análisis: para Descartes el análisis es un procedimiento de invención o de
descubrimiento poderoso frente al silogismo que impide precisamente el descubrimiento dado que la conclusión debe estar contenida ya en las premisas. Descartes trata y habla de «análisis» con sentidos diferentes.
algunas veces se refiere al procedimiento trabajado por Euclides que consiste en admitir lo que se quiere demostrar y desde ahí reducir dicha tesis, por medio de consecuencias, a otras conocidas con anterioridad. Otras veces se refiere al método sugerido en la segunda regla: «dividir cada una de las dificultades que examinare en tantas pequeñas partes como se pudiese y fuese necesario para mejor resolverlas»
indica la posesión de una verdad que excluye toda duda, es una
adhesión del espíritu firme y completa a lo que parece ser la verdad por motivos de orden intelectual, aunque en algunos casos los motivos puedan ser distintos. Descartes distingue entre certeza moral y certeza metafísica o «más que moral»: la primera se conecta con verdades de hecho, es el caso de la certeza derivada del testimonio de personas may fiables; la segunda, la certeza más que moral, se da en las reflexiones matemáticas, metafísicas y en algunos momentos de las físicas.
se debe distinguir entre certeza y evidencia, aún cuando ambas conjuntamente caracterizan a las ciencias en la medida en que se oponen a las conjeturas, pues la certeza puede aplicarse tanto a las verdades científicas como a las reveladas, mientras que la evidencia sólo a las obtenidas
mediante la luz natural.
se tiene una idea clara de un objeto cuando se le distingue cualquier
otro. «entiendo que es claro aquel conocimiento que es presente y manifiesto a un espíritu atento, tal y como decimos que vemos claramente los objetos cuando, estando ante nosotros, actúan con bastante fuerza y nuestros ojos están dispuestos a mirarlos» Descartes está estableciendo aquí una comparación con la percepción de un objeto, y así hay que reconocer que la percepción de un objeto presente es clara, mientras que el recuerdo de un objeto viste ya no lo es, y la ilusión o falso recuerdo de haber visto un objeto lo es todavía menos.
del mismo modo la impresión que produce una idea cuyo contenido está inmediatamente presente en el entendimiento es una idea clara. Lo
opuesto a lo claro es lo oscuro.
es una operación por la que comprendemos todas las cosas que
son consecuencia necesaria de otras ya conocidas con certeza: «todo aquello que se sigue necesariamente de otras cosas conocidas con certeza». «muchas cosas se conocen con certeza, aunque ellas mismas no sean
«es distinto aquel conocimiento que es en modo tal separado y
distinto de todos los otros que sólo comprende en sí lo que manifiestamente aparece a quien lo considera como es preciso» (principios, 1, 45); o también, siguiendo la edición latina: Descartes llama idea distinta a «aquella que, siendo clara, es de tal modo separada y precisa, de todas las demás, que contiene en sí, sólo lo que es claro» (principios at vi, 22, 7-9)
distinción y claridad no se confunden, pero mantienen entre sí una estrecha relación: una idea distinta es una idea separada de todas las demás y definida en sí misma en relación con las demás; la distinción se obtiene llevando la claridad hasta el límite máximo, eliminando todo lo que contiene de oscuro. Una idea está clara en la medida en que está presente de forma inmediata en el entendimiento, sin embargo esa idea clara puede existir junto a otras oscuras (recuerdos o ilusiones) de manera que aunque es clara no resulta distinta pues está mezclada con otras extrañas.
una idea distinta es siempre clara, pero una idea clara no siempre es distinta. Lo opuesto a lo claro es lo confuso.
Estado del espíritu que deja en suspenso el juicio o difiere una decisión.
los escépticos al afirmar la imposibilidad de distinguir lo verdadero de lo falso mantienen una duda radical y universal. Sin embargo Descartes propone una duda metódica, que provisionalmente considera falsas las opiniones verosímiles o probables y que alcanza también a la existencia de las cosas e inclusive a la existencia del propio cuerpo, del mundo y de las verdades matemáticas. Esta duda metódica que le permitirá alcanzar la verdad se caracteriza por:
a) su radicalismo que no admite intermedio entre la verdad y la falsedad y es también universal.
b) su carácter racional, dada la presencia de motivos para dudar.
c) su carácter voluntario, esto es, la duda se asienta en una decisión de dudar.
«todos los modos de pensar que observamos en nosotros,
pueden ser referidos a dos formas generales: una consiste en percibir mediante el entendimiento y la otra en determinarse mediante la
De este modo sentir, imaginar, concebir cosas puramente inteligibles, sólo son diferentes modos de percibir» (principios, i, 32). Es el poder de conocer el entendimiento permite entender, concebir y percibir ideas, que frecuentemente juzgamos a pesar de no haber liegado a tener un conocimiento exacto de aquello acerca de lo cual juzgamos» escepticismo:
Corriente filosófica que inició pirrón de elis (365-275 a.C.);
afirma la necesidad de suspender el juicio allí donde los demás filósofos encuentran respuestas a las preguntas, utilizando el método consistente en establecer oposiciones de todas las maneras posibles para conseguir, dada la igual fuerza de las diversas argumentaciones, esa suspensión del juicio y después alcanzar la ataraxia, tranquilidad del alma; considera que el hombre es incapaz de alcanzar alguna certeza.
escolástica:
La filosofía escolástica constituye la orientación filosófica más
extendida durante la Edad Media, estudiada en las universidades y escuelas, instituciones fundamentalmente eclesiásticas. Tomaron de aristóteles los principios de su filosofía, particularmente a partir de santo tomás (1227-1274); una carácterística muy sobresaliente es el uso de un conjunto de procedimientos metodológicos de discusión y exposición centrados en la referencia a textos fragmentados de autoridades y procedimientos constantes de división, subdivisión y distinción. Representa una manera de pensar de la sociedad cristiana respetó la tradición y la religión revelada.
