Metafísica, Ciencia y Noúmeno en la Filosofía de Kant: Límites del Conocimiento

Metafísica, Ciencia y Noúmeno en la Filosofía de Kant: Límites del Conocimiento

Kant defiende que solo puede haber ciencia basada en fenómenos. El noúmeno incognoscible, no se puede conocer, por tanto, no podemos sacar ningún conocimiento de él. El noúmeno es aquello incondicionado, es decir, no afectado ni determinado por el sujeto.

¿Por qué el noúmeno es incognoscible? ¿Por qué no puede haber una ciencia basada en los noúmenos? Por una razón muy sencilla: porque todo acto de conocer un objeto cualquiera implica necesariamente un condicionamiento de este objeto por parte del sujeto. Es decir, no se puede conocer A si antes el sujeto no ha condicionado (ha otorgado propiedades, cualidades, conceptos…).

Kant dice que la ciencia no nos ofrece conocimiento sobre el mundo verdadero, sino que sobre el mundo que percibimos los humanos. La ciencia conoce del mundo aquello que el espíritu humano ha «puesto» en ese mundo. Así pues, se trata de una filosofía del sujeto muy radical. El objeto (noúmeno o cosa en sí) se convierte en un elemento irrelevante para el conocimiento, pese a no poder saber qué es y cómo es el noúmeno. Pese a que el objeto es una X, el sujeto casi por sí mismo es capaz de desarrollar la ciencia.

Kant está determinando los límites del conocimiento y los límites de la ciencia al decir que no se puede conocer el noúmeno. El conocimiento humano solo puede conocer fenómenos. Así pues, la base material de los fenómenos, la esencia de estos, queda fuera del alcance de la razón. Kant critica así a los dogmáticos que pensaban que la razón podía conocer los noúmenos, las ideas, Dios, la mente, el alma…).

Wolff es el típico dogmático según Kant. Sostenía que podía desarrollar una ciencia sobre Dios, una sobre el mundo y otra sobre el yo. Todo esto es ridículo para Kant. Sobre el trío Dios, mundo, yo, no puede existir ninguna ciencia, ya que se trata de entidades que están más allá de la experiencia, más allá de los sentidos. Y la ciencia se basa en la experiencia, es decir, de elementos que se encuentran en la experiencia (o el mundo fenoménico).

Kant y Wittgenstein

La ciencia no puede responder a los interrogantes más importantes del ser humano, ni determinan el sentido de la vida. El conocimiento científico es verdadero, pero su importancia para la vida humana es muy relativa. Trata temas, en el fondo, secundarios. Los temas realmente cruciales, lo que de verdad nos importa, se encuentran más allá de sus dominios: más allá del ámbito de los fenómenos (de los hechos). Sobre esos temas no hay ciencia posible.

La Revolución Copernicana según Kant

Se llama giro copernicano al acto a través del cual el sujeto se convierte en protagonista casi absoluto del conocimiento. Hasta Kant se consideraba el conocimiento como un proceso que venía marcado por el objeto. Si el objeto tenía X propiedades, el sujeto se limitaba a enumerarlas. Pero con Kant la situación cambia, es el sujeto quien obliga al objeto a adaptarse a las leyes. Igual que Copérnico demostró que no era el Sol quien giraba alrededor de la Tierra, sino que era la Tierra la que giraba alrededor del Sol.

Quien se adapta a las condiciones del objeto, sino el objeto quien se adapta a las condiciones del sujeto. Para superar el escepticismo y el dogmatismo es necesario que supongamos que es el sujeto quien condiciona al objeto, el sujeto no se limita a describir el objeto (el científico no se limita a describir la natura), sino que impone unas características y unos patrones. La primacía del sujeto explica que el conocimiento sea universal (válido en todas las circunstancias. Ejemplo: Velocidad espacio/tiempo es siempre de la misma manera) y necesario.

Si el protagonismo fuera del objeto, como se pensaba antes de Kant, nos resultaría muy difícil explicar la universalidad y necesidad del conocimiento, ya que nosotros percibimos esta mesa, pero observándola no podemos extraer información sobre todas las mesas. ¿Cómo se pasa de la observación de que este X es igual a Y a la promulgación de que todo X es Y? ¿Cómo se pasa de lo particular a lo universal? Según Kant, gracias a los elementos a priori del conocimiento que pertenecen al sujeto.

