El materialismo histórico de Karl Marx: Una visión general
Karl Marx fue un filósofo del siglo XIX, contemporáneo de Feuerbach y admirador de Hegel, quien descubrió la alienación, el trabajo como fuente de alienación y máximo exponente de la dialéctica como método de conocimiento. Cabe destacar que Marx, en su obra La ideología alemana, realizó algunas críticas a filósofos como Bauer o Stirner.
Visiones de la historia
A continuación, se presentan las diversas visiones de la historia:
- Visiones críticas de la historia como decadencia del género humano, defendidas por Hesíodo y Ovidio.
- Visiones cristianas (San Agustín y Menéndez Pelayo).
- Visión ilustrada de la historia como progreso de la humanidad:
- Visión espiritualista dialéctica de Hegel y Kant, quien opina que la Ilustración es un avance, aunque solo sea una visión utópica.
- Visión positivista de los tres estadios de la humanidad: religioso, metafísico y positivista.
- Visión materialista de la historia como lucha de clases: una pretensión científica avalada por Karl Marx, quien mantiene una concepción de la historia como progresiva agudización del conflicto hasta su superación. Esta última visión está asentada sobre una base materialista y una lógica dialéctica.
El materialismo histórico como ciencia
El materialismo histórico pretende ser un conocimiento científico de la historia humana, cuyas fases y destino están determinados dialécticamente, desde su origen en el comunismo primitivo hasta la reconciliación del ser humano en comunidad. El materialismo histórico presupone una concepción materialista y dialéctica tanto del hombre como de la sociedad. El conocimiento científico para Marx es científico en dos sentidos: porque atiende a los hechos históricos desde el método dialéctico (explica el porvenir histórico a través de las contradicciones sociales que se dan en el modo de producción histórico y se concretan en la lucha de clases) y porque apunta a la liberación del hombre (cuando viva reconciliado con su esencia, el trabajo).
El ser humano y la producción
Marx, en su concepción materialista y dialéctica del ser humano, sostiene que podemos distinguir al hombre del animal por la conciencia o por lo que queramos, pero el hombre verdaderamente comienza a distinguirse de los animales cuando empieza a “producir sus medios de vida”. Al producir sus medios de vida, produce de manera indirecta su propia vida material. Solo dentro de la comunidad el hombre tiene todo lo necesario para crear sus medios de vida; por tanto, solo dentro de la comunidad es posible alcanzar la libertad personal.
Individuo, sociedad y cambio histórico
Se parte del individuo real. La diversidad de organización depende de las necesidades, y su satisfacción depende del proceso histórico. El individuo humano queda caracterizado tanto por lo que produce como por el modo de producción. Dependiendo del modo de producción, los individuos contraen relaciones sociales y políticas determinadas. Esta concepción materialista y dialéctica la comparte para la sociedad, diciendo que el estadio histórico de una sociedad depende del grado de desarrollo de sus fuerzas productivas y la división del trabajo. El desarrollo de las fuerzas productivas determina las relaciones de producción y componen la estructura económica de la sociedad. El cambio histórico tiene lugar cuando entran en conflicto el desarrollo de ambos factores que conforman la estructura económica de la sociedad. Lo que hace efectivo el cambio es la revolución. Las relaciones de producción de la estructura social determinan la superestructura jurídico-política (Estado y leyes) y la conciencia social (ideas filosóficas, morales y religiosas).
La lucha de clases como motor de la historia
Desde la postura defendida por Karl Marx, el cambio histórico es el resultado de la lucha de clases. Cuando surge el conflicto planteado anteriormente, entre relaciones y fuerzas de producción, se produce un alejamiento mayor entre las clases sociales. Este enfrentamiento origina el mecanismo efectivo de la transformación histórica de las sociedades.