Descartes, en general, emplea el término por oposición a la
substancia extensa y así resulta equivalente a «pensamiento«, marcando el aspecto sustancial; en meditaciones afirma: no soy más que una cosa que piensa, es decir, un espíritu, un entendimiento o una razón», y en las respuestas a las segundas objeciones, en la definición vi mantiene: «la substancia en que está inmediatamente ínsito el pensamiento es llamado aquí espíritu(meditacione, p. 130). También emplea Descartes este término por oposición al escolástico «alma».
en francés aún tiene un tercer uso el término «esprit» que se suele traducir al castellano por ingenio’, siguiendo la edición latina del discurso: como algo más amplio que la razón en sentido estricto, que comprende además de ésta, la imaginación y la memoria.
evidencia: la evidencia sólo se aplica a las verdades obtenidas mediante la luz
natural y es la mancra en que la verdad se manifiesta al espíritu en el momento en que éste la comprende como verdad; es pues el carácter propio del conocimiento verdadero, o lo que es lo mismo, la propiedad del conocimiento claro y distinto, y señala la imposibilidad de que la cosa sea distinta a como se ha conocido. De ahí que todo lo evidente resulte ser cierto, pero no todo lo cierto es evidente.
lo evidente se manifiesta de manera inmediata al espíritu de modo que el acto de conocimiento que permite captar lo evidente ha de ser simple e inmediato; ese acto de conocimiento es la intuición. Lo evidente se opone a lo conjetural.
Es lo que el espíritu obtiene exclusivamente de su relación actual
con un objeto. Tiene tres sentidos diferentes, según gilson en su comentario:
1) la comprobación empírica de los hechos que la física se propone explicar; se consideran tanto las experiencias comunes que se presentan a nuestros sentidos como las raras cuyo examen deberá retrasarse hasta que los fenómenos más evidentes hayan sido, al menos, algo explicados. Aquí en la física la experiencia juega un papel relevante.
2) la comprobación del acuerdo que se establece entre la observación de los fenómenos y los momentos sucesivos de la deducción; hay experiencia cada vez que una consecuencia deducida lógicamente de los principios coincide con un hecho empíricamente dado. 3) la experiencia concebida de manera análoga a la experiencia crucial de bacón: se recurre a esa experiencia cuando hay dos explicaciones teóricamente admisibles acerca de un mismo hecho y se intenta decidir cuál explica mejor la realidad.
entiende Descartes por extensión todo aquello que es longitud,
anchura y profundidad.
es un pensamiento que es representación de algo. Descartes, de manera
general la define así: «con la palabra idea, entiendo aquella forma de todos nuestros pensamientos, por cuya percepción inmediata tenemos consciencia de ellos. De suerte que cuando entiendo lo que digo, nada puedo expresar con palabras sin que sea cierto, por eso mismo, que tengo en mí la idea de la cosa que mis palabras significan» (meditaciones, respuestas a las segundas objeciones, definición 11, p. 129).
todas las ideas tiene la misma realidad formal, en tanto en cuanto todas son ideas, actos del pensamiento; sin embargo tienen distinta realidad objetiva en la medida en que los objetos que representan se sitúan en una población escala de la realidad que va desde la nada hasta el infinito; así la realidad objetiva de las ideas que se refieren a Dios o al espíritu es superior a la de las ideas que representan cosas materiales, de la misma manera la realidad objetiva de las ideas de substancias tienen más realidad objetiva que las de los atributos o propiedades.
las ideas son facticias, adventicias o innatas:
a) las facticias son aquellas que la mente construye deliberadamente o en la fantasía a partir de
otras, podemos decir que son ideas creadas por la imaginación; por ejemplo las ideas de centauro, sirena…
b) las adventicias son las que se forman merced a circunstancias externas, que provienen de los sentidos.
c) las innatas que son las que parecen nacidas con nosotros mismos, ya porque sean de cosas simples ya porque representan esencias o «naturalezas verdaderas e inmutables» sin que nos sea posible cambiar sus propiedades por ejemplo la idea de circunferencia o de Dios.
es la facultad de construir imágenes y figuras; «imaginar no es
sino contemplar la figura o «imagen» de una cosa corpórea» (meditaciones, 2, p. 26). Esta facultad puede usarse inclusive en ausencia de esas cosas materiales. La imaginación es resultado de las disposiciones particulares del hombre. Descartes considera la imaginación como un auxiliar, ayuda, del entendimiento en la investigación matemática, debe estar subordinada a éste para no paralizar la indagación, pues podría suceder que la imaginación vea la solución del problema antes de que la razón lo comprenda y contentarse con lo que sería una pseudodemostración. «advertiré primero la diferencia que hay entre la imaginación y la pura intelección o concepción. Por ejemplo: cuando imagino un triángulo, no lo entiendo sólo como figura compuesta de tres líneas, sino que, además, considero esas tres líneas como presentes en mí, en virtud de la fuerza interior de mi espíritu: y a esto, propiamente, llamo «imaginar».
