Marx y el Idealismo Alemán
La concepción idealista de la historia de Hegel predominó en Alemania desde el primer tercio del siglo XIX. Sin embargo, fue criticada por los «jóvenes hegelianos de izquierda», como Bruno Bauer, Max Stirner o Feuerbach. Estos compartían el presupuesto fundamental de Hegel: el predominio de las ideas y las abstracciones. Marx y Engels se opusieron a esta historiografía, considerando sus presupuestos y conclusiones alejados de la realidad, como exponen en la «Ideología alemana».
Materialismo Histórico
El materialismo histórico parte del análisis de las condiciones materiales de la vida humana. La posibilidad de una nueva sociedad implica concebir la realidad social como un proceso dialéctico, dinámico, presente tanto en la naturaleza como en la historia. Marx afirma que la materia, la naturaleza, es la única realidad, una realidad dinámica que se transforma según leyes internas dialécticas (inspiradas en Hegel):
- Ley de unidad y oposición de contrarios: toda realidad está compuesta de contrarios que luchan entre sí.
- Ley del salto cualitativo: los cambios cuantitativos de la materia provocan cambios cualitativos.
- Ley de la negación de la negación: las contradicciones se superan y resuelven en una nueva unidad (síntesis). Ejemplo: una semilla produce una planta que florece, muere y genera otra semilla (síntesis).
Surge así una concepción materialista de la historia donde la actividad productiva para satisfacer necesidades básicas es fundamental. Marx afirma que las circunstancias materiales, no las ideas, determinan la historia. El materialismo histórico es una teoría histórica con pretensión científica (ciencia de la realidad social para explicar y transformar el mundo). Esta teoría es:
- Materialista: la materia son las relaciones de producción de bienes materiales.
- Dialéctica: la sociedad resulta de la intervención de las leyes de la dialéctica en la historia.
En cada fase histórica existe un modo de producción (fuerzas productivas + medios de producción + relaciones de producción). Este modo de producción constituye la infraestructura o base económica de una sociedad o formación social. La infraestructura económica condiciona todo el proceso de producción. Marx analiza modos de producción históricos (esclavismo, feudalismo, capitalismo) y su movimiento dialéctico. Aplicado al capitalismo (tesis), la propiedad privada de los medios de producción se convierte en obstáculo para el proletariado, que no puede liberarse sin oponerse al capitalismo. De esta tensión (antítesis), la lucha de clases, surgirá un nuevo modo de producción: el comunismo (síntesis). La lucha de clases es el motor de la historia.
La infraestructura económica determina la superestructura (concepciones políticas, morales, jurídicas y filosóficas). Los cambios en la conciencia humana dependen de la transformación económica, aunque la relación entre ambas es dialéctica, con el fundamento económico como principio explicativo. La clase dominante utiliza la superestructura para extender su ideología, creando una falsa conciencia que justifica sus privilegios.
Ideología: Ilusión y Conocimiento Científico
Para Marx, todo ser humano posee una ideología (representaciones, imágenes, mitos, deseos, ideas o conceptos). La clase dominante puede encubrir la realidad a través de la ideología, pero la complejidad social también impide el conocimiento verdadero. Al basarse en percepciones parciales o deformadas, las representaciones ideológicas son falsas, falsificando la realidad y alienando la existencia humana.
Alienación y su Fin: Praxis
Marx aplica la alienación al proletariado. El ser humano, al crear un mundo a partir de la naturaleza, en el capitalismo no es dueño de sí mismo ni de su producción. Se ve negado como persona, deshumanizado por relaciones sociales injustas y explotado. En el capitalismo, el trabajador vende su fuerza de trabajo por un salario, y el producto se convierte en mercancía. La diferencia entre lo que recibe y el valor de mercado genera plusvalía para el capitalista, creando una distribución desigual de la riqueza y alienación del trabajador. Marx identifica tipos de alienación, todas derivadas de la económica:
- Alienación económica: trabajo forzado y repetitivo, mercantilización del trabajador y conflicto con la burguesía.
- Alienación social y política: sociedad dividida en clases y Estado enemigo.
- Alienación religiosa: la religión ofrece consuelo, pero frena la transformación social («opio del pueblo»).
Para superar la explotación, se necesita una teoría que, puesta en práctica (praxis), permita la transformación social y la realización del hombre.
Lucha de Clases
El objetivo de la historia es la desaparición de las clases y la instauración del comunismo. El capitalismo contiene su propia destrucción: crisis constantes y acumulación de capital en pocas manos. Esto lleva al proletariado a desarrollar conciencia de clase y oponerse a la burguesía, desembocando en la revolución del proletariado con tres etapas:
- Dictadura del proletariado: etapa de transición donde el proletariado controla el Estado y se apropia de los medios de producción.
- Socialismo: abolición progresiva de clases y propiedad privada, colectivización de los medios de producción.
- Comunismo: fase final, desaparición de la sociedad de clases y del Estado (instrumento de la clase dominante). Realización del hombre, igualdad y fin de la historia.
Aunque la dialéctica de la historia implica leyes necesarias, los individuos pueden intervenir en las superestructuras, incidiendo en la economía y cambiando las condiciones sociales. El comunismo supera el conflicto entre necesidad y libertad. Sin clases, no hay Estado ni lucha de clases, solo una comunidad de hombres libres e iguales.