Materialismo histórico y alienación en Marx

El texto dice que la esencia del ser humano es la producción de sus medios de vida. Esto se puede relacionar con la teoría del materialismo histórico.

El materialismo histórico

es una teoría de la historia. – Una interpretación materialista de la historia, según la cual, en toda sociedad es la estructura económica lo que determina su política, las leyes y sus elementos intelectuales.

– Una interpretación dialéctica de la historia, según la cual, la historia avanza mediante contradicciones que se concretan en la lucha de clases.

1) La estructura social

Según el materialismo histórico, una sociedad se compone de dos esferas: la infraestructura y la superestructura.

  • Infraestructura: es la estructura económica de una sociedad. Marx también la denomina modo de producción porque se refiere al modo en que se organiza el trabajo en una sociedad. La infraestructura es la base material y real de la sociedad y sobre ella se genera la superestructura. Está constituida por dos elementos:

1- Las fuerzas productivas: son las fuerzas que se emplean en el proceso de producción. Son de dos tipos:

  • Los medios de producción: son los instrumentos materiales que se utilizan para la producción. Hay dos tipos de medios: los recursos naturales (tipo de materias primas, de energía, etc.) y los recursos técnicos (tipo de fábricas, de maquinaria, de tecnología, etc.)
  • La fuerza de trabajo: es la energía humana que interviene en el proceso de producción, es decir, los trabajadores, la mano de obra.

2- Las relaciones de producción: son las relaciones que se establecen entre las personas implicadas en el proceso de producción. En el caso del capitalismo, las relaciones se establecen entre la burguesía (los únicos poseedores de los medios de producción) y el proletariado (los desposeídos).

Superestructura

es el conjunto de concepciones políticas, jurídicas y culturales que configuran la conciencia social. La superestructura emana y depende de la infraestructura y le da justificación legal, política e intelectual. Contiene diversas organizaciones e instituciones, organizadas en dos grupos:

  • La superestructura jurídico-política, formada por las instituciones y las leyes del Estado.
  • La superestructura ideológica, formada por todas las manifestaciones intelectuales de la sociedad: filosofía, religión, moral, cultura….

El aspecto más original del materialismo histórico es que considera que la infraestructura determina la superestructura. Esto significa que, si una sociedad trabaja de una manera determinada, sus leyes, su política y sus manifestaciones intelectuales irán en paralelo con el factor económico. Por eso, si queremos cambiar una sociedad, primero hay que cambiar su infraestructura, ya que esta arrastra en su cambio a la superestructura. No se vive como se piensa, sino al revés, se piensa según se vive, según se trabaja. Es lo contrario de Hegel, que pensaba que las ideas condicionan el tipo de política y la forma de pensar de una sociedad.

2) La ideología

Para Marx, la superestructura funciona como ideología o falsa conciencia. La ideología es una imagen falsa de la realidad que sirve para encubrir las injusticias de la estructura económica y para justificar los intereses de la clase dominante. La ideología es una falsa conciencia, una imagen distorsionada de la realidad, un instrumento de opresión al servicio de la clase dominante. Todos los miembros de la sociedad interiorizan esa imagen del mundo y acaban por creérsela, pero esa imagen no es autónoma, sino que es utilizada por la clase dominante como herramienta de sostén de su sistema económico, conservando y protegiendo sus intereses. Marx dice que las ideas dominantes de una sociedad son las ideas de sus clases dominantes. Así, quien domina la infraestructura, también domina la superestructura.

La interpretación que hace Marx del concepto de ideología lo convierte, junto con Nietzsche y Freud, en uno de los representantes de la filosofía de la sospecha.