si quiero pensar en un quiliógono, entiendo que es una figura de mil lados tan fácilmente como entiendo que un triángulo es una figura que consta de tres; pero no puedo imaginar los mil lados de un quiliógono como hago con los tres del triángulo, ni, por decirlo así, contemplarlos como presentes con los ojos de mi espíritu. (..) si se trata de un pentágono, es bien cierto que puedo entender su figura, como la de un quiliógono, sin recurrir a la imaginación, pero también puedo imaginarla aplicando la fuerza mi espíritu a sus cinco lados, y a un tiempo al espacio o área que encierran. Así conozco claramente que necesito, para imaginar, una peculiar tensión del ánimo, de la que no hago uso para entender o concebir» (meditaciones, 6, pp.61,62). Es una facultad intermedia entre el sentido, que exige la presencia de la cosa, y el entendimiento, que no tiene necesidad de imágenes
Descartes entiende por intuición «no el testimonio fluctuante de los
sentidos, o el juicio falaz de una imaginación que compone mal, sino la concepción de una mente pura y atenta tan fácil y distinta, que en absoluto quede duda alguna sobre aquello que entendemos; o lo que es lo mismo, la concepción no dudosa de una mente pura y atenta, que nace de la sola luz de la razón y que, por ser más simple, es más cierta que la misma deducción» . Las propiedades esenciales de la
intuición son: la intuición es un acto del pensamiento puro, en oposición a la percepción sensible;
b) es infalible, en la medida en que es más simple que la deducción.
e) se aplica a todo acto simple del pensamiento.
es, pues, un acto del pensamiento que capta de manera absoluta un contenido objetivo.
operación del entendimiento que afirma la realidad de algo o la relación
entre ideas, según Descartes lo importante es que es un acto de la voluntad que puede adoptar una postura sobre lo que el propio entendimiento representa. «para juzgar es necesario no sólo el entendimiento, sino que también lo es la voluntad… la voluntad es absolutamente necesaria para que demos nuestro consentimiento a lo que de alguna forma hemos conocido» (principios, i, 34)
«entiendo por método reglas ciertas y fáciles mediante las cuales el que
las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquellos que es capaz» (reglas, iv); son dos sus caracteres: no suponer verdadero lo que es falso y llegar al conocimiento de todas las cosas. Así, el método, apoyándose en las operaciones de intuición y deducción, proporciona certeza, evitar esfuerzos inútiles, es fecundo y conduce a la sabiduría.
«podemos generalmente llamar pasiones a todos los pensamientos que
son excitados en el alma sin el concurso de su voluntad, y, por consiguiente, sin ninguna acción que provenga de ella, sino por las solas impresiones que hay en el cerebro, pues todo lo que no es acción es pasión (carta a elisabeth, 6 de Octubre de 1645, a-t, iv, 310, 16-21)
«mediante la palabra pensar entiendo todo aquello que acontece
en nosotros de tal forma que nos apercibimos inmediatamente de ello… ; así pues, no sólo entender, querer, imaginar, sino también sentir es considerado aquí lo mismo que pensar» y en la edición latina «mediante la palabra pensamiento entiendo cuanto acontece en nosotros de manera tal que de ello tengamos consciencia» (principios, 1, 9). Son pues modos de pensar, además de las operaciones del entendimiento, las de la voluntad, al igual que las representaciones de la imaginación y las percepciones de los sentidos, ya que de todo ello podemos ser conscientes.
defecto que consiste en que se ofrece un juicio antes de que el
entendimiento haya obtenido una completa evidencia. Son muchas las causas de la precipitación: exceso de confianza en los recursos de nuestro espíritu, temor al esfuerzo, vanidad, prisa en el proceso de examinar algunas cuestiones, etc. Para combatir la prevención hay que usarla circunspección, como dice en la segunda parte del discurso: «pero como un hombre que camina solo y entre tinieblas, resolví ir tan lentamente y usar tanta circunspección en todas las cosas, que si no avanzaba nada más que un poco, me guardaría, al menos de caer».
es la fuente principal y primera de nuestros errores; consiste en el
mantenimiento de los prejuicios adquiridos durante nuestra infancia: «hemos sido fuertemente prevenidos con … prejuicios que hemos recibido en nuestra creencia antes de que fuésemos capaces de usar correctamente de nuestra razón. Es más… los hemos asumido como si fuesen ciertos» (principios (1, 71). Estos prejuicios perduran dada la casi imposibilidad que tenemos de olvidarlos, la dificultad de pensar con ideas sin el recurso de la imaginación, y la necesidad de expresarse con palabras, lo que nos lleva a razonar con ellas en lugar de con ideas. La duda metódica propuesta por Descartes combate este defecto.
