Conocimiento y Realidad
El materialismo es la corriente de preferencia de Karl Marx. Lo material excede lo corpóreo, es decir, no se circunscribe a la realidad de la física. Es por lo tanto la lucha contra el “reino de la necesidad” para conseguir libertad. Los cambios en la sociedad se explican por la acumulación de cambios en la base material de la sociedad, en la infraestructura social de la producción para la satisfacción de las necesidades básicas (muchas veces por la lucha de clases).
Respecto al problema del conocimiento, este es parte de la superestructura. Es todo lo que la sociedad cree y teoriza sobre el mundo y sobre sí misma, la propia comprensión que ésta tiene de la realidad. Las formas de conciencia, conocida como ideología (específicamente la ideología dominante), son instrumentos para que las clases sociales dominantes impongan las condiciones de trabajo y la cultura de cada época.
Esta superestructura viene sustentada por la estructura (económica). La base del sistema se distingue entre los medios de producción, las relaciones de producción y las relaciones técnicas.
La Alienación en el Trabajo
La alienación es una situación de distorsión de la conciencia común sobre las clases bajas por las clases dominantes. Se produce cuando el obrero siente que su capacidad de transformación del mundo, su praxis, no sirve para humanizar el mundo.
Existen muchos tipos, pero el más importante es la alienación ideológica, conocida como la falsa conciencia. Las clases dominantes la utilizan para ocultar sus intereses frente a las dominadas. La alienación ideológica surge del ser social, de la praxis material, del control del trabajador para producir para otro. Aparece en el trabajo la alienación ideológica, que luego se refuerza por los medios culturales.
La salida de la alienación ideológica se produce a través del control de la conciencia. La noción de alienación ideológica crea la necesidad moral y política de ir a buscar una realidad que no es tal y como se presenta en la conciencia.
Sociedad y Política
El materialismo es la corriente de preferencia de Karl Marx. Lo material excede lo corpóreo, es decir, no se circunscribe a la realidad de la física. Es por lo tanto la lucha contra el “reino de la necesidad” para conseguir libertad. Los cambios en la sociedad se explican por la acumulación de cambios en la base material de la sociedad, en la infraestructura social de la producción para la satisfacción de las necesidades básicas (muchas veces por la lucha de clases).
La idea de ser humano para Marx viene dada por este ser un productor dotado de la capacidad de hacer cosas. Además, el trabajo se comprende como transformación del medio.
La formación de sociedades viene dada por el modo de producción. Sin embargo, todos los tipos de producción tienen en común:
- Los medios de producción
- Las relaciones de producción
- Las relaciones técnicas
Dependiendo de quién controle los medios de producción puede distinguirse entre explotación y dominación. En las sociedades clasistas, se produce un fenómeno conocido como la lucha de clases, que resulta en un cambio social. Este cambio social se da cuando las sociedades entran en crisis (por un desequilibrio en los modos de producción), las relaciones de producción limitan el desarrollo y termina con una revolución social.
La Revolución y el Fin del Capitalismo
Marx entiende la transición del modo de producción como una revolución donde no tiene hueco la servidumbre. Esto se ve repetido durante toda la historia, las revoluciones burguesas en lo económico y las liberales en lo político.
En este sentido, la humanidad es una serie evolutiva de revoluciones. Luego el fin de las revoluciones llegaría con la desaparición del capitalismo, lo que se conoce como una sociedad comunista.
Estructuras y Superestructuras
Por último, según Marx, en toda sociedad existe un doble eje de estructuración, conocidos como estructuras y superestructuras. Las estructuras son el modo en el que se organiza la producción material, y funcionan como base para las superestructuras; estas últimas son el conjunto de leyes e ideas que surgen de dicha producción.
Análisis de la Felicidad en la Ética a Nicómaco de Aristóteles
El fragmento a analizar pertenece a la Ética a Nicómaco de Aristóteles, obra en la que quien en la Edad Media fue considerado “el filósofo” trata los temas de la felicidad o eudaimonia como fin último al que tiende toda acción humana y la virtud o areté como la excelencia, como hábitos que se adquieren y que permiten, con la prudencia, distinguir el punto medio entre dos extremos. El extracto está incluido en el capítulo VI del libro X en el que el discípulo de Platón analiza la naturaleza de la felicidad, una actividad conforme a la virtud.
Aristóteles afirmará que sólo se alcanza la felicidad plena a través de las virtudes dianoéticas que perfeccionan la parte mejor del ser humano. La actividad contemplativa será considerada como la mejor virtud pues no responde a ninguna necesidad vital. En este texto, Aristóteles reflexiona acerca de la felicidad, considerando que esta consiste en llevar a cabo cierto tipo de actos conformes con la virtud.
Aristóteles analiza dos tipos de acto en los que la felicidad podría consistir:
- Los de la política y la guerra
- Los del pensamiento y la contemplación
Esto teniendo en cuenta que las características que de ordinario se atribuyen a la felicidad son el placer, la calma, el ser un fin en sí mismo y la independencia.
Los actos de la política y la guerra se realizan en medio de la agitación, además de que, a pesar de su brillantez e importancia, no constituyen fines en sí mismos, sino que siempre se llevan a cabo en vistas de un fin ajeno. Por ello, estos actos no pueden ser los actos de virtud que, según Aristóteles, definen la felicidad.
En cambio, la actividad del pensamiento contemplativo es placentera (con un placer que se ve aumentado por la intensidad de la acción), constituye un fin en sí mismo, es independiente (pues se puede realizar sin necesidad de otro), y no se desarrolla en un clima de agitación, como es el caso de la política y la guerra, sino en un contexto de tranquilidad y calma. La felicidad, por tanto, consiste en la vida contemplativa.