Marx advierte que bajo la ideología burguesa se esconden intereses de clase; Nietzsche denuncia que toda la historia de la filosofía está basada en una gran mentira originada en el resentimiento contra la vida; Freud descubre que bajo nuestra aparente racionalidad subyace el inconsciente. Marx indica tres formas de ideología en el capitalismo:

  • La ideología política: el liberalismo capitalista se rige sobre los derechos de libertad, igualdad y propiedad, consagrándose como un sistema justo en el que se reconocen y cumplen los derechos naturales de los seres humanos. Pero Marx dice que la igualdad solo existe en teoría, no la práctica, ya que siguen existiendo desigualdades: las leyes benefician a los poderosos; hay clases sociales basadas en el dinero; no hay igualdad real entre hombres y mujeres; el arte y los medios de comunicación presentan modelos positivos que imitar…. En conclusión, los valores del liberalismo de libertad e igualdad son solo mitos.
  • La ideología religiosa. Marx coincide con Feuerbach en que la religión no es más que una mentira, una ficción. La diferencia entre ambos radica en la explicación que ofrecen del origen de esta ficción. Para Feuerbach, el hombre crea a Dios a su imagen y semejanza. Para Marx, en cambio, la religión ha sido creada por la clase dominante y la utiliza para controlar las protestas sociales y para evitar la revolución. El cristianismo condena la violencia y aconseja al obrero humildad y resignación ante la miseria con la promesa de una vida mejor en el otro mundo, disuadiéndole de buscarla en este mundo. La religión es “el opio del pueblo”, porque adormece al proletario impidiéndole hacer la revolución.
  • La ideología filosófica: La filosofía en general, y la de Hegel en particular, se olvida de los conflictos reales del presente y se enfrasca en interpretaciones abstractas del mundo. Pero la tarea de la filosofía no es enfrascarse en teorías, sino transformar la sociedad.

En cuanto al ser humano, desde Platón se le ha definido como un ser racional cuya esencia es pensar. Para Marx, esta concepción es el reflejo de la sociedad injusta en la que nació la filosofía: solo puede definir así al ser humano quien no se ve acuciado por la necesidad de trabajar, pues es el esclavo quien realiza esa función. Por eso, a la pregunta de qué es el hombre, el filósofo griego responde que un ser que elabora teorías. Pero, para Marx, lo propio del ser humano es la praxis, su necesidad de trabajar para transformar el mundo y vivir en él.

La alienación

La antropología de Marx, también conocida como el “humanismo de Marx”, se encuentra desarrollada en los Manuscritos de París 1844 y en la Tesis de Feuerbach en 1845.

El ser humano: Marx discrepa del concepto de ser humano de Hegel y todos los filósofos anteriores, que han entendido al hombre como animal racional o como conciencia o autoconciencia. Por el contrario, el ser humano es actividad y trabajo. No solo somos un homo sapiens, sino un homo faber. Lo que nos caracteriza y nos diferencia de los animales es el trabajo, nuestra capacidad para transformar la naturaleza para producir las cosas que necesitamos para vivir. Aunque también lo hagan algunos animales, nosotros trabajamos de manera creativa y valoramos los resultados de nuestro trabajo. Para trabajar, usamos la razón y la creatividad, por eso el trabajo nos permite realizarnos como personas. Marx dice en La ideología alemana ‘‘Podemos distinguir al hombre de los animales por la conciencia (=Hegel) por la religión (=Feuerbach) o por lo que se quiera. Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida’’.

La alienación: Marx toma este concepto de Hegel y de Feuerbach, pero le da una interpretación diferente. En principio, el ser humano se realiza a sí mismo a través del trabajo, pero el trabajo asalariado es alienante porque no le permite realizarse. Con el trabajo asalariado el obrero se deshumaniza, pierde su esencia y se convierte en algo o alguien ajeno y extraño a sí mismo.

1) Alienación económica. Es la más importante porque provoca los demás tipos. Se produce de dos formas:

  • En relación con el producto. El obrero no se queda con el producto, sino que acaba en manos del empresario. El producto no le humaniza, sino que se convierte en una mercancía. El producto se convierte en un objeto extraño y hostil al que llega a odiar. Además, tampoco se identifica con lo que produce, porque a menudo ni siquiera llega a ver el producto terminado pues solo fabrica partes.
  • Respecto a su propia fuerza de trabajo. El obrero, al vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario, se siente cosificado, es una mercancía más. Por ejemplo, las ocho horas que trabaja. Su fuerza de trabajo tampoco le humaniza, no se siente realizado y feliz trabajando, sino insatisfecho y explotado.