verdad que sirve de fundamento en una construcción intelectual,
evidente por sí misma: así: «el término principio se puede tomar en diversos sentidos, y que una cosa es buscar una noción común, que sea tan clara y general que pueda servir de principio para probar la existencia de todos los seres, los entia, que se conocerán después; y otra cosa es buscar un ser, cuya existencia nos sea más conocida que la de cualquier otro, de suerte que nos pueda servir de principio para conocer los demás.
en el primer sentido, se puede decir que impossibile est ídem simul esse et nos esse [es imposible ser y no ser al mismo tiempo] es un principio …
en el otro sentido, el primer principio es que nuestra alma existe, porque no hay nada cuya existencia nos sea más notoria.
añado también que no es una condición que se deba requerir al primer principio, ser tal que todas las demás proposiciones puedan reducirse y probarse por él, basta con que pueda servir para encontrar algunas y que no haya otro de que dependa ni anterior a él» (carta a clerselier, de Junio o Julio de 1646, a.T, iv, 444, 4-3 1).
también, verdad de hecho, o de experiencia a partir de la que se deduce un conjunto de verdades nuevas; así: «… Apreciando que quien desea dudar de todo, no puede llegar a dudar de que él sca, mientras que está dudando, y que lo que razona de esta forma, no pudiendo dudar de sí mismo y dudando, sin embargo, de todo lo demás, no es lo que llamamos nuestro cuerpo, sino io que llamamos nuestra alma o nuestro pensamiento, he tomado como primer principio el ser o la existencia de este pensamiento a partir del cual he deducido muy claramente todos los otros; a saber, quehay un Dios … Pero, aunque todas las verdades que sitúo entre mis principios, hayan sido consideradas desde siempre por todos los hombres, nadie hasta el presente, que yo sepa, las ha reconocido como principios de la filosofía; es decir nadie las ha considerado de modo que se pudiera deducir el conocimiento de todas las otras cosas que son en el mundo» (principios, prefacio, p. 12-13).
por «sentido» se entiende la facultad de percibir los
objetos exteriores, o los órganos que los captan, aunque alguna vez se utiliza con el mismo significado que «buen sentido».
«buen sentido» tiene dos significaciones diferentes: a) la facultad natural de distinguir lo verdadero de lo falso y b) la sabiduría.
a) se usa como sinónimo de «razón» o facultad de juzgar, y así «buen sentido» se entiende como la «capacidad de juzgar bien», sin tener necesidad de conocimientos específicos; esta expresión alguna luz para distinguir lo verdadero de lo falso…» no debe interpretarse la expresión «buen sentido» como «sentido común», que es noción de “luz natural”, pues habiéndonos dado Dios a cada uno alguna luz para distinguir lo verdadero de lo falso…” no debe interpretarse la expresión “buen sentido” como sentido común, que es noción de origen escolástico que designa la función del espíritu por la que tenemos conciencia de nuestras sensaciones y que permite la síntesis de los datos aportados por los diversos sentidos; y que también puede referirse al conjunto de las opiniones admitidas en una época, en un ambiente social concreto, de tal manera que las opiniones contrarias se consideran aberraciones.
b) también puede designar la sabiduría en sentido estoico, entendíéndose como «no sólo hemos de entender la prudencia en el obrar, sino un perfecto conocimiento de cuanto el hombre puede conocer, bien en relación con la conducta que debe adoptar en la vida, bien en relación con la conservación de la salud o con la invención de todas las artes» (principios, prefacio, p. 7-8)
estos dos sentidos de la expresión no son totalmente independientes, pues el buen sentido (la capacidad para juzgar bien) es el instrumento que nos permite alcanzar la sabiduría; y la sabiduría es el buen sentido que alcanza la perfección gracias al método.
«cuando concebimos la substancia, solamente concebimos una
cosa que existe en forma tal que no tiene necesidad sino de sí misma para existir. .. Propiamente hablando, sólo Dios es tal y no hay cosa alguna creada que pueda existir un solo instante sin ser mantenida y conservada por su poder. Se tiene, por tanio, razón por parte de la escuela al afirmar que el término ‘substancia’ no es ‘unívoco’ respecto de Dios y de las creaturas, es decir, que no hay significación alguna de esta palabra que concibamos distintamente y que convenga a Dios y a las criaturas.
pero puesto que entre las cosas creadas algunas son de tal naturaleza que no pueden existir sin algunas otras , las distinguimos de aquellas que sólo tienen necesidad del concurso ordinario de Dios, !Llamado a éstas substancias y a aquellas cualidades o atributos de estas substancias» (principios, 1, 5 1).
así que substancia en el pleno sentido sólo es Dios, este es el único que no necesita de nada ni de nadie para existir; las otras substancias, las creadas, lo son en la medida en que sólo dependen de Dios pero no de ninguna otra substancia creada.
más arriba ya señálamos que «todos los modos de pensar que observamos en nosotros, pueden ser referidos a dos formas generales: una consiste en percibir mediante el entendimiento y la otra en determinarse mediante la voluntad. … Desear, sentir aversión, afirmar, negar, dudar, son diferentes modos de querer. La voluntad es la capacidad de escoger, esto es, dar el asentimiento a una representación que se considera la mejor, y de llevar a cabo, o al menos intentar, aquello que se ha elegido.
descubrimiento poderoso frente al silogismo que impide precisamente el descubrimiento dado que la conclusión debe estar contenida ya en las premisas. Descartes trata y habla de «análisis» con sentidos diferentes.