Esta oposición entre las clases pasa por diferentes fases. El conflicto entre fuerzas de producción y relaciones de producción persigue la abolición de la propiedad privada en la sociedad capitalista. En esta fase (burgueses/proletarios), las fuerzas productivas están separadas de los individuos, enfrentados a ellos, por lo que estas intentan apropiarse de todas las fuerzas productivas que existen para poder trabajar y asegurar su existencia.
Marx no duda de que la historia progresa de forma dialéctica hacia la reconciliación de toda la comunidad humana y tampoco duda de que la dialéctica permite:
- Analizar los datos históricos.
- Conocer las leyes que rigen la historia humana.
- Conocer los estadios por los que pasa.
Clase social y conciencia de clase
En Marx encontramos dos concepciones del término “clase social” intentando explicar la transformación de las formas sociales en su conjunto. En cuanto al concepto genérico y social de clase, se refiere a un grupo de individuos que, por su forma de vida, tienen unos intereses comunes. Así, desde el punto de vista de la producción, habla de campesinos, aristocracia, burguesía, etc.
En segundo lugar, el concepto dialéctico de “clase en sí” se refiere a la posición de los individuos en la estructura social, determinada por las relaciones de producción. Este es el concepto relevante a la hora de hablar de lucha de clases. La conciencia de clase también le preocupa a Marx; una clase solo puede cumplir su función histórica si toma conciencia de sí y de su sentido histórico.
Marx vinculó la concepción de la lucha de clases a su concepción dialéctica de la historia. El objetivo incuestionable de estas luchas es la destrucción del Estado liberal y de la clase hostil. El dinamismo histórico resulta de la oposición entre las clases sociales (lucha de clases). Fue la división del trabajo y el establecimiento de la propiedad privada las que dieron lugar a modos de producción con trabajo alienado, donde se produce un enfrentamiento entre la clase propietaria de los medios y la clase desposeída de su trabajo. “Lucha de clases como motor de la historia”.
Fases del desarrollo histórico según La ideología alemana
Tomando como referencia su obra La ideología alemana, podemos conocer las fases de desarrollo de la división del trabajo, conociendo estas con las fases en el desarrollo histórico de las formas de propiedad:
- La primera forma de propiedad es la tribu y corresponde a la fase incipiente de la producción conocida como “comunismo primitivo”. El pueblo se nutría de actividades primarias. La división del trabajo estaba poco desarrollada, se reducía al seno familiar, al igual que la organización social.
- La segunda forma de propiedad pertenece al mundo grecorromano y está representada por la antigua propiedad comunal y estatal que surgió al unirse varias tribus para formar una ciudad. También se comienza a ver algo de propiedad privada. La división del trabajo aparece ya más desarrollada, apareciendo el enfrentamiento de ciudad y campo. La relación de clases entre ciudadanos y esclavos ha adquirido ya su pleno desarrollo.
- La tercera forma de propiedad es la feudal o por estamentos, característica del mundo medieval. El punto de partida era el campo debido a las características de la sociedad (escasa población y muy extendida). Existe una organización jerárquica de la propiedad territorial y el enfrentamiento entre señores feudales y siervos.
Capitalismo y críticas al materialismo histórico
Hasta llegar a la última, “el capitalismo”, en la que se acaba con la abolición de la propiedad privada y la nacionalización de las fuerzas productivas y del capital por parte del proletariado. Para finalizar, cabe mencionar que algunos autores realizaron críticas acerca del materialismo histórico defendido por Marx. Karl Popper apunta que hoy en día no puede mantenerse esta visión por ser científica, ya que no satisface las exigencias de la explicación y predicción científica; Popper habla de una pseudociencia. Mientras que para Elster, en el mejor de los supuestos, se trataría de un funcionalismo holista y dialéctico insostenible. El argumento central de Elster es que “en las sociedades no hay un mecanismo general correspondiente a la selección natural que nos permita inferir que las funciones latentes de una estructura puedan mantener en forma la estructura por obra de retroalimentación”.