2) Alienación social. Se produce por la división de la sociedad en clases. Los seres humanos, iguales por naturaleza, quedan clasificados en dos grupos: burguesía y proletariado. Ambas clases se alienan entre sí, son rivales y se enfrentan porque tienen intereses contrapuestos.

3) Alienación política. Se produce por la división entre la sociedad civil y el Estado. El Estado, aunque debería garantizar la justicia y la igualdad de todos los ciudadanos, está en realidad al servicio de la burguesía y hace leyes que solo benefician a los intereses económicos de esta clase dominante. En consecuencia, el proletariado y el Estado se alienan entre sí, el proletariado no se identifica con el Estado, no se siente representado por él, sino que lo percibe como rival, como un poder ajeno y hostil.

4) Alienación religiosa. La religión es el instrumento ideológico que utiliza la burguesía para mantener oprimida a la clase trabajadora y evitar que se rebele. La religión consuela a los oprimidos de su miseria diaria haciéndoles creer en un mundo mejor tras la muerte. La religión es “el opio del pueblo”, funciona como un narcótico que adormece y mitiga el dolor, pero no cura la enfermedad.

Como salida a la alienación, Marx propone la sociedad comunista. El ser humano solo recuperará su esencia humana cuando desaparezca la propiedad privada y con ello las clases sociales, es decir, cuando desaparezca el capitalismo y se implante el comunismo. Para alcanzar esta sociedad, lo primero que se necesita es que el obrero tome conciencia de clase, y para ello debe destruir la falsa conciencia, la ideología.

ALIENACIÓN: Proceso por el que el hombre pierde su esencia, que es el trabajo, y deja de ser dueño de sí mismo, convirtiéndose en un ser inhumano, en una mercancía. Estar alienado es estar deshumanizado. Para Marx es la condición en la que viven los trabajadores en toda sociedad que admite la propiedad privada de los medios de producción. Hay cuatro tipos de alienación: económica, social, política y religiosa. La más importante es la económica, pues origina las demás.

COMUNISMO: Modo de producción en el que no existe la propiedad privada de los medios de producción, sino que pertenecen a la comunidad. Es la fase definitiva en el desarrollo dialéctico de la historia y con ella comienza “la auténtica historia de la humanidad”, desapareciendo la alienación humana y las clases sociales.

DIALÉCTICA: Es la ley que dirige la evolución de la historia. La historia consiste en el paso de unos modos de producción a otros y dichos cambios se producen dialécticamente, es decir, mediante oposiciones y contradicciones, que se concretan en la lucha de clases.

Conciencia

Es el conjunto de ideas que el individuo o grupo social tiene de sí mismo, de la sociedad en la que vive y su papel en ella. Los productos de la conciencia son la superestructura que emana, como reflejo dialéctico, de la infraestructura. Entre los diversos productos de la conciencia destacan: el ordenamiento jurídico, las instituciones políticas, los valores morales, las creencias religiosas, las ideas filosóficas y las creaciones artísticas. En la sociedad capitalista la conciencia está deformada, ya que la clase dominante la considera la única realidad. Cuando esto se produce, cuando la conciencia está deformada, se convierte en ideología.

DIVISIÓN DEL TRABAJO: Es la repartición de tareas que las personas cumplen en la sociedad (tareas económicas, ideológicas o políticas) y que se realiza en función de la situación que dichas personas tienen en la estructura social. La división del trabajo es el origen de la desigualdad y de la alienación. El comunismo debe superarla.