algunas veces se refiere al procedimiento trabajado por Euclides que consiste en admitir lo que se quiere demostrar y desde ahí reducir dicha tesis, por medio de consecuencias, a otras conocidas con anterioridad. Otras veces se refiere al método sugerido en la segunda regla: «dividir cada una de las dificultades que examinare en tantas pequeñas partes como se pudiese y fuese necesario para mejor resolverlas»
Certeza:
indica la posesión de una verdad que excluye toda duda, es una
adhesión del espíritu firme y completa a lo que parece ser la verdad por motivos de orden intelectual, aunque en algunos casos los motivos puedan ser distintos. Descartes distingue entre certeza moral y certeza metafísica o «más que moral»: la primera se conecta con verdades de hecho, es el caso de la certeza derivada del testimonio de personas may fiables; la segunda, la certeza más que moral, se da en las reflexiones matemáticas, metafísicas y en algunos momentos de las físicas.
se debe distinguir entre certeza y evidencia, aún cuando ambas conjuntamente caracterizan a las ciencias en la medida en que se oponen a las conjeturas, pues la certeza puede aplicarse tanto a las verdades científicas como a las reveladas, mientras que la evidencia sólo a las obtenidas
mediante la luz natural.
Claridad:
se tiene una idea clara de un objeto cuando se le distingue cualquier
otro. «entiendo que es claro aquel conocimiento que es presente y manifiesto a un espíritu atento, tal y como decimos que vemos claramente los objetos cuando, estando ante nosotros, actúan con bastante fuerza y nuestros ojos están dispuestos a mirarlos» Descartes está estableciendo aquí una comparación con la percepción de un objeto, y así hay que reconocer que la percepción de un objeto presente es clara, mientras que el recuerdo de un objeto viste ya no lo es, y la ilusión o falso recuerdo de haber visto un objeto lo es todavía menos.
del mismo modo la impresión que produce una idea cuyo contenido está inmediatamente presente en el entendimiento es una idea clara. Lo
opuesto a lo claro es lo oscuro.
Deducción:
es una operación por la que comprendemos todas las cosas que
son consecuencia necesaria de otras ya conocidas con certeza: «todo aquello que se sigue necesariamente de otras cosas conocidas con certeza». «muchas cosas se conocen con certeza, aunque ellas mismas no sean
Distinción:
«es distinto aquel conocimiento que es en modo tal separado y
distinto de todos los otros que sólo comprende en sí lo que manifiestamente aparece a quien lo considera como es preciso» (principios, 1, 45); o también, siguiendo la edición latina: Descartes llama idea distinta a «aquella que, siendo clara, es de tal modo separada y precisa, de todas las demás, que contiene en sí, sólo lo que es claro» (principios at vi, 22, 7-9)
distinción y claridad no se confunden, pero mantienen entre sí una estrecha relación: una idea distinta es una idea separada de todas las demás y definida en sí misma en relación con las demás; la distinción se obtiene llevando la claridad hasta el límite máximo, eliminando todo lo que contiene de oscuro. Una idea está clara en la medida en que está presente de forma inmediata en el entendimiento, sin embargo esa idea clara puede existir junto a otras oscuras (recuerdos o ilusiones) de manera que aunque es clara no resulta distinta pues está mezclada con otras extrañas.
una idea distinta es siempre clara, pero una idea clara no siempre es distinta. Lo opuesto a lo claro es lo confuso.
Duda
Estado del espíritu que deja en suspenso el juicio o difiere una decisión.
los escépticos al afirmar la imposibilidad de distinguir lo verdadero de lo falso mantienen una duda radical y universal. Sin embargo Descartes propone una duda metódica, que provisionalmente considera falsas las opiniones verosímiles o probables y que alcanza también a la existencia de las cosas e inclusive a la existencia del propio cuerpo, del mundo y de las verdades matemáticas. Esta duda metódica que le permitirá alcanzar la verdad se caracteriza por:
a) su radicalismo que no admite intermedio entre la verdad y la falsedad y es también universal.
b) su carácter racional, dada la presencia de motivos para dudar.
c) su carácter voluntario, esto es, la duda se asienta en una decisión de dudar.
Entendimiento:
«todos los modos de pensar que observamos en nosotros,
pueden ser referidos a dos formas generales: una consiste en percibir mediante el entendimiento y la otra en determinarse mediante la
Voluntad
De este modo sentir, imaginar, concebir cosas puramente inteligibles, sólo son diferentes modos de percibir» (principios, i, 32). Es el poder de conocer el entendimiento permite entender, concebir y percibir ideas, que frecuentemente juzgamos a pesar de no haber liegado a tener un conocimiento exacto de aquello acerca de lo cual juzgamos» escepticismo:
Corriente filosófica que inició pirrón de elis (365-275 a.C.);
afirma la necesidad de suspender el juicio allí donde los demás filósofos encuentran respuestas a las preguntas, utilizando el método consistente en establecer oposiciones de todas las maneras posibles para conseguir, dada la igual fuerza de las diversas argumentaciones, esa suspensión del juicio y después alcanzar la ataraxia, tranquilidad del alma; considera que el hombre es incapaz de alcanzar alguna certeza.
escolástica:
La filosofía escolástica constituye la orientación filosófica más
extendida durante la Edad Media, estudiada en las universidades y escuelas, instituciones fundamentalmente eclesiásticas. Tomaron de aristóteles los principios de su filosofía, particularmente a partir de santo tomás (1227-1274); una carácterística muy sobresaliente es el uso de un conjunto de procedimientos metodológicos de discusión y exposición centrados en la referencia a textos fragmentados de autoridades y procedimientos constantes de división, subdivisión y distinción. Representa una manera de pensar de la sociedad cristiana respetó la tradición y la religión revelada.