Los Elementos a Priori del Conocimiento

ELEMENTOS A PRIORI

FACULTADES

PARTE CRP

DISCIPLINA

Intuiciones

Sensibilidad

Estética trascendental

Matemáticas/conocimiento

Categorías

Entendimiento

Analítica trascendental

Física

Ideas

Razón

Dialéctica trascendental

Metafísica/pensamiento


Los elementos a priori del conocimiento son, como indica el término ‘a priori’, independientes y anteriores a la experiencia. Son elementos innatos de la mente humana, sin los cuales no sería posible el conocimiento. Gran parte de la Crítica de la Razón Pura (CRP) se dedica a examinar estos elementos. En concreto: el apartado de la estética trascendental analiza las intuiciones sensibles; el apartado de la analítica trascendental estudia las categorías del entendimiento. Finalmente, la dialéctica trascendental estudia las ideas de la razón.

Kant profundiza en el innatismo del racionalismo: no solo hay ideas innatas, la mente humana posee otros elementos innatos: intuiciones y categorías. Todos estos tres elementos son comunes a todo ser humano, son, por tanto, universales y necesarios. Kant los llama condiciones de posibilidad del conocimiento y condiciones de posibilidad de la experiencia, ya que intuiciones, categorías e ideas son los elementos que hacen posible el conocimiento y la experiencia. Ahora bien, estos elementos no son autónomos. No pueden funcionar por sí solos, necesitan un estímulo externo al sujeto para activarse, un estímulo procedente del noúmeno.

Intuiciones Sensibles

También denominadas formas puras de la sensibilidad (puras porque no están influenciadas por la experiencia).

Las intuiciones sensibles son el espacio y el tiempo. Su función consiste en organizar el caos de sensaciones que provienen del mundo externo dando lugar al fenómeno. El sujeto percibe a través de los sentidos multitud de información.

Son las intuiciones las que organizan. Por ejemplo: ahora mismo nuestros ojos reciben el reflejo de la luz del entorno, captan nuestra mano escribiendo estas líneas, nuestra mano. Del mundo externo recibimos mucha información a la vez. Las intuiciones nos permiten clasificarla, sin estas intuiciones nuestros sentidos no percibirían un mundo, sino un auténtico caos. En tanto que elementos a priori de la mente humana, el espacio y el tiempo no son propiedades del universo. Son elementos del sujeto: la forma de percibir el universo que tiene el sujeto, es la mente humana la que otorga a los objetos y a los acontecimientos un espacio y un tiempo, con el objetivo de que puedan ser conocidos y percibidos como tal.

Hemos de concluir que el espacio y el tiempo (intuiciones) no son propiedades del objeto, sino elementos innatos de la mente humana que hacen posible la experiencia. Ahora bien, que pertenezcan al sujeto no significa para Kant que el espacio y el tiempo sean subjetivos y estén expuestos a la opinión de cada uno. El espacio y el tiempo no son subjetivos, son trascendentales, comunes a todo ser humano, lo cual permite establecer un conocimiento objetivo alrededor de ellos. Un conocimiento universalmente válido, como demuestra la geometría y la aritmética.

Categorías del Entendimiento

Si las intuiciones (conceptos) nos permiten percibir la experiencia, las categorías (denominadas conceptos puros del entendimiento) nos permiten conocer la experiencia. El entendimiento es la facultad con la que pensamos la experiencia. Es la facultad que recibe los fenómenos que han formado la sensibilidad a partir de las intuiciones.

Recordemos: los sentidos reciben un estímulo procedente del mundo externo, ese estímulo está sometido a las intuiciones dando como resultado un fenómeno.

Ahora nos encontramos en el segundo paso, el que Kant estudia en la analítica trascendental. En esta parte se explica cómo las categorías se aplican a los fenómenos dando como resultado el conocimiento.

Las categorías son los conceptos ‘a priori’ a través de los cuales conocemos el mundo, su función consiste en unificar la diversidad que nos ofrece la sensibilidad bajo conceptos.

Las 12 categorías representan las funciones racionales del ser humano, pertenecen al intelecto. Sin categorías no es posible la ciencia.

Citemos una famosa frase de Kant: «los conceptos sin intuiciones son vacíos, las intuiciones sin conceptos son ciegas«. ¿Qué significa esto? Que para que exista conocimiento se necesitan mutuamente. Las intuiciones aportan el contenido empírico, mientras que las categorías dan sentido a aquello que aportan las intuiciones. Si nos fijamos, Kant está aquí sintetizando lo empírico (intuiciones) y lo racional (categorías) insistiendo una vez más en que el conocimiento necesita de sentidos y razón al mismo tiempo.

Hay 12 categorías agrupadas en 4 tipos: cantidad, cualidad, relación, modo. Las categorías (por ejemplo, la cantidad, de unidad, la de causa, de efecto…) son propiedades que pertenecen al sujeto y no al mundo en sí mismo, es decir, son elementos que están en la mente humana. En el mundo en sí mismo no hay unidades, es el sujeto quien predica el mundo y la cualidad. Las categorías no se dan en el fenómeno, sino en nuestra forma de pensarlo. A pesar de que las categorías pertenecen al sujeto, estas no son subjetivas. Son trascendentales, es decir, comunes a todo ser humano, son innatas a toda persona. Que las categorías no son subjetivas lo demuestra la física que se basa en ellas.