FUERZAS PRODUCTIVAS: Es el conjunto de elementos necesarios para la producción de bienes. Junto con las relaciones de producción, constituye la infraestructura de una sociedad. Las fuerzas productivas son de dos tipos:

  • Los medios de producción, que son los medios materiales que se utilizan para la producción intervienen en el proceso de producción (materias primas, fábricas, maquinaria, ciencia, tecnología, etc.).
  • La fuerza de trabajo, que es la energía humana que se utiliza para la producción (el trabajo humano, las clases sociales productivas).

IDEOLOGÍA: Es el conjunto de ideas (filosofía, arte, religión, derecho, moral) que utiliza la clase dominante para mostrar una imagen falseada de la realidad y legitimar así su posición privilegiada frente a las clases oprimidas. Es sinónimo de falsa conciencia, ya que enmascara la realidad e impide cambiarla.

INFRAESTRUCTURA

Es la estructura económica de una sociedad. Es la base material, y por tanto real, de la sociedad ya que determina la estructura social o superestructura. Se compone de las fuerzas productivas y las relaciones de producción.

MATERIALISMO HISTÓRICO: Teoría de la sociedad y de la historia según la cual los cambios sociales y políticos (superestructura) se producen a partir de los cambios en la base material y económica de la sociedad (infraestructura).

MODO DE PRODUCCIÓN: Es la forma de producir y de organizar el trabajo en una determinada sociedad. Cada modo de producción está determinado por las formas de infraestructura económica que, a su vez, condicionan las formas jurídicas, políticas e ideológicas que constituyen la superestructura.

PODER AJENO Y HOSTIL: Expresión que equivale a alienación económica. Se refiere a la actividad productiva del ser humano que se erige contra él y lo esclaviza, en lugar de dominarla libremente y contribuir a realizarlo. La causa es la propiedad privada y la división del trabajo, que obligan a cada individuo a realizar exclusivamente determinadas tareas sin poder librarse de ellas.

PROPIEDAD PRIVADA: Para el marxismo es la apropiación de los medios de producción por parte de la clase dominante. El comunismo propone la abolición de la propiedad privada ya que la considera el origen de la explotación y de la alienación.

RELACIONES DE PRODUCCIÓN: Son las relaciones que se establecen entre los individuos implicados en el proceso de producción: los propietarios de los medios de producción y los trabajadores. Junto con las fuerzas productivas, constituyen la infraestructura de un determinado modo de producción.

TRABAJO: Actividad por la que el hombre transforma la realidad para satisfacer sus necesidades físicas y espirituales. En las sociedades de explotación, el trabajo se vive como

una experiencia alienada, y no como una actividad de autorrealización.

SUPERESTRUCTURA: Conjunto de elementos de la vida social dependientes de la infraestructura. Dichos elementos son: el derecho, la política y la ideología (religión, moral, ciencia, filosofía, arte). Según el materialismo histórico la superestructura depende de infraestructura o estructura económica de una sociedad. La superestructura no tiene una historia propia, no es autónoma, sino que está creada por la clase dominante para defender sus intereses.

VIDA REAL: Expresión que equivale a vida material. Con esta expresión Marx se refiere a la infraestructura, que es la base real de la sociedad y que determina a la superestructura. La vida real de cada sociedad viene dada por la concreta articulación que se dé en ese momento entre los medios de producción y las relaciones sociales de producción. Por eso Marx dice que la verdadera realidad no es la conciencia, como afirmaba el idealismo hegeliano, sino la naturaleza, la materia, la praxis, la vida real del hombre y su trabajo.

3) La evolución de la historia: El motor de la historia es la lucha de clases entre dos grupos antagónicos: los propietarios de los medios de producción y los trabajadores. Esto significa que la historia avanza dialécticamente: en cada etapa histórica o modo de producción se producen contradicciones que provocan la transformación. Pero a diferencia de Hegel, no es una oposición de ideas lo que hace que la historia evolucione, sino que se trata de una dialéctica materialista: es la materia, la lucha de clases lo que provoca la evolución de la historia. Marx distingue cinco modos de producción:

– Comunismo primitivo.  Los medios de producción eran de todos. Como no había propiedad privada, no existían clases sociales y las relaciones de producción eran de cooperación. Este sistema despareció con la creación de la agricultura, que dio paso a la propiedad privada y a la primera división de la sociedad en clases: la clase explotadora, poseedora de los medios de producción y la clase explotada, no poseedora de los medios de producción.