Espíritu / ingenio
Descartes, en general, emplea el término por oposición a la
substancia extensa y así resulta equivalente a «pensamiento«, marcando el aspecto sustancial; en meditaciones afirma: no soy más que una cosa que piensa, es decir, un espíritu, un entendimiento o una razón», y en las respuestas a las segundas objeciones, en la definición vi mantiene: «la substancia en que está inmediatamente ínsito el pensamiento es llamado aquí espíritu(meditacione, p. 130). También emplea Descartes este término por oposición al escolástico «alma».
en francés aún tiene un tercer uso el término «esprit» que se suele traducir al castellano por ingenio’, siguiendo la edición latina del discurso: como algo más amplio que la razón en sentido estricto, que comprende además de ésta, la imaginación y la memoria.
evidencia: la evidencia sólo se aplica a las verdades obtenidas mediante la luz
natural y es la mancra en que la verdad se manifiesta al espíritu en el momento en que éste la comprende como verdad; es pues el carácter propio del conocimiento verdadero, o lo que es lo mismo, la propiedad del conocimiento claro y distinto, y señala la imposibilidad de que la cosa sea distinta a como se ha conocido. De ahí que todo lo evidente resulte ser cierto, pero no todo lo cierto es evidente.
lo evidente se manifiesta de manera inmediata al espíritu de modo que el acto de conocimiento que permite captar lo evidente ha de ser simple e inmediato; ese acto de conocimiento es la intuición. Lo evidente se opone a lo conjetural.
Experiencia
Es lo que el espíritu obtiene exclusivamente de su relación actual
con un objeto. Tiene tres sentidos diferentes, según gilson en su comentario:
1) la comprobación empírica de los hechos que la física se propone explicar; se consideran tanto las experiencias comunes que se presentan a nuestros sentidos como las raras cuyo examen deberá retrasarse hasta que los fenómenos más evidentes hayan sido, al menos, algo explicados. Aquí en la física la experiencia juega un papel relevante.
2) la comprobación del acuerdo que se establece entre la observación de los fenómenos y los momentos sucesivos de la deducción; hay experiencia cada vez que una consecuencia deducida lógicamente de los principios coincide con un hecho empíricamente dado. 3) la experiencia concebida de manera análoga a la experiencia crucial de bacón: se recurre a esa experiencia cuando hay dos explicaciones teóricamente admisibles acerca de un mismo hecho y se intenta decidir cuál explica mejor la realidad.
Extensión:
entiende Descartes por extensión todo aquello que es longitud,
anchura y profundidad.
Idea:
es un pensamiento que es representación de algo. Descartes, de manera
general la define así: «con la palabra idea, entiendo aquella forma de todos nuestros pensamientos, por cuya percepción inmediata tenemos consciencia de ellos. De suerte que cuando entiendo lo que digo, nada puedo expresar con palabras sin que sea cierto, por eso mismo, que tengo en mí la idea de la cosa que mis palabras significan» (meditaciones, respuestas a las segundas objeciones, definición 11, p. 129).
todas las ideas tiene la misma realidad formal, en tanto en cuanto todas son ideas, actos del pensamiento; sin embargo tienen distinta realidad objetiva en la medida en que los objetos que representan se sitúan en una población escala de la realidad que va desde la nada hasta el infinito; así la realidad objetiva de las ideas que se refieren a Dios o al espíritu es superior a la de las ideas que representan cosas materiales, de la misma manera la realidad objetiva de las ideas de substancias tienen más realidad objetiva que las de los atributos o propiedades.
las ideas son facticias, adventicias o innatas:
a) las facticias son aquellas que la mente construye deliberadamente o en la fantasía a partir de
otras, podemos decir que son ideas creadas por la imaginación; por ejemplo las ideas de centauro, sirena…
b) las adventicias son las que se forman merced a circunstancias externas, que provienen de los sentidos.
c) las innatas que son las que parecen nacidas con nosotros mismos, ya porque sean de cosas simples ya porque representan esencias o «naturalezas verdaderas e inmutables» sin que nos sea posible cambiar sus propiedades por ejemplo la idea de circunferencia o de Dios.