Debate Hume-Kant

Hume y Kant protagonizaron un debate alrededor de la causalidad, que nos puede servir para entender por qué Kant no es subjetivista. Kant admiraba a Hume, según él, Hume había despertado del sueño dogmático de la razón. Le había enseñado que la razón no es todopoderosa y que la mente humana no puede conocerlo todo. El problema es que Hume era escéptico, cosa que a Kant no le gustaba nada.

Si hay nubes negras, llueve. Si sale el sol, hay luz. Normalmente nosotros percibimos los acontecimientos del mundo a través de la causalidad. A (nubes) B (luz, lluvia). Según Hume, la causalidad no es más que una ilusión, una costumbre. No podemos predecir nada del futuro, ya que podría pasar que hubiera fuego y no humo. En resumen: para Hume la causalidad es un fenómeno psicológico y no una ley de la natura. Llamamos causalidad al hecho de que un fenómeno, nos acostumbramos a eso y acaba dando la ilusión de una causalidad.

Kant coincide con Hume en que la causalidad depende del sujeto, pero no cree que sea resultado de la simple costumbre. Para Kant la causalidad no tiene nada que ver con la psicología, sino con el intelecto y es una de las categorías del entendimiento. No es, como creía Hume, una forma de ver las cosas subjetiva, es la manera necesaria de ver las cosas. El sujeto no puede elegir si contempla el mundo a través de la causalidad o no, su mente lo contempla y el conocimiento necesariamente así.

Ideas de la Razón

Las intuiciones sensibles permiten al sujeto percibir fenómenos. Las categorías del entendimiento permiten al sujeto conocer los fenómenos. ¿Qué papel cumplen las ideas de la razón? Para Kant estas ideas son el producto de la razón que nace del esfuerzo de la razón para conocer lo absoluto y lo incondicionado.

La razón en Kant es una especie de personaje trágico, tiene unas insaciables ansias de conocimiento, pero en realidad no conoce nada, ¿por qué? Porque la razón quiere conocer entidades que no se pueden conocer. Cree que es posible conocer entidades como Yo/alma, mundo y Dios. Estas son las 3 ideas más importantes de la razón. Como sabemos, solo puede haber ciencia de los fenómenos. Yo, mundo y Dios son lo que Kant llama noúmenos positivos y, en tanto que noúmenos, no puede haber ninguna ciencia sobre ellos, solo pensamiento. Estas 3 ideas no aportan conocimiento, pero responden a la necesidad humana de sentido.

¿Qué función tienen las ideas? Unificar fenómenos: la idea de Yo (o alma) unifica los fenómenos internos, la idea del mundo unifica los fenómenos externos y la idea de Dios unifica todo fenómeno posible. Las ideas no pueden ser objeto del conocimiento, pero para Kant tienen un interés especial. Nuestro autor propone un uso regular de las ideas. ¿En qué consiste? En sintetizar, dirigir y dar sentido al conocimiento científico.

La Teoría del Conocimiento de Kant

Esquema resumen:

  • Categorías (parte racional) + Materia del Conocimiento (parte empírica) = Conocimiento
  • Estímulo de la cosa en sí + Intuiciones = Fenómeno

Si nos fijamos en el esquema, comprobamos que el sujeto es el protagonista principal del conocimiento. Ahora bien, para que pueda haber conocimiento es imprescindible que haya un estímulo procedente de los objetos externos. Todo conocimiento tiene como punto de partida un estímulo de la cosa en sí. Si el sujeto no recibe este estímulo, no se producirá conocimiento, ya que no se activarán las intuiciones sensibles ni se formará ningún fenómeno sobre el que aplicar las categorías.

La materia del conocimiento (MC) es el sustrato, la parte física del conocimiento sobre la que se aplican los elementos a priori. La forma del conocimiento (FC) está compuesta por los elementos que aporta el sujeto. La teoría del conocimiento de Kant es el resultado de la síntesis de racionalismo y empirismo que lleva a cabo en la CRP. Razón y experiencia son necesarias para obtener conocimiento. Como señala Kant: «Todo conocimiento nace de la experiencia, pero no se limita a la experiencia«. En efecto, todo conocimiento nace del estímulo de la cosa en sí (de la experiencia), pero va más allá de la experiencia gracias a las intuiciones y categorías, que permiten al sujeto ir más allá de la experiencia y universalizar los datos percibidos con los sentidos.

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