución, en la que el proletariado se hará con todo el poder del Estado, controlado ahora por el proletariado. De esta manera podrá iniciarse la construcción de la sociedad comunista. Esta fase de “dictadura” fue concebida por Marx como necesaria pero provisional: una vez que el proletariado tome el poder, proceda a la abolición de la propiedad privada, organice la colectivización de los medios de producción, reduzca completamente la resistencia de los que se opongan a la sociedad comunista y tome otras medidas que Marx enumera en el Manifiesto comunista, entonces el siguiente paso será hacer desaparecer el Estado.

En la nueva sociedad comunista, el criterio de justicia y reparto será “de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”. En este tipo de sociedad no habrá ya diferencias de clases sociales, los medios de producción serán colectivos y se superarán todas las alineaciones. El trabajador se identificará ahora con el producto de su trabajo y nadie estará por encima de nadie.

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