Imaginación:
es la facultad de construir imágenes y figuras; «imaginar no es
sino contemplar la figura o «imagen» de una cosa corpórea» (meditaciones, 2, p. 26). Esta facultad puede usarse inclusive en ausencia de esas cosas materiales. La imaginación es resultado de las disposiciones particulares del hombre. Descartes considera la imaginación como un auxiliar, ayuda, del entendimiento en la investigación matemática, debe estar subordinada a éste para no paralizar la indagación, pues podría suceder que la imaginación vea la solución del problema antes de que la razón lo comprenda y contentarse con lo que sería una pseudodemostración. «advertiré primero la diferencia que hay entre la imaginación y la pura intelección o concepción. Por ejemplo: cuando imagino un triángulo, no lo entiendo sólo como figura compuesta de tres líneas, sino que, además, considero esas tres líneas como presentes en mí, en virtud de la fuerza interior de mi espíritu: y a esto, propiamente, llamo «imaginar».
si quiero pensar en un quiliógono, entiendo que es una figura de mil lados tan fácilmente como entiendo que un triángulo es una figura que consta de tres; pero no puedo imaginar los mil lados de un quiliógono como hago con los tres del triángulo, ni, por decirlo así, contemplarlos como presentes con los ojos de mi espíritu. (..) si se trata de un pentágono, es bien cierto que puedo entender su figura, como la de un quiliógono, sin recurrir a la imaginación, pero también puedo imaginarla aplicando la fuerza mi espíritu a sus cinco lados, y a un tiempo al espacio o área que encierran. Así conozco claramente que necesito, para imaginar, una peculiar tensión del ánimo, de la que no hago uso para entender o concebir» (meditaciones, 6, pp.61,62). Es una facultad intermedia entre el sentido, que exige la presencia de la cosa, y el entendimiento, que no tiene necesidad de imágenes
Intuición:
Descartes entiende por intuición «no el testimonio fluctuante de los
sentidos, o el juicio falaz de una imaginación que compone mal, sino la concepción de una mente pura y atenta tan fácil y distinta, que en absoluto quede duda alguna sobre aquello que entendemos; o lo que es lo mismo, la concepción no dudosa de una mente pura y atenta, que nace de la sola luz de la razón y que, por ser más simple, es más cierta que la misma deducción» . Las propiedades esenciales de la
intuición son: la intuición es un acto del pensamiento puro, en oposición a la percepción sensible;
b) es infalible, en la medida en que es más simple que la deducción.
e) se aplica a todo acto simple del pensamiento.
es, pues, un acto del pensamiento que capta de manera absoluta un contenido objetivo.
Juicio:
operación del entendimiento que afirma la realidad de algo o la relación
entre ideas, según Descartes lo importante es que es un acto de la voluntad que puede adoptar una postura sobre lo que el propio entendimiento representa. «para juzgar es necesario no sólo el entendimiento, sino que también lo es la voluntad… la voluntad es absolutamente necesaria para que demos nuestro consentimiento a lo que de alguna forma hemos conocido» (principios, i, 34)
Método;
«entiendo por método reglas ciertas y fáciles mediante las cuales el que
las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquellos que es capaz» (reglas, iv); son dos sus caracteres: no suponer verdadero lo que es falso y llegar al conocimiento de todas las cosas. Así, el método, apoyándose en las operaciones de intuición y deducción, proporciona certeza, evitar esfuerzos inútiles, es fecundo y conduce a la sabiduría.
Pasión:
«podemos generalmente llamar pasiones a todos los pensamientos que
son excitados en el alma sin el concurso de su voluntad, y, por consiguiente, sin ninguna acción que provenga de ella, sino por las solas impresiones que hay en el cerebro, pues todo lo que no es acción es pasión (carta a elisabeth, 6 de Octubre de 1645, a-t, iv, 310, 16-21)
Pensamiento:
«mediante la palabra pensar entiendo todo aquello que acontece
en nosotros de tal forma que nos apercibimos inmediatamente de ello… ; así pues, no sólo entender, querer, imaginar, sino también sentir es considerado aquí lo mismo que pensar» y en la edición latina «mediante la palabra pensamiento entiendo cuanto acontece en nosotros de manera tal que de ello tengamos consciencia» (principios, 1, 9). Son pues modos de pensar, además de las operaciones del entendimiento, las de la voluntad, al igual que las representaciones de la imaginación y las percepciones de los sentidos, ya que de todo ello podemos ser conscientes.
Precipitación;
defecto que consiste en que se ofrece un juicio antes de que el
entendimiento haya obtenido una completa evidencia. Son muchas las causas de la precipitación: exceso de confianza en los recursos de nuestro espíritu, temor al esfuerzo, vanidad, prisa en el proceso de examinar algunas cuestiones, etc. Para combatir la prevención hay que usarla circunspección, como dice en la segunda parte del discurso: «pero como un hombre que camina solo y entre tinieblas, resolví ir tan lentamente y usar tanta circunspección en todas las cosas, que si no avanzaba nada más que un poco, me guardaría, al menos de caer».
Prevención:
es la fuente principal y primera de nuestros errores; consiste en el
mantenimiento de los prejuicios adquiridos durante nuestra infancia: «hemos sido fuertemente prevenidos con … prejuicios que hemos recibido en nuestra creencia antes de que fuésemos capaces de usar correctamente de nuestra razón. Es más… los hemos asumido como si fuesen ciertos» (principios (1, 71). Estos prejuicios perduran dada la casi imposibilidad que tenemos de olvidarlos, la dificultad de pensar con ideas sin el recurso de la imaginación, y la necesidad de expresarse con palabras, lo que nos lleva a razonar con ellas en lugar de con ideas. La duda metódica propuesta por Descartes combate este defecto.