– Modo esclavista, propio de Grecia y Roma. Los explotadores son los ciudadanos libres y los explotados los esclavos. Los amos acaparan todas las fuerzas productivas, ya que son dueños no solo de los medios de producción sino también de la fuerza de trabajo (esclavo). De las revoluciones esclavas surgió, por primera vez en la historia, la lucha de clases, dando paso al feudalismo.

– Modo feudal, característico de la Edad Media. Las dos clases sociales son los señores feudales y los siervos. El señor era propietario de las tierras, pero no del siervo. La lucha de clases entre ambos dio paso a la burguesía, con la que se instauró la era capitalista.

– Modo capitalista o burgués, aparece en Europa a partir del Renacimiento como consecuencia del desarrollo del comercio y de la industria. La clase dominante es la burguesía y la clase explotada es el proletariado, que surge por la necesidad de concentrar la mano de obra para aumentar la productividad. El proletario no tiene nada, es el desposeído: su única posesión es su fuerza de trabajo, pero se ve obligado a venderla al capitalista a cambio de un salario.  Por la ley de la dialéctica, igual que sucedió en las demás etapas, la lucha de clases dará paso al comunismo, el último y definitivo modo de producción.

– Modo comunista, basado en la abolición de la propiedad privada y de las clases sociales. Con la llegada del comunismo, se cerrará la prehistoria, la larga y penosa etapa de lucha de clases, y comenzará la verdadera historia de la humanidad. El proceso para alcanzar la sociedad comunista pasa por tres fases:


1. La revolución. La primera fase hacia la sociedad comunista comienza con la revolución del proletariado. Para que ocurra es necesario que el proletariado tome conciencia del lugar que ocupa en el sistema capitalista, es decir, que tome conciencia de clase. Los obreros deben salir de su adormecimiento y darse cuenta de su propia fuerza como clase oprimida. Deben organizarse (crear partidos y sindicatos) y luchar de forma colectiva. La lucha obrera debe ser a nivel internacional y a eso llaman Marx y Engels en su última frase del Manifiesto comunista. “Proletarios del mundo uníos”.

2. La dictadura del proletariado. Tras el triunfo de la revolución, comienza la fase socialista, la última forma de Estado previa a su definitiva desaparición en la sociedad comunista. Se abole la propiedad privada, los medios de producción son colectivizados y se constituye una forma de Estado provisional denominada dictadura del proletariado. Todas las personas trabajan y los bienes se reparten según las necesidades de cada uno y según su contribución, no hay lujos ni opulencias. Poco a poco van desapareciendo las clases sociales.

3. La sociedad comunista. Al final del proceso, el Estado mismo debe desaparecer, disolviéndose en la sociedad sin clases. Cancelada la división de clases sociales, que era el motor de la historia, esta se detiene en el comunismo, que es el modo de producción en el que se alcanzará la plenitud de la existencia humana, la humanización. Las personas volverán a establecer relaciones de amistad y solidaridad; se trabajará de forma cooperativa (para sí mismo y para la comunidad); los bienes se repartirán en función de las necesidades; el trabajo manual será tan valorado como el intelectual; se ordenará el territorio en comunas y todas las decisiones serán tomadas de forma asamblearia.


El texto pertenece al primer capítulo de La ideología alemana, obra escrita por Marx y Engels en 1845 en Bruselas, aunque fue publicada hasta 1932 en la URSS. En esta obra aparecen varios temas del pensamiento de Marx: la crítica al idealismo (tanto de Hegel como de la izquierda hegeliana); la crítica a la ideología o falsa conciencia; la teoría del materialismo histórico y la teoría de la alienación. 

Este texto se puede relacionar con dos líneas de argumentación del pensamiento de Marx: la teoría antropológica y el materialismo histórico.

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