Principio:
verdad que sirve de fundamento en una construcción intelectual,
evidente por sí misma: así: «el término principio se puede tomar en diversos sentidos, y que una cosa es buscar una noción común, que sea tan clara y general que pueda servir de principio para probar la existencia de todos los seres, los entia, que se conocerán después; y otra cosa es buscar un ser, cuya existencia nos sea más conocida que la de cualquier otro, de suerte que nos pueda servir de principio para conocer los demás.
en el primer sentido, se puede decir que impossibile est ídem simul esse et nos esse [es imposible ser y no ser al mismo tiempo] es un principio …
en el otro sentido, el primer principio es que nuestra alma existe, porque no hay nada cuya existencia nos sea más notoria.
añado también que no es una condición que se deba requerir al primer principio, ser tal que todas las demás proposiciones puedan reducirse y probarse por él, basta con que pueda servir para encontrar algunas y que no haya otro de que dependa ni anterior a él» (carta a clerselier, de Junio o Julio de 1646, a.T, iv, 444, 4-3 1).
también, verdad de hecho, o de experiencia a partir de la que se deduce un conjunto de verdades nuevas; así: «… Apreciando que quien desea dudar de todo, no puede llegar a dudar de que él sca, mientras que está dudando, y que lo que razona de esta forma, no pudiendo dudar de sí mismo y dudando, sin embargo, de todo lo demás, no es lo que llamamos nuestro cuerpo, sino io que llamamos nuestra alma o nuestro pensamiento, he tomado como primer principio el ser o la existencia de este pensamiento a partir del cual he deducido muy claramente todos los otros; a saber, quehay un Dios … Pero, aunque todas las verdades que sitúo entre mis principios, hayan sido consideradas desde siempre por todos los hombres, nadie hasta el presente, que yo sepa, las ha reconocido como principios de la filosofía; es decir nadie las ha considerado de modo que se pudiera deducir el conocimiento de todas las otras cosas que son en el mundo» (principios, prefacio, p. 12-13).
Sentido; buen sentido:
por «sentido» se entiende la facultad de percibir los
objetos exteriores, o los órganos que los captan, aunque alguna vez se utiliza con el mismo significado que «buen sentido».
«buen sentido» tiene dos significaciones diferentes: a) la facultad natural de distinguir lo verdadero de lo falso y b) la sabiduría.
a) se usa como sinónimo de «razón» o facultad de juzgar, y así «buen sentido» se entiende como la «capacidad de juzgar bien», sin tener necesidad de conocimientos específicos; esta expresión alguna luz para distinguir lo verdadero de lo falso…» no debe interpretarse la expresión «buen sentido» como «sentido común», que es noción de “luz natural”, pues habiéndonos dado Dios a cada uno alguna luz para distinguir lo verdadero de lo falso…” no debe interpretarse la expresión “buen sentido” como sentido común, que es noción de origen escolástico que designa la función del espíritu por la que tenemos conciencia de nuestras sensaciones y que permite la síntesis de los datos aportados por los diversos sentidos; y que también puede referirse al conjunto de las opiniones admitidas en una época, en un ambiente social concreto, de tal manera que las opiniones contrarias se consideran aberraciones.
b) también puede designar la sabiduría en sentido estoico, entendíéndose como «no sólo hemos de entender la prudencia en el obrar, sino un perfecto conocimiento de cuanto el hombre puede conocer, bien en relación con la conducta que debe adoptar en la vida, bien en relación con la conservación de la salud o con la invención de todas las artes» (principios, prefacio, p. 7-8)
estos dos sentidos de la expresión no son totalmente independientes, pues el buen sentido (la capacidad para juzgar bien) es el instrumento que nos permite alcanzar la sabiduría; y la sabiduría es el buen sentido que alcanza la perfección gracias al método.
Substancia:
«cuando concebimos la substancia, solamente concebimos una
cosa que existe en forma tal que no tiene necesidad sino de sí misma para existir. .. Propiamente hablando, sólo Dios es tal y no hay cosa alguna creada que pueda existir un solo instante sin ser mantenida y conservada por su poder. Se tiene, por tanio, razón por parte de la escuela al afirmar que el término ‘substancia’ no es ‘unívoco’ respecto de Dios y de las creaturas, es decir, que no hay significación alguna de esta palabra que concibamos distintamente y que convenga a Dios y a las criaturas.
pero puesto que entre las cosas creadas algunas son de tal naturaleza que no pueden existir sin algunas otras , las distinguimos de aquellas que sólo tienen necesidad del concurso ordinario de Dios, !Llamado a éstas substancias y a aquellas cualidades o atributos de estas substancias» (principios, 1, 5 1).
así que substancia en el pleno sentido sólo es Dios, este es el único que no necesita de nada ni de nadie para existir; las otras substancias, las creadas, lo son en la medida en que sólo dependen de Dios pero no de ninguna otra substancia creada.
Voluntad:
más arriba ya señálamos que «todos los modos de pensar que observamos en nosotros, pueden ser referidos a dos formas generales: una consiste en percibir mediante el entendimiento y la otra en determinarse mediante la voluntad. … Desear, sentir aversión, afirmar, negar, dudar, son diferentes modos de querer. La voluntad es la capacidad de escoger, esto es, dar el asentimiento a una representación que se considera la mejor, y de llevar a cabo, o al menos intentar, aquello que se ha elegido.